Los proclamadores del Reino informan

‘La mies está madura’ en Birmania

◻ EN EL hermoso país de Birmania hay más de 1.500 proclamadores de las buenas nuevas. Sus asambleas recientes se celebraron en las lenguas birmana, lushai y haka chin, y la concurrencia total fue de 2.273 personas. Las siguientes experiencias muestran cuánto interesa a las personas mansas el mensaje del Reino, y dan énfasis a lo que Juan vio en una visión: “La mies de la tierra está cabalmente madura”. (Revelación 14:15.)

Sucedió en Dinam

◻ Un precursor especial que participaba en el ministerio de casa en casa en Matupi habló con un estudiante que estaba muy interesado en aprender cuanto pudiera acerca del infierno. Cuando se le explicó que el infierno de que habla la Biblia es el sepulcro común de la humanidad, quedó muy sorprendido. Profundamente conmovido, quiso compartir con sus parientes de la aldea de Dinam lo que había aprendido. Durante unos días de fiesta escolares regresó a su aldea y esparció la verdad acerca del infierno. Porque quiso aprender más, su cuñado acompañó al estudiante de regreso a Matupi para hablar personalmente con el precursor. Permaneció unas semanas en Matupi y estudió con él. Algún tiempo después, en su segunda visita a Matupi, insistió en que los precursores visitaran su aldea, porque, como dijo, muchas personas se interesaban en el mensaje allí. Los tres precursores aceptaron con gusto la invitación. Les tomó 12 horas de difícil viaje llegar a Dinam.

El día que llegaron los precursores a Dinam se estaba efectuando un funeral, y personas de aldeas cercanas quisieron aprender más sobre el infierno bíblico. Todas querían hablar con los visitantes. Se consideraron asuntos bíblicos desde las siete hasta las once de la noche. Una persona comprensiva de entre la muchedumbre detuvo la conversación a las once para que los precursores estuvieran descansados el día siguiente. Por la mañana todos empezaron a considerar asuntos bíblicos desde las siete, y continuaron hasta las diez de la noche, y solo pausaron un rato para comer. Cuando los precursores partieron de la aldea, las personas mansas solicitaron que regresaran en otra ocasión y pasaran más tiempo con ellas. ¡Qué privilegio comunicar a aquellas personas las preciosas buenas nuevas del Reino! ¡En verdad la mies está ‘madura’ en Birmania!

Obtiene la verdad de un libro descartado

◻ En Birmania, un hombre que visitaba a un amigo que vendía como desecho libros y periódicos viejos vio en casa de este un libro viejo sin cubierta. Empezó a leerlo. Pronto quedó absorto en la lectura. Sucedió que era el libro Escuchando al Gran Maestro, publicado por la Sociedad Watch Tower. El hombre escribió a la sucursal de la Sociedad para obtener más libros. La sucursal en seguida envió a un precursor para que lo visitara. El precursor empezó un estudio bíblico con el hombre, y tras unos cuantos estudios aquel hombre reconoció la verdad y empezó a efectuar cambios en su vida; se libró de sus malos hábitos y después se deshizo de sus ídolos religiosos hindúes. Poco tiempo después él y su hija mayor se dedicaron a Jehová y se bautizaron. Ahora él es precursor regular.

Verdaderamente “la mies es mucha, pero los obreros son pocos” en el fructífero campo de Birmania. (Mateo 9:37, 38.)