¡Empezará una nueva escuela!
Este artículo contiene la esencia de las declaraciones finales del presidente del programa en la graduación de la clase número 82 de Galaad.
DESDE su principio en febrero de 1943, la Escuela Bíblica de Galaad de la Watchtower ha preparado a más de 6.000 ministros dedicados de los testigos de Jehová para la obra misional. Durante los más de 40 años en que se ha estado enviando a estos misioneros, veintenas de países han recibido un testimonio cabal acerca del Reino. Al ver en retrospección lo que Jehová ha logrado, el pueblo de Dios ciertamente se regocija por el cumplimiento de una profecía notable.
En el capítulo 49 de Isaías, los Isa 49 versículos 9 a 12, el profeta predijo la liberación de las personas que amaban la justicia y que se hallaban bajo prisión religiosa en “Babilonia la Grande”. Mediante la clase ungida del siervo de Jehová en la Tierra ha salido la vigorosa llamada de Jehová: “Para decir a los prisioneros: ‘¡Salgan!’, a los que están en la oscuridad: ‘¡Revélense!’ Al lado de los caminos pacerán [...] No padecerán hambre, ni padecerán sed, ni los herirá calor abrasador ni sol. Porque Aquel que está teniendo piedad de ellos los guiará [...] ¡Mira! Éstos vendrán aun de lejos”. ¿Se ha respondido a esta llamada? ¡Sí! Personas sinceras han venido, centenares de miles de ellas, de toda dirección, y han revelado así su hambre de la verdad, y su deseo de ser alimentadas e iluminadas por la Palabra de Dios, y de ser liberadas espiritualmente de “Babilonia la Grande”. (Revelación 17:5.) Ahora están dentro del ámbito terrestre de Su organización del Reino, alimentándose de una abundancia de alimento espiritual.
Aumento sobresaliente
A mediados del cuarto decenio de nuestro siglo, entre los primeros países que se beneficiaron de los misioneros de Galaad estuvieron tierras de la América Latina y la zona del Caribe. En estos lugares eran muy pocos los publicadores, y por eso era un verdadero reto llegar a todas partes con el testimonio del Reino. Por ejemplo, en Puerto Rico había solamente 25 publicadores en 1944. Costa Rica tenía 181. México tenía 2.431 publicadores en 1944 cuando llegaron los primeros graduados de Galaad. Pero a medida que los que tenían hambre de la verdad salieron de la oscuridad religiosa y se revelaron como buscadores del Reino de Dios, predicaron celosamente, y algunos emprendieron el servicio de precursor. Los hombres asumieron responsabilidad. ¿En qué resultó esto? Hoy día, Puerto Rico ha informado 21.943 ministros activos, cuatro veces la cantidad de publicadores activos en los 12 países que informaban en la zona del Caribe en 1947. Ahora Costa Rica tiene más publicadores que los que había en toda la América Central hace 40 años. En enero de este año México informó un nuevo máximo de más de 206.000 publicadores, aproximadamente la misma cantidad de publicadores que predicaba en todo el mundo hace 40 años.
En la América del Sur ha sucedido algo similar. En 1947, cuando por primera vez se enviaron misioneros a Argentina, había 790 publicadores allí. Hoy hay 63.613 ministros activos, 26 veces la cantidad que predicaba en los 12 diferentes países de la América del Sur hace 40 años. ¿Y qué hay de Brasil? Cuando los primeros misioneros llegaron a aquel país en 1945, solo 394 publicadores daban testimonio allí. Pero perseveraron, y Brasil ahora tiene más de 200.000 publicadores. Eso es más de 80 veces la cantidad de los publicadores activos de toda la América del Sur en 1947. También ha habido grandes aumentos en otros países de ese continente.
Y si dirigimos la atención al Lejano Oriente, de nuevo vemos maravillosa prueba de la bendición de Jehová, pues el mensaje de liberación de la verdad del Reino ha hecho posible que miles de personas salgan de la oscuridad. Cuando los primeros misioneros fueron asignados a Japón en 1949, un grupito de ocho publicadores informaba actividad. En los ocho países asiáticos que informaban actividad hace 40 años, había un total de 475 ministros activos. Hoy hay 116.272 tan solo en Japón.
En Oceanía solo había dos sucursales hasta 1959. Con la ayuda de publicadores australianos, que se mudaron para servir donde había mayor necesidad de ayuda, y con los esfuerzos de otros publicadores de congregación y unos cuantos misioneros, las buenas nuevas han llegado a miles de personas en varios territorios isleños. Ahora hay otras seis sucursales en aquella parte del campo.
También es emocionante la historia del adelanto que se ha alcanzado en África. En los 17 países que informaron actividad en 1947 había un total de 24.896 publicadores. Pero los misioneros ayudaron a esparcir rápidamente las buenas nuevas, y pronto centenares de miles de personas se revelaron como quienes buscaban a Jehová y su justicia. Hoy día, tan solo en Nigeria unos 130.000 Testigos proclaman celosamente el mensaje del Reino.
No hay duda de que la Palabra de verdad de Jehová, que esparce liberación, está logrando lo que es Su deleite. Está alcanzando éxito seguro en aquello por lo cual él la ha enviado. (Isaías 55:10, 11.) Ahora que se está recogiendo una cosecha tan grande, esa misma Palabra nos asegura que Jehová levantará más pastores diestros, entrenados. (Compárese con Jeremías 23:4.) El Cuerpo Gobernante está bien al tanto de la creciente necesidad de hombres capacitados que atiendan responsabilidades en el campo y en las diversas sucursales de la Sociedad. Se están dando pasos para satisfacer esa necesidad.
