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  • El caso universal que le concierne

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  • El caso universal que le concierne
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1988
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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1988
w88 1/2 págs. 10-15

El caso universal que le concierne

“Presenten ustedes su causa polémica —dice Jehová—. Produzcan sus argumentos.” (ISAÍAS 41:21.)

1, 2. a) ¿Quién está implicado en el más importante caso judicial que se ha de argüir? b) ¿Qué está en cuestión?

EN EL transcurso de la historia ha habido un sinnúmero de casos judiciales. En estos se han presentado testigos y pruebas en apoyo de un lado o el otro de la contienda legal. Muchos de estos casos han implicado a individuos, mientras que otros han afectado a grupos de personas. Pero todos esos casos resultan insignificantes al compararlos con el caso universal que se debate ahora. Este es, por mucho, el caso más importante de la historia. Sus resultados afectarán a toda persona aquí en la Tierra, sea que quiera involucrarse en él o no.

2 La figura central de este caso es el más encumbrado personaje del universo, Jehová Dios, “el Creador de los cielos y el Magnífico que los extiende; Aquel que tiende la tierra y su producto, Aquel que da aliento a la gente sobre ella”. (Isaías 42:5.) ¿Qué está en cuestión? Su divinidad está en cuestión... lo justo de su gobernación sobre todo el universo, incluidos la Tierra y sus habitantes. A esto puede llamársele la cuestión de la soberanía universal.

3. ¿Qué preguntas básicas se presentan en cuanto a la cuestión de la soberanía universal?

3 Preguntas básicas respecto a esta cuestión son las siguientes: ¿Cuáles de todos los dioses adorados han resultado tan dignos de confianza que uno pudiera dar la vida y su futuro por ellos? ¿Cuáles han tenido existencia real, y cuáles han sido solo invenciones humanas? ¿Hay un Dios verdadero, vivo y supremo que pueda librar a la humanidad de su desesperada condición actual y hacer realidad la clase correcta de gobierno que asegure paz, seguridad, prosperidad y salud genuinas?

4. ¿Qué se puede decir de los que creen que no hay ninguna cuestión, porque alegan que ya creen en Dios?

4 Muchas personas creen que, en lo que toca a ellas, no hay ninguna cuestión que resolver, pues dicen que ya creen en Dios. Pero ¿pueden presentar evidencia de que la deidad a quien adoran es realmente el Dios verdadero, de que las promesas de él son confiables, y de que en la vida de ellas rigen los propósitos y las leyes de él? Si esas personas responden que sí, entonces también deberían poder contestar estas preguntas: ¿Precisamente qué evidencia hay de la existencia de un Dios verdadero cuyas promesas sean confiables? ¿Qué propósito tiene Dios para la humanidad y la Tierra? ¿En qué punto nos encontramos en el horario de Dios, y qué encierra el futuro cercano? ¿Y qué quiere él que nosotros como individuos hagamos en apoyo de su causa?

5. ¿A quiénes se asemejan los que no presentan prueba para apoyar su creencia en Dios?

5 La mayoría de las personas que dicen que creen en Dios no pueden contestar con autoridad sólida esas preguntas. Pudiera asemejarse a esas personas a las del primer siglo que decían que creían en Dios pero cuyas obras negaban su afirmación. De ellas la Palabra de Dios dice: “Declaran públicamente que conocen a Dios, pero por sus obras lo repudian”. Sí, “la fe sin obras está muerta”. (Tito 1:16; Santiago 2:26.) Por eso, los que dicen que creen en Dios pero no pueden presentar prueba sólida que apoye esa creencia no difieren en nada de la gente de siglos pasados que creía en dioses falsos a quienes desde hace mucho tiempo no se rinde adoración.

Casos de prueba

6, 7. a) Describa la religión de los egipcios antiguos. b) ¿Cómo estuvieron implicados los israelitas en la cuestión que surgió entre Jehová y los dioses egipcios?

6 Un ejemplo de esto fue el caso que se instituyó contra los dioses del Egipto antiguo unos 1.500 años antes de nuestra era común. Los egipcios adoraban a una multitud de dioses, entre ellos animales como el toro, el gato, la vaca, el cocodrilo, el halcón, la rana, el chacal, el león, la serpiente, el buitre y el lobo. Veían a muchos de estos animales como encarnaciones de algún dios o diosa, y el matarlos deliberadamente era castigado con la pena de muerte. Se momificaba a los animales sagrados y se les celebraban funerales elaborados.

