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  • Paz y seguridad... mediante el Reino de Dios

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  • Paz y seguridad... mediante el Reino de Dios
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1985
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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1985
w85 15/10 págs. 4-7

Paz y seguridad... mediante el Reino de Dios

“LOS Propósitos de las Naciones Unidas son: 1. Mantener la paz y la seguridad internacionales.” (Carta de las Naciones Unidas.)

Este es un ideal encomiable, por no decir otra cosa. Pero, como hemos notado, los resultados de los últimos 40 años muestran claramente que las Naciones Unidas no han podido “mantener la paz y la seguridad internacional”. Tampoco contribuirá a ello el que se declare 1986 como el “Año Internacional de la Paz”a.

Hay solo una manera de establecer paz y seguridad duraderas en la Tierra... mediante el Reino de Dios en manos de Jesucristo. Este es el verdadero gobierno celestial por el cual Jesús enseñó a sus seguidores a orar. (Mateo 6:9, 10.) Pero ¿por qué tendrá éxito, si las Naciones Unidas han fracasado? En palabras sencillas: el Reino de Dios tendrá éxito por las mismas razones que las Naciones Unidas no han tenido éxito.

Se requiere algo más que sabiduría humana

En nuestro número anterior dijimos que una razón por la cual las Naciones Unidas están destinadas al fracaso es porque Dios no dio al hombre la sabiduría para gobernarse a sí mismo ni el derecho a ello. (Jeremías 10:23.) Por consiguiente, ninguna organización de hechura humana, prescindiendo de lo bienintencionada que sea, puede lograr establecer paz y seguridad.

Por contraste, Jesucristo, el Rey nombrado del Reino de Dios, siempre ha manifestado sabiduría sobrehumana. (Mateo 13:54.) Un ejemplo excelente de ello es su famoso Sermón del Monte. (Mateo, capítulos 5 a 7.) En este sermón explicó cómo hallar verdadera felicidad, zanjar las disputas, evitar la inmoralidad sexual y tener un futuro seguro. ¿No es razonable que un gobernante con tal sabiduría y entendimiento de la naturaleza humana sabría cómo establecer paz y seguridad?

Además, el poder milagroso de Jesús de ver lo que estaba dentro del corazón de los hombres y conocer sus verdaderos motivos y razonamientos internos intensificaba su discernimiento agudo. (Mateo 9:4; Marcos 2:8.) Considere lo que eso significa: Un gran obstáculo para la paz y la seguridad hoy día es la desconfianza. Al no saber lo que piensan los demás ni los motivos que tienen, los hombres y las naciones a menudo se vuelven desconfiados. Esa desconfianza representa una barrera para la paz. Pero para el gobernante que ‘conoce el corazón del hombre’ esto no plantea ningún problema en absoluto. (Juan 2:25, Versión Popular.)

Se elimina a los enemigos sobrehumanos

Otra razón principal por la cual los esfuerzos de las Naciones Unidas para lograr la paz estaban destinados a fracasar era debido a la influencia del “gobernante de este mundo”, Satanás el Diablo. (Juan 12:31.) Él y sus hordas demoníacas saben que solo les queda “un corto período de tiempo” antes que sean eliminados. Están resueltos a causar ‘ay a la Tierra’, de modo que, por medio de dividir en sentido político y nacional a la humanidad, han impedido que se establezca la paz. (Revelación 12:9-12.)

¿Quién pudiera eliminar a tales instigadores sobrehumanos de guerra? La Biblia contesta: Jesucristo, a quien se llama Miguel, quien, junto con sus ángeles, echó de los cielos a Satanás y sus demonios. Por consiguiente, leemos: “Vi a un ángel [Jesús] que descendía del cielo con la llave del abismo y una gran cadena en su mano. Y prendió al dragón, la serpiente original, que es el Diablo y Satanás, y [...] lo arrojó al abismo y lo cerró y lo selló sobre él”. (Revelación 20:1-3.) De modo que Satanás será quitado de en medio. Solo entonces será posible disfrutar de la vida en verdadera paz y seguridad.

Un “hijo” de Dios

En nuestro número anterior se mencionó una tercera razón por la cual las Naciones Unidas no podrían nunca establecer paz y seguridad: La ONU es hija de este mundo y, como tal, hereda las debilidades, los males y la corrupción que caracterizan a sus naciones miembros.