La Escuela de Entrenamiento Ministerial
Ustedes los graduados de la clase número 82 de Galaad, así como todos los que han estado presentes en esta ocasión tan edificante, se alegrarán de saber que en el otoño de 1987 se abrirá una nueva escuela. Esta Escuela de Entrenamiento Ministerial, como se llamará, será parte de la Escuela Bíblica de Galaad de la Watchtower, lo que hará posible que hermanos procedentes de otros países asistan a ella. Se espera que la primera clase comience para el 1 de octubre de este año en la ciudad de Pittsburgh, Pensilvania, E.U.A., el centro de actividad de los primeros años de la Sociedad. Después de completarse la primera clase se conducirán otras a intervalos regulares en diferentes partes de los Estados Unidos.
Los que se matriculen tendrán que satisfacer requisitos bíblicos específicos. Inicialmente se entrenará a ancianos y siervos ministeriales solteros que gocen de buena salud. Si algunos son precursores, mucho mejor. Después de su adiestramiento, los que sean invitados a participar en la escuela deben estar dispuestos a servir en cualquier lugar del campo mundial en que se necesite ayuda. Para esto se exigirá tener el espíritu de Isaías, quien se ofreció de buena gana, diciendo: “¡Aquí estoy yo! Envíame a mí”. (Isaías 6:8.) Ustedes los graduados de esta clase número 82, junto con los misioneros que ya sirven en más de cien países, pueden esperar que a su debido tiempo tengan a otros hermanos adiestrados trabajando a su lado.
Se ha preparado un programa de estudios enteramente nuevo para la Escuela de Entrenamiento Ministerial. La escuela se ha establecido para entrenar a hermanos capacitados que han tenido alguna experiencia en la organización como ancianos o siervos ministeriales de las congregaciones.
El progreso es necesario
Después del día festivo del Pentecostés en 33 E.C. la congregación cristiana estuvo muy activa esparciendo las buenas nuevas en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y, con el tiempo, hasta las partes más distantes de la Tierra. (Hechos 1:8.) Para el año 60 E.C. el apóstol Pablo, quien había llevado la delantera en actividades de evangelización entre las naciones, escribió a los colosenses y dijo: “De esta esperanza oyeron antes por la declaración de la verdad de esas buenas nuevas que se han presentado a ustedes, así como ellas están llevando fruto y aumentando en todo el mundo”. Entonces añadió que aquellos compañeros de creencia ‘no deberían dejar que los movieran de la esperanza de aquellas buenas nuevas que habían oído, y que se habían predicado en toda la creación bajo el cielo’. (Colosenses 1:5, 6, 23.)
En relativamente poco tiempo los cristianos primitivos habían dado extensa difusión a las buenas nuevas. Jehová había otorgado el aumento, y la cantidad de los discípulos se multiplicó en gran manera. Esto exigió mayor número de hombres capacitados que enseñaran en la congregación y pastorearan el rebaño. Uno de los jóvenes superintendentes que llevaban tal responsabilidad fue Timoteo. ¿Qué exhortación dio el apóstol Pablo a Timoteo? Su entrenamiento no cesaría: “Al dar estos consejos a los hermanos serás excelente ministro de Cristo Jesús, uno nutrido con las palabras de la fe y de la excelente enseñanza que has seguido [...] Ve entrenándote con la devoción piadosa como mira”. (1 Timoteo 4:6-8.) Esto sería mucho más importante que el concentrarse en algún interés o búsqueda personal, lo que incluiría hasta los ejercicios y el entrenamiento corporales. Para cumplir de lleno con su ministerio, Timoteo tenía que prestar atención a sí mismo y a su enseñanza.
A ustedes los graduados de esta clase de Galaad se les ha entrenado para su actividad misional. Superintendentes capacitados para enseñar les han impartido excelentes dádivas espirituales. Ahora habrá otro excelente programa de entrenamiento para hombres capacitados que ya tienen alguna experiencia en atender responsabilidades de congregación. Serán adiestrados con la devoción piadosa en mira, lo que les ayudará a mantener la perspectiva correcta y los preparará para enfocar la atención en esto que Pablo también escribió a Timoteo: “Que nadie jamás menosprecie tu juventud. Por lo contrario, hazte ejemplo para los fieles en el hablar, en conducta, en amor, en fe, en castidad. [...] Continúa aplicándote a la lectura pública, a la exhortación, a la enseñanza. Reflexiona sobre estas cosas; hállate intensamente ocupado en ellas, para que tu adelantamiento sea manifiesto a todos”. (1 Timoteo 4:12, 13, 15.)
Como en el caso de Timoteo, los hermanos que han sido nombrados para responsabilidades en las congregaciones hoy, entre ellos hombres jóvenes, deben darse cuenta de lo urgente y apropiado de que hagan manifiesto su adelanto en este tiempo. Al hacer eso, evidenciarán que sinceramente cumplen con las normas divinas y genuinamente están interesados en atender intereses espirituales, lo que los capacita para más privilegios de servicio. (Filipenses 2:20, 21.)
En vista de la necesidad que existe en esta etapa del desarrollo del propósito divino, es un privilegio el servir a Jehová dondequiera que él utilice a uno dentro de su organización. ¡Cuán agradecidos les estamos tanto a nuestro Gran Pastor como al Pastor Excelente, Jesucristo, por esta nueva y oportuna dádiva mediante su organización: la Escuela de Entrenamiento Ministerial!