7 En oposición a todos aquellos dioses estaba Jehová, el Dios a quien adoraba el Israel antiguo. Su representante, Moisés, fue enviado a pedirle a Faraón que dejara salir al pueblo de Jehová —un pueblo que entonces estaba cautivo—, puesto que Jehová les había prometido libertad. (Éxodo 3:6-10.) Pero Faraón declaró: “¿Quién es Jehová, para que yo obedezca su voz y envíe a Israel? No conozco a Jehová en absoluto y, lo que es más, no voy a enviar a Israel”. (Éxodo 5:2.) Faraón estaba seguro de que los dioses de Egipto eran superiores a Jehová.

8, 9. a) ¿Cómo demostró Jehová que era superior a los dioses egipcios? b) Visto lo sucedido, ¿qué hay que decir de los dioses de Egipto?

8 ¿Quién resultaría ser el Dios verdadero que pudiera cumplir sus promesas y proteger a su pueblo? La respuesta vendría pronto. Jehová predijo: “En todos los dioses de Egipto ejecutaré juicios”. (Éxodo 12:12.) ¿Cumplió esa profecía? ¡Sí! Jehová causó diez plagas devastadoras con el fin de humillar a los dioses de Egipto. Ninguno de aquellos dioses pudo proteger a los egipcios. Y la décima plaga fue especialmente significativa, porque mató a los primogénitos egipcios, entre ellos al de Faraón. Esto fue un golpe directo al dios principal de ellos, Ra (Amón-Ra), puesto que los gobernantes de Egipto se consideraban dioses, hijos de Ra. Para los egipcios, la muerte del primogénito de Faraón significaba la muerte de un dios.

9 Sin embargo, ningún primogénito israelita murió, puesto que tenían la protección de Jehová. Además, Dios dio a su pueblo la libertad que les había prometido. Y como golpe final a los dioses falsos de Egipto, tanto Faraón como su ejército —hasta el último de ellos— fueron destruidos en el mar Rojo. Así Jehová demostró que era el Dios verdadero. Sus promesas eran las que se cumplían, y sus adoradores eran los que recibían protección. (Éxodo 14:21-31.) Por otra parte, los dioses de Egipto no pudieron ayudar a sus adoradores. Aquellos dioses en realidad no tenían existencia alguna, sino que eran invención de humanos.

10. ¿A qué cuestión se encararon Asiria y los adoradores de Jehová?

10 Otro caso que implicaba divinidad se presentó unos ocho siglos después, en el tiempo del rey Ezequíasa. La feroz Potencia Mundial Asiria, que había conquistado a todas las naciones a su paso, amenazaba a los adoradores de Jehová. Ahora exigió la rendición de Jerusalén, la ciudad donde estaba el “trono de Jehová”, que representaba la adoración de Jehová en la Tierra. (1 Crónicas 29:23.) Ezequías, el rey de Judá, reconoció que los asirios ‘habían devastado todos aquellos otros países y habían echado en el fuego a los dioses de aquellas tierras porque no eran dioses, sino la obra de las manos del hombre’. (Isaías 37:18, 19.)

11. ¿Cómo rescató Jehová a sus adoradores, y qué demostró esto?

11 El fiel Ezequías entonces oró a Jehová y le pidió su protección. Jehová prometió que no se usaría ningún arma asiria contra Jerusalén. (Isaías 37:33.) En cumplimiento de aquella profecía, no se usó arma alguna contra aquella ciudad. En vez de eso, “el ángel de Jehová procedió a salir y a derribar a ciento ochenta y cinco mil hombres en el campamento de los asirios”. Después de aquella aplastadora derrota, el rey asirio, Senaquerib, se retiró. Posteriormente, mientras adoraba a su dios Nisroc, sus hijos lo asesinaron. (Isaías 37:36-38.) Así, de nuevo probó Jehová que era el Dios de la profecía verdadera que puede librar a sus adoradores. Los dioses de Asiria y de las naciones circundantes resultaron falsos, no existentes, dioses que no podían proteger a sus seguidores.

12. ¿De qué manera se mofó Belsasar de Jehová?

12 Aproximadamente dos siglos después, el pueblo de Dios, que le había sido infiel, estuvo en cautiverio en Babilonia, la siguiente potencia mundial. El rasgo principal de Babilonia era la multitud de dioses, diosas y templos de adoración que tenía. Pero en un jactancioso arranque de exaltación personal el rey Belsasar, de Babilonia, expresó burla contra Jehová. En un gran festín, ordenó que se trajeran los vasos sagrados que los babilonios habían sacado del templo de Jerusalén. “Bebieron de ellos el rey y sus grandes, sus concubinas y sus esposas secundarias. Bebieron vino, y alabaron a los dioses de oro y de plata, cobre, hierro, madera y piedra.” (Daniel 5:1-4.)

13. ¿Qué hizo Jehová que Daniel le dijera a Belsasar?

