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  • ¿Aprecia usted la organización terrestre de Jehová?

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  • ¿Aprecia usted la organización terrestre de Jehová?
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1991
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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1991
w91 1/11 págs. 30-31

¿Aprecia usted la organización terrestre de Jehová?

CUANDO usted mira un magnífico diamante que ha sido cortado cuidadosamente, ¿qué ve? Una joya de verdadera hermosura. Pero si examina ese mismo diamante con un microscopio, ¿qué podrá notar? Probablemente vea rayas, resquebraduras, sustancias ajenas en los cristales, u otros defectos.

¿Destruiría o desecharía usted el diamante simplemente por la apariencia que presenta bajo el microscopio? ¡Por supuesto que no! Tan solo aléjese del microscopio y todavía podrá apreciar la hermosura y el extraordinario brillo que distingue al diamante de las demás gemas.

Como un diamante, la organización terrestre de Jehová se distingue por muchas razones. Ninguna otra organización en la Tierra goza de una relación íntima con el Creador. En una carta dirigida a cristianos ungidos del primer siglo, que tenían la esperanza de vivir en el cielo, el apóstol Pedro aludió a esa relación especial. Dijo: “Ustedes son ‘una raza escogida, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo para posesión especial’”. (1 Pedro 2:9.) Hoy una gran muchedumbre de “otras ovejas”, personas que esperan alcanzar vida eterna en la Tierra, se ha unido a los que quedan de esa “nación santa” en su adoración a Dios. (Juan 10:16.) Juntos, estos dos grupos forman una organización que sobresale como una gema hermosa y extraordinariamente brillante.

No mire a otros con ojo crítico

Pero hay que reconocer que esta organización mundial está compuesta de humanos imperfectos. Por eso, ¿qué sucedería si la miráramos por un microscopio figurativo? Sí; hallaríamos que los que la componen tienden a pecar y cometen faltas. (Romanos 3:23.)

El apóstol Pablo reconoció que tenía faltas como esas. Dijo: “Cuando deseo hacer lo que es correcto, lo que es malo está presente conmigo”. (Romanos 7:21.) Todo cristiano experimenta ese mismo conflicto. Todos cometemos errores. Además, tarde o temprano muchos sufren por errores que cometen otras personas. ¿Deberíamos desanimarnos o desilusionarnos cuando se ponen de manifiesto las faltas e imperfecciones de nuestros compañeros cristianos? ¿Debería eso disminuir nuestro aprecio por la organización de Jehová? ¡De ninguna manera! Más bien, deberíamos alejarnos del microscopio, por decirlo así, y dejar de concentrarnos en las imperfecciones de otros.

Las Escrituras alistan varios rasgos que identifican a las personas sobre quienes opera el espíritu santo. Algunos de esos rasgos son: “amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe, apacibilidad, autodominio”. (Gálatas 5:22, 23.) Por contraste, las organizaciones religiosas, políticas y comerciales de este mundo muchas veces despliegan lo que la Biblia llama las obras de la carne: “enemistades, contiendas, celos, arrebatos de cólera, altercaciones, divisiones, sectas, envidias, borracheras, diversiones estrepitosas, y cosas semejantes a estas”. (Gálatas 5:20, 21.) Por eso, como un diamante resplandeciente entre piedras comunes, el pueblo de Jehová sobresale en medio de un mundo corrupto en sentido espiritual. (Mateo 5:14-16.)

“Aptamente unidos en la misma mente”

Un rasgo sobresaliente del diamante es que su estructura atómica es sumamente compacta, de enlaces muy fuertes. De manera similar, la organización terrestre de Jehová manifiesta una unidad inigualable en cuanto a doctrina y hermandad. Los que la componen aplican la exhortación bíblica de 1 Corintios 1:10, que dice: “Ahora los exhorto, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, a que todos hablen de acuerdo, y que no haya divisiones entre ustedes, sino que estén aptamente unidos en la misma mente y en la misma forma de pensar”.

Los testigos de Jehová también han vencido el prejuicio racial y el orgullo nacional. Dado que tienen “la sabiduría de arriba”, no ‘hacen distinciones por parcialidad’. (Santiago 3:17.) Alabamos a Jehová por lo que ha logrado en ese sentido en una organización compuesta de humanos imperfectos.

Por contraste, la revista The Christian Century, refiriéndose al año 1990, declaró que “el mundo parecía estar más dividido que nunca por grupos religiosos y por sentimientos étnicos y nacionalistas estrechamente vinculados con creencias religiosas. Desde la India hasta Europa y desde el Oriente Medio hasta el Pacífico, la religión se ha mezclado con lealtades étnicas y nacionalistas... a menudo con el resultado de violencia política”. Es patente que lo único que pueden hacer los que desean servir a Dios es acudir a la única organización que disfruta del espíritu y la bendición de Jehová.

‘Como un diamante he hecho tu frente’

El diamante es la sustancia natural más dura que el hombre conoce. La Biblia se refiere al uso de diamantes para grabar sobre materiales duros. (Jeremías 17:1.) Además, note lo que dijo Jehová a Ezequiel: “¡Mira! He hecho tu rostro exactamente tan duro como los rostros de ellos, y tu frente exactamente tan dura como sus frentes. Como un diamante, más dura que el pedernal, he hecho tu frente”. (Ezequiel 3:8, 9.) Jehová dio a Ezequiel una determinación firme, diamantina, que le permitió profetizar a un pueblo obstinado. (Ezequiel 2:6.)

Hoy, de igual manera, Jehová ha dado a su pueblo una dureza o firmeza diamantina cuando este ha afrontado gran oposición. Los testigos de Jehová han aguantado proscripciones legales, chusmas, linchamientos, golpizas, encarcelamientos injustos, torturas y hasta ejecuciones. Con todo, han manifestado una fe inquebrantable.

“Mis propios siervos se regocijarán”

La Biblia predijo un tiempo en que la gente desplegaría una “forma de devoción piadosa”, pero resultaría ‘falsa a su poder’. (2 Timoteo 3:1, 5.) Cierto periódico informa que “protestantes, católicos romanos y judíos están preocupados por la mengua” en la cantidad de concurrentes a sus iglesias y sinagogas. Por otro lado, los testigos de Jehová son estudiantes serios de la Biblia. Cada vez más personas —jóvenes y viejos, hombres y mujeres— asisten a varias reuniones semanales. Una carta dirigida a un periódico dijo que para los Testigos “su religión es su posesión más preciosa, y su único interés es compartirla con otros”.

Esa actitud hace que la organización de Jehová sobresalga como un diamante precioso. Y la honra va a Aquel que fortalece y guía a personas imperfectas mediante su espíritu santo.

El profeta Isaías predijo: “Esto es lo que ha dicho el Señor Soberano Jehová: ‘¡Miren! Mis propios siervos comerán [...] ¡Miren! Mis propios siervos beberán [...] ¡Miren! Mis propios siervos se regocijarán [...] ¡Miren! Mis propios siervos clamarán gozosamente a causa de la buena condición de corazón’”. (Isaías 65:13, 14.)

Hoy vemos el cumplimiento de esa profecía. ¡Dios cuida extraordinariamente a su pueblo! Por eso, si usted se asocia con el pueblo de Dios, no permita que ningún pensamiento negativo le robe su gozo. Vea el cuadro completo, y recuerde: Ninguna otra organización en la Tierra disfruta del cuidado y la protección especial de Dios. Nunca deje de atesorar el privilegio que tiene de pertenecer a ella.

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