BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
Español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • w86 15/5 págs. 24-26
  • ¿Aprueba Dios los concilios religiosos?

No hay ningún video disponible para este elemento seleccionado.

Lo sentimos, hubo un error al cargar el video.

  • ¿Aprueba Dios los concilios religiosos?
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1986
  • Subtítulos
  • Información relacionada
  • En busca de sus orígenes
  • ¿Qué los dominaba?
  • ¡Atrocidades espantosas!
  • ¿Qué hay en cuanto a doctrina?
  • La reunión de Jerusalén
  • Examinando los esfuerzos de la cristiandad por unirse
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1962
  • Parte dos
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1966
  • Los verdaderos cristianos respetan la Palabra de Dios
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 2012
  • ¿Deberíamos creer en la Trinidad?
    ¡Despertad! 2013
Ver más
La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1986
w86 15/5 págs. 24-26

¿Aprueba Dios los concilios religiosos?

EL TÉRMINO “concilio religioso” o “concilio ecuménico” se ha definido como “junta o congreso, especialmente de eclesiásticos, para deliberar y decidir sobre materias de dogmas y de disciplina”.

De los muchos concilios religiosos celebrados en el transcurso de los siglos, la Iglesia Católica Romana considera ecuménicos a 21 de ellos, los cuales abarcan desde el concilio de Nicea en 325 E.C. hasta el concilio Vaticano II, celebrado de 1962 a 1965. De acuerdo con The Encyclopedia Americana, “los concilios ecuménicos son convocados por el papa, que los preside, determina la agenda, clausura el concilio y promulga sus decretos. [...] Junto con el papa, el concilio ecuménico es el órgano colegial de la iglesia, y en unión con él representa la autoridad infalible sobre enseñanza de la iglesia en asuntos que tienen que ver con la fe y la moralidad”. (Tomo 8, página 85.)

En busca de sus orígenes

Muchos líderes eclesiásticos creen que los concilios religiosos de la cristiandad son comparables a la reunión de los apóstoles y hombres de mayor edad celebrada en Jerusalén en el primer siglo. Por eso, se dice que los recientes concilios eclesiásticos tienen una autoridad similar para decidir en cuestiones de la fe y de la moralidad. (Hechos 15:2, 6, 22.) Pero ¿han sido autorizados por Dios dichos concilios religiosos? ¿Los ha aprobado él?

Es interesante el hecho de que en Marcos 3:6 la expresión “celebrar consejo” se traduce de la palabra griega que significa ‘una reunión de personas en la que estas expresan sus opiniones y consejo’. (La palabra consejo proviene del latín consilium que significa concilio, cuerpo de consejeros, asamblea deliberante.) En ese versículo, leemos que los fariseos ‘celebraron consejo’ con los partidarios de Herodes para destruir a Jesús. ¡Con toda seguridad Dios no aprobó tal reunión o concilio! Y Jesús advirtió a sus discípulos a no confiar en tales hombres. (Marcos 8:15.) ¿Es justificable tener una desconfianza similar en el caso de los concilios religiosos de la cristiandad?

Jesús también dijo: “Por sus frutos reconocerán a aquellos hombres”. (Mateo 7:20.) Por lo tanto, examinemos los frutos de varios concilios de la iglesia.

¿Qué los dominaba?

De acuerdo con The Encyclopedia Americana, los concilios regionales que sirvieron como instrumento para organizar iglesias católicas en España, Gran Bretaña y otros lugares eran “a menudo convocados y dominados por el poder seglar”. Los concilios generales de líderes religiosos de todo el Imperio Romano “no se conocieron antes del concilio de Nicea (325 A.D.)”, convocado por el emperador Constantino. El historiador británico H. G. Wells indicó que Constantino introdujo la política y la autocracia en una cristiandad que ya estaba sumamente dividida. Wells escribió: “El concilio de Nicea no fue el único convocado por Constantino el Grande, sino que todos los grandes concilios, los dos de Constantinopla (381 y 553), el de Éfeso (431) y el de Calcedonia (451) fueron convocados por el poder imperial”. Pero ¿cómo podría Dios aprobar esto, puesto que los cristianos verdaderos no tratan de mezclar su religión con la política, sino que, más bien, mantienen neutralidad estricta? (Juan 17:16; Santiago 1:27.)