13 Esto fue un insulto directo a Jehová, un desafío a él en nombre de los dioses de Babilonia. Jehová entonces hizo que su profeta Daniel diera testimonio denodado ante el rey Belsasar y todos los concurrentes a aquel banquete. Daniel sostuvo la divinidad de Jehová y dijo al rey Belsasar: “Tú no has humillado tu corazón [...] Antes bien, contra el Señor de los cielos te ensalzaste, [...] y tú has alabado a meros dioses de plata y de oro, cobre, hierro, madera y piedra, que nada contemplan y nada oyen y nada saben; pero al Dios en cuya mano tu aliento está, y al cual pertenecen todos tus caminos, no has glorificado”. (Daniel 5:22, 23.)

14. ¿Cómo demostró Jehová que era el Dios verdadero?

14 Entonces Daniel entregó el mensaje de Jehová, que era este: ¡El arrogante rey Belsasar y Babilonia serían derribados por los medos y los persas aquella misma noche! (Daniel 5:24-27.) ¿Se realizó aquella profecía? Sí. “En aquella misma noche Belsasar el rey caldeo fue muerto, y Darío el medo mismo recibió el reino.” (Daniel 5:30, 31.) De nuevo, como sucedió respecto a Egipto y Asiria, Jehová resultó ser el Dios verdadero, el Dios que cumple sus promesas. Los siervos de Dios se beneficiaron, pues fueron puestos en libertad del cautiverio y regresaron a su tierra. Los que persistieron en seguir a los dioses falsos experimentaron desastre.

Profecías para nuestro tiempo

15. a) ¿Qué rasgo tienen muchas profecías bíblicas? b) ¿A qué nos referimos también cuando usamos la palabra “dios”?

15 Por inspiración, el profeta Isaías registró profecías que se cumplieron allá en la antigüedad. Pero muchas veces las profecías bíblicas tienen otro cumplimiento, uno más amplio, que se relaciona con nuestro tiempo. Así sucedió con mucho de lo que escribió Isaías. Parte de su mensaje contenía profecías acerca del desafío que Jehová ha lanzado hoy a todas las naciones y sus dioses. Y por la palabra “dioses” no nos referimos solo a los dioses a quienes la gente de todo el mundo —incluidas las naciones llamadas paganas hoy— adora directamente, sino también a cosas que encajan con la definición de esa palabra. Una definición de la palabra “dios” es: “Uno que domina un aspecto o parte particular de la realidad; una persona o cosa de valor supremo”.

16. ¿A qué dioses adora la gente de las naciones, incluida la cristiandad?

16 Entre aquellos a quienes se considera dioses hoy están los millones de dioses adorados por los hindúes, así como los dioses adorados por musulmanes, budistas, sintoístas, animistas y otros religiosos. También está entre ellos el dios del materialismo, lo de supremo valor para la mayoría de la gente en la Tierra, el motivo principal de su vida. También están entre ellos los dioses del poderío militar y la ciencia, a los cuales acuden las naciones en busca de seguridad y salvación. Además, la realidad es que la mayoría de las personas —hasta de la cristiandad— que dicen que creen en Dios no confían en él ni le sirven con lealtad, sino que confían en personas o cosas a las que dan su principal lealtad, y sirven a estas.

17. ¿A qué está dirigido el cumplimiento mayor del mensaje de Isaías?

17 El cumplimiento mayor del mensaje de Isaías está dirigido a todos esos dioses de nuestro tiempo. Jehová pide a los grupos nacionales que se junten y ‘hablen’. Este es su desafío: “Acerquémonos juntos para el juicio mismo”. (Isaías 41:1.) Hoy vivimos en el tiempo del “juicio” de este mundo. El sistema está en sus “últimos días”, como se predijo en 2 Timoteo 3:1-5 y Mateo 24:1-14. En este tiempo Jehová desafía a los dioses de las naciones a predecir con exactitud el futuro y probar así que son dioses. También los desafía a proteger, si pueden, a sus adherentes. “Presenten ustedes su causa polémica —dice Jehová—. Produzcan sus argumentos [...] e infórmennos las cosas que van a suceder.” (Isaías 41:21, 22.)

18. ¿Cómo se identifica el Dios omnipotente, y qué promete a sus adoradores?

18 El Dios omnipotente se identifica: “Yo soy Jehová. Ese es mi nombre; y a ningún otro daré yo mi propia gloria, ni mi alabanza a imágenes esculpidas”. (Isaías 42:8.) Y dice a los que lo apoyan: “No tengas miedo, porque estoy contigo. No mires por todos lados, porque soy tu Dios. Yo ciertamente te fortificaré. Yo cierta y verdaderamente te ayudaré”. Les promete: “Todos los que se acaloran contra ti se avergonzarán y serán humillados. Los hombres que tienen una riña contigo llegarán a ser como nada, y perecerán”. “Sea cual sea el arma que se forme contra ti, no tendrá éxito [...] Esta es la posesión hereditaria de los siervos de Jehová.” (Isaías 41:10, 11; 54:17.)

