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  • Los proclamadores del Reino informan
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1990
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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1990
w90 1/7 pág. 7

Los proclamadores del Reino informan

◻ DEBIDO a la “gran persecución” que se levantó contra la congregación cristiana primitiva muchos discípulos de Cristo fueron esparcidos por diferentes lugares. (Hechos 8:1.) Con todo, la persecución resultó contraproducente, porque los que habían sido esparcidos ‘fueron por la tierra declarando las buenas nuevas de la palabra’. (Hechos 8:4.) Felipe siguió predicando, y “las muchedumbres prestaban atención de común acuerdo”. (Hechos 8:6.) Tal como la persecución resultó contraproducente en el primer siglo, así sucedió en una aldea del norte de Tailandia.

Un precursor especial de los testigos de Jehová empezó a predicar en aquella aldea, pero al principio los aldeanos no le prestaban atención. Sin embargo, cuando él habló al predicador local, la gente se acercó para escuchar. Algunos se dieron cuenta de que el Testigo sabía más de la Biblia que su ministro, y empezaron a estudiar la Biblia con el precursor a pesar de que otros los irritaban. Los opositores mataron algunos patos de los estudiantes, amenazaron de muerte al precursor y quemaron la casa de un hombre que se interesaba en el mensaje bíblico. Este dijo: “Me pueden quemar la casa, pero no me podrán quemar el corazón”. Los que estudiaban con el Testigo viajaban mucho en bicicleta para asistir a las reuniones del Salón del Reino. Cuatro de ellos se bautizaron, y otros seis siguen asistiendo a las reuniones con ellos.

Recompensados por su honradez

◻ Los hermanos de Zambia se han ganado la buena reputación de ser honrados, y esto ha significado bendiciones para ellos y ha ayudado a otras personas a saber dónde está la verdad. Mientras viajaba en un autobús, un anciano que sirve de precursor regular escuchó a una Testigo conversar con otros pasajeros acerca de la resurrección. Uno de ellos le preguntó: “¿Por qué afirman ustedes los Testigos que su religión es la única religión verdadera?”. El hermano intervino en la conversación y dijo al pasajero que Jehová recompensará a sus Testigos porque enseñan la verdad con la Biblia.

Pasada la medianoche durante este largo viaje, el autobús llegó a una barricada. Estaba lloviendo a cántaros. Un soldado entró en el autobús y preguntó si había testigos de Jehová allí. Había tres. Entonces dijo: “Muy bien, los Testigos pueden quedarse sentados; los demás salgan con su equipaje”. Los pasajeros salieron bajo la lluvia, y después de la inspección entraron de nuevo con su equipaje y su ropa empapados.

El soldado entró de nuevo en el autobús y dijo: “La razón por la cual dejé aquí a los Testigos es porque son honrados. La mucha experiencia que hemos tenido con ellos nos ha mostrado que son la única gente honrada; cuando les preguntamos qué llevan en su equipaje, nos dicen la verdad”. Al ponerse en marcha el autobús, el hermano preguntó: “¿Cuál es la religión verdadera?”. Alguien contestó: “La que no está empapada con el agua de la lluvia”.

Sí, la honradez ayuda a identificar la religión verdadera, ¡y ciertamente tiene sus recompensas!

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