The Encyclopedia Americana añade: “Los concilios generales o ecuménicos posteriores frecuentemente fueron eclipsados por la política eclesiástica del imperio y por las rivalidades de las principales sedes patriarcales [zonas controladas por un obispo o un arzobispo]”. Puesto que tales concilios de la iglesia estuvieron marcados por la política eclesiástica y las rivalidades, estos no produjeron los frutos del espíritu de Dios tales como el amor y la paz. Más bien, fueron manchados por las obras de la carne que incluían “enemistades, discordia, rivalidad, [...] egoísmos, partidismos, sectarismos, envidias”. Con referencia a las obras de la carne el apóstol Pablo advirtió: “Los que se dan a eso no heredarán el reino de Dios”. (Gálatas 5:19-23, Nueva Biblia Española.) Por lo tanto, ¿cómo puede sostenerse que los concilios eclesiásticos de la cristiandad han sido aprobados por Dios?

¡Atrocidades espantosas!

H. G. Wells sostiene que el espíritu de Constantino dominaba los asuntos de la iglesia e hizo notar lo siguiente: “La idea de acabar con toda controversia y división y de sofocar todo pensamiento por medio de imponer un credo dogmático sobre todos los creyentes, [...] es la idea del hombre que opina que para obrar a cabalidad debe estar libre de oposición y críticas. La historia de la Iglesia bajo su influencia [de Constantino] llega a ser, por lo tanto, una historia de la lucha violenta que estaba destinada a seguir sus repentinas y agitadas convocatorias a unanimidad. La Iglesia adquirió de él la disposición de ser autoritativa e incuestionable, a desarrollar una organización centralizada y a funcionar a la par con el Imperio”.

Los cargos de herejía demostraron ser ardides despiadados para eliminar a los oponentes que osaban desafiar los concilios de la iglesia de la cristiandad. A los que expresaban opiniones diferentes o hasta intentaban presentar pruebas con las Escrituras para refutar los dogmas y cánones (leyes de la iglesia) de los concilios se les tildaba de herejes.

La determinación de extirpar cualquier oposición llevó a la comisión de atrocidades espantosas. La mayoría de los que declaraban culpables de herejía contra el dogma popular del concilio eran quemados vivos en la hoguera y, en un espectáculo público sufrían la agonía de una muerte lenta, ¡supuestamente en el nombre de Cristo!

Por ejemplo, el concilio de Constanza (1414-1418) fue convocado para terminar con la riña sobre quién era el papa legítimo y para tratar las herejías de Wycliffe y Hus. Se dice que se usaron treinta mil caballos para transportar a los concurrentes de este gran acontecimiento a Constanza. Durante el concilio Juan Hus fue juzgado y condenado y luego fue entregado a las autoridades seglares y quemado en la hoguera.

¿Qué hay en cuanto a doctrina?

Es cierto que todos los cristianos genuinos ‘hablan de acuerdo’. Pero esto no se debe a la presión eclesiástica inflexible. Más bien, es porque sus creencias y prácticas están basadas firmemente en la Palabra inspirada de Dios. (1 Corintios 1:10; Hechos 17:10, 11; 2 Timoteo 3:16, 17.) Sin embargo, ¿cómo quedan los concilios eclesiásticos cuando consideramos sus decisiones en cuestiones doctrinales?

A pesar de que tal vez se encubra a los concilios eclesiásticos por ser hitos de teología, en la mente de muchas personas ellos han sido más bien lápidas que señalan los golpes destructores lanzados en contra de las enseñanzas cristianas puras. Para ilustrarlo: En 325 E.C. el concilio de Nicea introdujo la doctrina del Cristo encarnado, o Dios-hombre. Esta negación de que Jesús, en efecto, fuera un hombre llegó a ser una de las doctrinas más engañosas de la cristiandad. (Compárese con 2 Juan 7.) ¡Pues ha apartado a millones de personas de Jehová Dios llevándolas a creer en una confusa Trinidad! Ninguno de los concilios celebrados posteriormente hizo intento alguno para rectificar este error. Sin embargo, la doctrina de la Trinidad claramente no tiene fundamento en las Escrituras, pues, Jesús dijo: “El Padre es mayor que yo”. (Juan 14:28.) ¿Pudiera Dios de manera alguna aprobar algún concilio que oscureciera la verdad acerca de su identidad y la de su Hijo?