En contraste refrescante, el Reino que traerá paz y seguridad se describe en Revelación 12:5 como “hijo” de Dios. Su gobernante refleja las características de Dios. Note algunas de las cualidades atrayentes que ha manifestado su gobernante, Jesucristo: amor abnegado (Juan 15:12, 13); caluroso afecto y sentimiento (Mateo 9:10-13; Lucas 7:36-48); humildad (Juan 13:3-5, 12-17); compasión (Marcos 6:30-34); comprensión (Hebreos 2:17, 18; 4:15); firmeza por lo que es justo (Isaías 11:4, 5). ¿No le agradaría a usted someterse a tal Gobernante?

Se introduce la “nueva tierra”

La razón final por la cual las Naciones Unidas nunca podrán traer la paz se revela en las palabras del ex secretario general, Dag Hammarskjöld, quien allá en 1953 dijo: “Nuestra mayor esperanza es que se nos permita salvar la vieja tierra”. Si él tenía presente conservar este sistema mundial de cosas, entonces tales esfuerzos para salvar la “vieja tierra” están destinados a fracasar. ¿Por qué?

En primer lugar, esta “vieja tierra” se compone de gobiernos de hechura humana. Los gobiernos individuales promueven el nacionalismo, lo cual divide al hombre; el nacionalismo da mayor importancia a los intereses de una sola nación, más bien que buscar el bienestar general de todas las naciones. Este interés propio socava cualquier esfuerzo que hagan las Naciones Unidas por establecer la paz. Un artículo de fondo que apareció en un periódico británico, The Guardian, comentó: “Puesto que ninguna de las naciones miembros está lista para sacrificar sus propios intereses a favor del bien colectivo, las perspectivas de reforma son escasas. La única verdadera función de la Asamblea [General de las Naciones Unidas] es la de servir de especie de barómetro de la opinión global. Su orden del día está lleno de cuestiones que se han debatido por años, con poco progreso, si acaso alguno, hacia una solución”.

Pero hay una razón aun más apremiante por la cual los esfuerzos de las Naciones Unidas para salvar la “vieja tierra” son inútiles: Ella está en contra de los propósitos de Dios. ¿En qué sentido? A la vista de Dios, la “vieja tierra” no se puede reformar. Se acerca el tiempo en que el propósito declarado de Dios se cumplirá. El apóstol Juan lo describió como sigue: “Vi un nuevo cielo y una nueva tierra; porque el cielo anterior y la tierra anterior habían pasado”. (Revelación 21:1.) Al eliminar los gobiernos de hechura humana, el Reino de Dios eliminará el nacionalismo divisivo. En su lugar, “una nueva tierra”, una sociedad humana de disposición justa, prosperará bajo un solo gobierno celestial, el Reino de Dios. Entonces, y solo entonces, podrá la humanidad disfrutar de verdadera paz y seguridad en escala mundial.

Cómo ‘batir las espadas en rejas de arado’

Las palabras de una profecía bíblica inscritas en una pared frente al edificio de las Naciones Unidas aseguran que esta es una esperanza realista. Esa profecía declara: “Tendrán que batir sus espadas en rejas de arado y sus lanzas en podaderas. No alzará espada nación contra nación, ni aprenderán más la guerra”. (Citado de Isaías 2:4.)

No, las Naciones Unidas no han podido impedir que las naciones ‘alcen la espada’ unas contra otras. Sin embargo, hay un pueblo cuyos miembros dan prueba viva de que han ‘batido sus espadas en rejas de arado’. Han demostrado que entre ellos existe una unidad que supera las barreras raciales y nacionales. Ningún grado de presión puede obligar a estos cristianos neutrales a ‘alzar la espada’ contra su prójimo. ¿Quiénes son ellos? Los testigos de Jehová.

La experiencia de un testigo de Jehová en un país africano en el que se cometen muchos actos de terrorismo político muestra cómo responden típicamente los testigos de Jehová cuando se les somete a presión para que tomen parte en las guerras de las naciones.

