Los proclamadores del Reino informan
La testificación en Brasil
BRASIL está incluido en el mandato que Jesús dio a sus seguidores: “Por lo tanto vayan y hagan discípulos de gente de todas las naciones” (Mateo 28:19). Las buenas nuevas que predican más de 158.000 testigos de Jehová en ese país ha resultado en algunas experiencias conmovedoras.
Por ejemplo, una Testigo de Sobradinho quería ayudar a su familia a aprender la verdad de la Biblia. Primero ayudó en Brasilia a dos de sus hermanos y una de sus cuñadas a aprender la verdad y llegar hasta el bautismo. Entonces visitó a sus parientes de Teresina, Piauí, a 1.800 kilómetros (1.100 millas) de distancia, que eran católicos practicantes a quienes no les gustaba el mensaje de la Biblia que proclamaban los testigos de Jehová. Después que ella pidió en oración que Jehová la guiara, explicó a su madre por qué es incorrecto desde el punto de vista bíblico consumir sangre. Su madre quedó impresionada y le preguntó: “¿Por qué no nos han enseñado esto los sacerdotes?”.
La madre pidió más información de la Biblia, y se hicieron arreglos para tener una reunión aquella noche. La madre invitó a vecinos y parientes a oír la consideración, y todos quedaron impresionados. Durante los 15 días que esta hermana estuvo con sus parientes, tuvo consideraciones bíblicas todas las noches, y 17 personas asistieron a las mismas. ¿En qué resultó aquello? Se hicieron arreglos para que los Testigos de la localidad condujeran 12 estudios bíblicos. Tres estudiantes de la Biblia ya se han bautizado en símbolo de su dedicación a Jehová, otros dos piensan bautizarse en la próxima asamblea de circuito, y dos más están progresando.
Una hermana de mayor edad de Rio de Janeiro aprovecha la oportunidad de dar testimonio temprano por la mañana en la playa de Copacabana y otras playas, así como en las plazas públicas. Se encuentra con sirvientas, niñeras, oficinistas de bancos y señoras adineradas que dan su caminata matutina por paseos hechos de tablas a lo largo de la playa, y conduce estudios bíblicos sentada en los bancos de estos lugares. Varias personas han aprendido la verdad mediante ella y ahora son testigos de Jehová. (Proverbios 1:20.)
Como testigos de Jehová, queremos aprovechar toda oportunidad para ayudar a otras personas a aprender acerca de las buenas nuevas. Esto incluye el dar testimonio informal, como lo hizo cierto hermano de Macapá, ciudad de la región amazónica.
Al regresar como de costumbre de la obra de dar testimonio, él vio sentado a la entrada de una tienda de comestibles a un señor que leía un libro acerca de la Biblia. El hermano se acercó a él y le preguntó si le agradaba leer la Biblia, a lo cual el señor dijo que sí. “¿Quisiera tener usted un curso bíblico?”, le preguntó el hermano. “Sí, pero ¿cuánto cuesta?” Al llegar a saber que era gratis, el señor aceptó. Pronto él y su familia empezaron a asistir a las reuniones en el Salón del Reino. Él hizo ajustes en su modo de vivir para amoldarse a los principios bíblicos, se matriculó en la Escuela del Ministerio Teocrático y empezó a participar en el servicio del campo. Un año después se bautizó en símbolo de su dedicación. Todo esto sucedió debido a que un hermano aprovechó la oportunidad de dar testimonio informal.
Verdaderamente, Jehová está reuniendo a las “otras ovejas” (Juan 10:16). Y somos felices si participamos en esta obra.