Un dogma establecido por un concilio puede ser revocado por otro. Por ejemplo, como se indica en la tabla que acompaña a este artículo, el uso de imágenes en la adoración fue rechazado en un concilio celebrado en Constantinopla en 730 E.C. Pero se volvió a introducir su uso en un concilio posterior. Por supuesto, la Biblia muestra que el hacer y usar imágenes religiosas es idolatría y contrario al cristianismo. (Éxodo 20:4-6; 1 Juan 5:21.)

Como también se puede notar en la tabla, entre las doctrinas aprobadas en los concilios eclesiásticos de la cristiandad están la del bautismo de infantes, el celibato impuesto y requerido, el purgatorio y el infierno de fuego. Sin embargo, las Escrituras no apoyan el bautismo de infantes, tal clase de celibato ni el que exista un infierno ardiente, ni tampoco hacen referencia a un purgatorio. (Mateo 28:19, 20; 1 Timoteo 4:1-3; Job 14:13.) Puesto que los que desean obtener el favor de Jehová deben adorarlo “con espíritu y con verdad”, ¿cómo pudiera él aprobar concilios que promueven doctrinas falsas? (Juan 4:23, 24.)

La reunión de Jerusalén

Con relación a los concilios religiosos, Otto Karrer escribió: “Aparte de el llamado Concilio Apostólico [de alrededor del año 49 E.C.], cuya decisión es parte de la proclamación divina y apostólica, todos los demás concilios son producto de la iglesia postapostólica. No pertenecen al período de la fundación de la iglesia”.—The Councils of the Church.

Indudablemente, todos los concilios eclesiásticos de la cristiandad han diferido en gran manera de la reunión de los apóstoles y hombres de mayor edad celebrada en Jerusalén en el primer siglo. En ese entonces no estuvieron presentes clérigos sedientos de poder que impusieran yugos pesados en los hombros de otros o echaran leña en las llamas de una hoguera de ejecución. Más bien, manifestaron tener los frutos del espíritu de Dios. Las deliberaciones fueron dirigidas por el espíritu de Dios y en armonía con Su Palabra. El Cuerpo Gobernante de los testigos de Jehová hoy día sigue el mismo procedimiento para resolver cuestiones bíblicas.

La carta que los apóstoles y ancianos de Jerusalén enviaron a sus compañeros creyentes decía en parte: “Al espíritu santo y a nosotros mismos nos ha parecido bien no añadirles ninguna otra carga, salvo estas cosas necesarias: que sigan absteniéndose de cosas sacrificadas a ídolos, y de sangre, y de cosas estranguladas, y de fornicación”. (Hechos 15:22-29.) Estas no eran meras leyes de origen humano, más bien eran requisitos basados en decretos anteriores del gran Dador de Estatutos. (Génesis 9:3, 4; Deuteronomio 5:8-10, 18; Isaías 33:22.)

Aquella reunión del primer siglo de los apóstoles y ancianos en Jerusalén tuvo la aprobación de Jehová Dios, pues las decisiones que ellos tomaron tuvieron Su bendición y fomentaron la obra de predicar el Reino que trajo a muchos gentiles a la congregación cristiana. Sin embargo, los hechos históricos prueban claramente que los concilios eclesiásticos de la cristiandad nunca han tenido la aprobación de Dios.

[Tabla en la página 26]

DOCTRINA APROBADA CONCILIO FECHA

Bautismo de infantes Cartago 253 E.C.

Celibato Trento 1545 E.C.

Divorcio por adulterioa Arles 314 E.C.

Encarnación de Cristo Nicea 325 E.C.

Calcedonia 451 E.C.

Infierno de fuego Lyon 1274 E.C.

Florencia 1573 E.C.

Inmaculada concepción Aviñón 1457 E.C.

Prohibido el divorcio Trento 1545 E.C.

Purgatorio Florencia 1573 E.C.

Trento 1545 E.C.

Se prohíbe la predicación

desde el púlpito por

parte de los legos Constantinopla 681 E.C.

Se rechazan las

imágenesb Constantinopla 730 E.C.

Se reincorporan las

imágenes Constantinopla 842 E.C.

Nicea 787 E.C.

Trinidad Nicea 325 E.C.

[Notas a pie de página]

a Solo estas doctrinas concuerdan con lo que dice la Biblia

b Solo estas doctrinas concuerdan con lo que dice la Biblia

    Publicaciones en español (1950-2025)
    Cerrar sesión
    Iniciar sesión
    • Español
    • Compartir
    • Configuración
    • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
    • Condiciones de uso
    • Política de privacidad
    • Configuración de privacidad
    • JW.ORG
    • Iniciar sesión
    Compartir