Para conseguir reclutas para su ejército de guerrilleros, un grupo terrorista de este país secuestra a hombres y entonces les presenta la siguiente alternativa: Servir en el ejército terrorista o morir fusilado. Cierto día secuestraron a un testigo de Jehová. Los líderes, que habían estado bebiendo, le presentaron la alternativa. Pusieron ante él dos botellas de cerveza; señalaron una de ellas y dijeron que representaba el gobierno; la otra, su grupo terrorista. ‘¿A favor de cuál estás?’, le preguntaron. El Testigo reflexionó un momento, y, al observar que cerca de allí había otras botellas de cerveza, tomó una de ellas y la puso justamente en medio de las dos, diciendo: ‘Es aquí donde yo estoy’. Añadió: ‘Soy neutral, puesto que estoy a favor del Reino de Dios’. Después de esto lo golpearon repetidas veces. Luego le obligaron a trabajar como esclavo en el campamento de guerrilleros, sin que nunca llegara a saber si lo fusilarían o no. Después de ocho meses, escapó cuando las fuerzas gubernamentales atacaron el campamento.

Los testigos de Jehová se han arriesgado a ser encarcelados, y hasta se han expuesto a la muerte, más bien que participar en las guerras de las naciones. Así, en la Alemania nazi miles de ellos fueron encerrados en campos de concentración porque no apoyaban el reinado de terror nazi. Centenares de Testigos fueron ejecutados o murieron en los campos. Pero ahora, después de mucho tiempo de haber desaparecido el atroz gobierno nazi, los testigos de Jehová abundan en Alemania y por todo el mundo.

Pero ¿por qué pueden ellos ‘batir sus espadas en rejas de arado’? Una clave se halla en el preámbulo de la Carta de la UNESCO, que dice: “Puesto que las guerras empiezan en la mente de los hombres, las defensas para la paz tienen que construirse en la mente de los hombres”.

En conformidad con esta declaración, respecto a los que ‘baten sus espadas en rejas de arado’, la profecía de Isaías dice: “Ni aprenderán más la guerra”. Más bien, por medio del estudio y la aplicación de las Escrituras, ‘aprenden acerca de los caminos de Dios y andan en sus sendas’. (Isaías 2:3, 4.) Con la ayuda de Su espíritu santo, ‘rehacen su mente’ y llegan a ser personas pacíficas. (Romanos 12:2, 18.)

La clara evidencia de que los testigos de Jehová han ‘batido sus espadas en rejas de arado’ prueba que es posible vivir en paz y seguridad. Su actual modo de vida demuestra en pequeña escala lo que el Reino de Dios por medio de Cristo realizará por toda la Tierra en el futuro cercano.

¿Le atrae tal perspectiva? Los testigos de Jehová gustosamente compartirán con usted la evidencia que muestra que el Reino de Dios pronto traerá paz y seguridad duradera. ¿Por qué no se comunica con los Testigos que viven cerca de usted o escribe a los que publican esta revista? Aprenda más acerca de cómo usted puede ‘batir espadas en rejas de arado’ ahora, con la perspectiva de disfrutar pronto de la vida en un mundo completamente libre de la guerra.

[Nota a pie de página]

a Para una consideración más detallada de por qué las Naciones Unidas no han tenido éxito, sírvase ver el número del 1 de octubre de 1985 de La Atalaya.

[Comentario en la página 5]

Por qué han fracasado las Naciones Unidas

◻ La sabiduría humana es demasiado limitada (Jeremías 10:23)

◻ La influencia de Satanás condena al fracaso los esfuerzos de la ONU (Revelación 12:12)

◻ Es hija de este mundo y hereda las debilidades de este (1 Juan 5:19)

◻ Está tratando de salvar la “vieja tierra”, lo cual está en contra del propósito de Dios (1 Juan 2:17)

Por qué tendrá éxito el Reino de Dios

◻ Su gobernante tiene sabiduría sobrehumana y puede leer el corazón de los hombres (Juan 2:25)

◻ Eliminará a los instigadores demoníacos de la guerra (Revelación 20:1-3)

◻ Es “hijo” de Dios, y su gobernante refleja las cualidades de Dios (Revelación 12:5)

◻ Establecerá una “nueva tierra” justa bajo un solo gobierno celestial (Revelación 21:1)

[Ilustración en la página 7]

El Reino de Dios establecerá “una nueva tierra”, una sociedad humana justa, que prosperará bajo un solo gobierno celestial

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