BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • w85 15/5 pág. 31
  • Preguntas de los lectores

No hay ningún video disponible para este elemento seleccionado.

Lo sentimos, hubo un error al cargar el video.

  • Preguntas de los lectores
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1985
  • Información relacionada
  • La diez tribus... ¿se perdieron?
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1972
  • ¿Se perdieron las diez tribus?
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1957
  • Israel
    Perspicacia para comprender las Escrituras, volumen 1
  • Israel
    Ayuda para entender la Biblia
Ver más
La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1985
w85 15/5 pág. 31

Preguntas de los lectores

◼ Puesto que fue el reino de las dos tribus de Judá el que fue llevado cautivo a Babilonia en 607 a. de la E.C., ¿cómo sucedió que miembros de las 12 tribus de Israel regresaran de Babilonia 70 años después?

Parece que hay dos razones principales para ello. En primer lugar, es patente que cuando se dividió el Reino de Israel y entonces se retiraron las 10 tribus, representantes de las 12 tribus siguieron viviendo en el territorio de Judá. Además, es probable que antes de 740 a. de la E.C. algunos de entre las diez tribus huyeran al territorio de Judá para escapar de la idolatría de Israel.

La división del reino unido de Israel tuvo lugar cuando Jehová se disgustó con Salomón “porque su corazón se había inclinado en dirección de alejarse de Jehová”. Dios le informó: “Sin falta arrancaré el reino de sobre ti, y ciertamente se lo daré a tu siervo. [...] De la mano de tu hijo lo arrancaré. [...] Una tribu la daré a tu hijo” (1 Reyes 11:9-13). Al hijo de Salomón, Roboam, quien era de la tribu de Judá, se le dio la tribu de Benjamín, y así se formó el reino meridional de dos tribus.

Aunque Roboam gobernó sobre dos tribus solamente, él siguió reinando sobre algunos de “los hijos de Israel [o sea, miembros del reino norteño de diez tribus] que moraban en las ciudades de Judá”. (1 Reyes 12:17; véase también 2 Crónicas 10:17.) Además, cuando Jeroboán, rey del reino norteño, estableció la adoración del becerro y dio cargos oficiales a sus propios sacerdotes, los sacerdotes de Jehová y los levitas que vivían en el territorio de aquel reino se pusieron de parte de Roboam. Leemos: “Los levitas dejaron sus dehesas y su posesión y entonces vinieron a Judá y a Jerusalén, porque Jeroboán y sus hijos los habían despedido de servir de sacerdotes a Jehová”. En aquel tiempo, representantes de “todas las tribus de Israel” se unieron a los sacerdotes y levitas y fueron a Jerusalén (2 Crónicas 11:13-17). Se informa que durante el reinado del rey Asa hubo otros desertores de entre los miembros de varias de las diez tribus. (2 Crónicas 15:9, 10.)

En 740 a. de la E.C., cuando los asirios derrocaron a Samaria, ciudad capital del reino norteño, pusieron en vigor su política de trasplantar las poblaciones de las zonas conquistadas para disminuir la posibilidad de sublevaciones (1 Crónicas 5:6, 26). Por lo tanto, el reino norteño de Israel dejó de existir. Pero esto no afectó a aquellos miembros de las diez tribus que para entonces estaban viviendo en el reino meridional de Judá. Estas personas figuraban entre las que fueron llevadas cautivas a Babilonia cuando Judá cayó en 607 a. de la E.C. Y algunos de sus descendientes habrían regresado al tiempo de la restauración en 537 a. de la E.C. Quizás hasta hayan regresado en aquel tiempo algunos descendientes de aquellos a quienes los asirios habían exiliado en 740 a. de la E.C.

Es interesante notar que Ezequiel, en el libro que lleva su nombre, mencionó “la casa de Israel” muchísimas veces más de las que se refirió a la “casa de Judá”, aunque había sido enviado como profeta a Judá, mientras estuvo en cautiverio en Babilonia. Además, su profecía indicaba que las dos ‘casas’ serían reunidas como una. (Ezequiel 37:19-28; véase también Jeremías 3:18; Oseas 1:11.) Con buena razón, entonces, no se hace distinción entre las dos después del cautiverio babilonio.

Por consiguiente, el que las diez tribus fueran arrancadas en 740 a. de la E.C. no resultó en que perdieran su identidad. Ellas estaban representadas en el regreso del cautiverio en 537 a. de la E.C. Y, respecto a la inauguración del templo reconstruido de Jerusalén, el sacerdote Esdras declaró: “Los hijos de Israel, los sacerdotes y los levitas y el resto de los anteriormente desterrados celebraron la inauguración de esta casa de Dios con gozo. Y presentaron [...] como ofrenda por el pecado por todo Israel doce machos cabríos, conforme al número de las tribus de Israel” (Esdras 6:16, 17). Además, Isaías indicó que entre los del resto que regresaron había representantes de todas las tribus de Israel, no solo de Judá y Benjamín, al escribir: “Pues aunque tu pueblo, oh Israel, resultara ser como los granos de arena del mar, un mero resto entre él volverá” (Isaías 10:22). Por consiguiente, entre los que regresaron había representantes de todas las tribus de Israel.

    Publicaciones en español (1950-2025)
    Cerrar sesión
    Iniciar sesión
    • español
    • Compartir
    • Configuración
    • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
    • Condiciones de uso
    • Política de privacidad
    • Configuración de privacidad
    • JW.ORG
    • Iniciar sesión
    Compartir