Preguntas de los lectores
Puesto que los cristianos no hacen apuestas, ¿pueden aceptar boletos de sorteos o participar en rifas para ganar premios?
Esta pregunta ha surgido varias veces, de modo que ya se ha contestado en nuestras publicaciones. Hemos preparado índices en varios idiomas, como el Índice de las publicaciones Watchtower 1950-1985 (y otro que abarca los años 1986 a 1990). Si el cristiano los tiene en su idioma, le pueden resultar muy útiles para localizar rápidamente las contestaciones que busca.
La pregunta aquí formulada es un ejemplo. Al buscar en el Índice de los años 1950 a 1985 en el encabezamiento “Preguntas de los lectores”, hallamos el tema “sorteos, ¿puede participar un cristiano?”. Se dirige al lector a la sección “Preguntas de los lectores” de La Atalaya del 15 de julio de 1973, página 447.a Muchos Testigos tienen el volumen encuadernado (o números sueltos) de La Atalaya de 1973, o este se encuentra en la biblioteca de muchos Salones del Reino.
La información publicada en 1973 muestra que los cristianos no compran boletos de sorteos (o rifas) para ver si ganan un premio. Dicho claramente, no jugamos al azar, pues eso sería mostrar avidez. (1 Corintios 5:11; 6:10; Efesios 4:19; 5:3, 5.)
Sin embargo, puede que una tienda o un negocio se valga de un sorteo como medio de publicidad. Lo único que la persona tiene que hacer es dar su nombre o enviar un formulario o boleto, sin comprar nada. El sorteo forma parte de un plan publicitario por el que se escoge imparcialmente a la persona que recibirá el premio o premios. Quizás algunos cristianos opinen que pueden aceptar el premio de un sorteo que no implique el juego de azar, tal como aceptarían artículos gratis u otros regalos que un negocio o una tienda dé como parte de su programa publicitario.
No obstante, algunos cristianos evitan todo lo relacionado con sorteos para no hacer tropezar a otros ni confundirlos, y para mantenerse alejados de la trampa de confiar en la llamada Suerte. Como muestra Isaías 65:11, los siervos de Dios no se mezclan con “el dios de la Buena Suerte” ni con “el dios del Destino”. Quizás tampoco quieran envolverse en ninguna publicidad que requiera la participación de los ganadores. Los que son de este parecer no deben criticar a los cristianos cuya conciencia les permita participar en dichos sorteos. (Compárese con Romanos 14:1-4.)
[Nota a pie de página]
a Las mismas remisiones se hallan en los encabezamientos “Publicidad”, “Negocios” y “Juegos de azar”, de modo que la versatilidad del Índice ayuda a localizar la información.