19, 20. a) ¿Cómo muestra Isaías que Jehová tiene un tiempo señalado para arreglar los asuntos? b) ¿A quiénes produce Jehová en estos “últimos días”, y cómo lo representan ellos?

19 Por mucho tiempo —por siglos— Jehová ha dejado que las naciones sigan sus propios caminos. Sin embargo, Su tiempo señalado para ajustar cuentas en la Tierra ha llegado. Por eso declara: “He estado callado por largo tiempo. Continué silencioso. Seguí ejerciendo autodominio”. Pero ahora, “como hombre poderoso Jehová mismo saldrá. Como guerrero despertará celo. Gritará, sí, soltará un grito de guerra; sobre sus enemigos se mostrará más poderoso”. (Isaías 42:13, 14.) En las profecías de Isaías y de otros escritores de la Biblia, así como en las que pronunció Jesús, Jehová predice que en estos “últimos días” levantaría a un pueblo que diera testimonio celoso acerca de él, como si fueran testigos en un caso judicial.

20 El pueblo que Jehová produce para que le sirva presenta evidencia de que él es el Dios verdadero, Salvador de sus adoradores y Destructor de los dioses falsos y sus adherentes. El pueblo de Jehová hoy ‘canta sus alabanzas desde la extremidad de la tierra, de todas las naciones e islas, desde la cumbre de las montañas’. (Isaías 42:10-12.) Esto cumple otra profecía de Isaías: “En la parte final de los días [en nuestro tiempo] [...] la montaña de la casa de Jehová [su adoración verdadera] llegará a estar firmemente establecida por encima de la cumbre de las montañas, y ciertamente será alzada por encima de las colinas [sobre todo otro tipo de adoración]; y a ella tendrán que afluir [personas de] todas las naciones”. ¿Y qué instan estas personas a otras a hacer? Suplican a personas de corazón sincero y honrado: “Vengan, y subamos a la montaña de Jehová, [...] y él nos instruirá acerca de sus caminos, y ciertamente andaremos en sus sendas”. (Isaías 2:2-4.)

21. Por el desafío de Jehová a los dioses de las naciones, ¿qué preguntas surgen?

21 Por eso, como si estuviera dirigiéndose a un tribunal, Jehová dice: “Que todas las naciones se junten en un solo lugar, y que los grupos nacionales se reúnan. [...] Que suministren sus testigos, para que sean declarados justos, o que oigan y digan: ‘¡Es la verdad!’”. (Isaías 43:9.) Este es un desafío directo a los dioses de las naciones. ¿Puede cualquiera de ellos decir lo que encierra el futuro? ¿Pudieron hacer eso en el pasado? ¿Pueden encontrar a alguien que dé testimonio con prueba sólida de que esos dioses han resultado ser veraces, dignos de nuestra lealtad? ¿Qué registro de actividad tienen en nuestro tiempo los dioses de las naciones, y sus seguidores? ¿Ha sido mejor que el que produjeron los dioses de los antiguos egipcios, asirios y babilonios? Por otra parte, ¿han dado prueba sólida de que Jehová es el Dios verdadero —el Único digno de nuestra adoración— los que dan testimonio acerca de Jehová? El artículo siguiente considerará estos asuntos.

[Nota a pie de página]

a El número del 15 de enero de La Atalaya consideró cómo recompensó Jehová la confianza que Ezequías puso en Él. Aquellos acontecimientos dramáticos también implicaron la cuestión de divinidad.

Preguntas de repaso

◻ ¿Qué abarca la cuestión de la soberanía universal?

◻ ¿Qué dioses de las naciones están implicados en la cuestión hoy?

◻ ¿Qué resultado de tres casos de prueba muestran que Jehová es superior a los dioses falsos?

◻ ¿Cómo muestra Isaías que Jehová arreglará los asuntos en nuestro tiempo?

◻ ¿Qué preguntas hay que contestar sobre los adherentes de todas las religiones hoy?

[Ilustración en la página 11]

Los dioses de Egipto resultaron impotentes ante el Dios verdadero, Jehová

[Ilustración en la página 12]

El Dios verdadero dio un golpe aplastador a los dioses de Asiria y sus adherentes

[Ilustración en la página 13]

Daniel entregó el mensaje de Jehová a los adoradores de los dioses falsos de Babilonia

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