La fuente de valor inagotable
“UN SONIDO sibilante nos hizo detenernos en seco. Luego dos pájaros salieron de un matorral que había a nuestra izquierda y corrieron hacia nosotros con las alas abiertas. Ante nosotros se encontraban dos huevos en una pequeña hondonada. Los pájaros impidieron que pisáramos accidentalmente su nido. Cada vez que intentábamos acercarnos para fotografiar los hermosos huevos moteados de color marrón, las aves repetían su acción amenazante. ‘Qué valor tienen’, pensamos.”
Esa fue la experiencia que vivieron cuatro adultos al acercarse al nido de un alcaraván de El Cabo. Un pájaro más pequeño es la avefría herrero. En el libro Everyone’s Guide to South African Birds, los ornitólogos Sinclair y Mendelsohn explican: “Las parejas que crían protegen el nido y los polluelos con energía, y se vuelven muy agresivas cuando se acerca algún intruso. No les inmuta su tamaño, y alzan el vuelo emitiendo fuertes sonidos para caer en picado intrépidamente incluso sobre el hombre a fin de intimidarlo”.
Se ha observado a grandes elefantes solos dirigirse inadvertidamente hacia el nido de una avefría y provocar la misma reacción amenazante del ave. Los elefantes por lo general se desvían de su camino con actitud complaciente.
¿De dónde consiguen las aves este valor? Procede de Aquel que las creó. Jehová Dios ha programado a estas pequeñas criaturas con reacciones instintivas para impedir que los animales de mayor tamaño dañen sus nidos o lastimen a sus crías.
Lección para los cristianos
Los cristianos pueden aprender una lección de este comportamiento, si bien su valor no debe ser solo instintivo. Se les pide que imiten a su Amo, Jesucristo, quien obedeció sin temor los mandamientos de Dios. (Hebreos 12:1-3.) La Biblia condena a los cobardes que se retraen de servir a Dios. (Hebreos 10:39; Revelación [Apocalipsis] 21:8.) Al mismo tiempo, Jehová entiende nuestra constitución imperfecta y sabe que a veces podemos pecar o no tener el valor necesario para cumplir plenamente con su voluntad. (Salmo 103:12-14.) ¿Qué podemos hacer si el miedo nos impide realizar lo que es correcto?
El cristiano debe dirigirse a Dios en oración y pedirle la fuerza necesaria para encararse a las pruebas y seguir cumpliendo la voluntad divina. En la Biblia hallamos esta promesa alentadora con respecto a la ayuda de Jehová: “Está dando poder al cansado; y hace que abunde en plena potencia el que se halla sin energía dinámica. Los muchachos se cansan y también se fatigan, y los jóvenes mismos sin falta tropiezan, pero los que estén esperando en Jehová recobrarán el poder. Se remontarán con alas como águilas. Correrán, y no se fatigarán; andarán, y no se cansarán”. (Isaías 40:29-31.) Muchos seres humanos imperfectos han experimentado la veracidad de estas palabras y ‘de un estado débil se han hecho poderosos’. (Hebreos 11:34.) Un buen ejemplo fue el apóstol cristiano Pablo, que escribió: “El Señor estuvo cerca de mí y me infundió poder, para que por medio de mí la predicación se efectuara plenamente y todas las naciones la oyeran”. (2 Timoteo 4:17.)
Incluso las personas recién interesadas que quieren ser seguidoras de Jesucristo pueden experimentar tal ayuda fortalecedora. Un sudafricano llamado Henry era tesorero de su iglesia y vivía en la casa de al lado del pastor. Henry buscaba la verdad. A pesar de su apego a la iglesia, un día aceptó la oferta de un estudio bíblico gratuito con los testigos de Jehová. Al cabo de un tiempo expresó el deseo de ser Testigo y preguntó qué pasos había que dar para conseguirlo. Se le explicó que primero tenía que darse de baja de su iglesia. (Revelación 18:4.) Como era vecino y amigo del pastor, Henry pensó que no debía limitarse a escribir una carta de renuncia, sino que tenía que explicarle la razón cara a cara. Lo hizo con valor.
Al pastor le disgustó lo que oyó, y más tarde fue a visitarlo con el presidente de la asamblea y otros miembros de la iglesia. Deseaban saber por qué abandonaba la iglesia y quería pertenecer a una religión que no tenía el espíritu santo de Dios. “Al principio tuve miedo de contestarles —explicó Henry—, porque siempre habían ejercido mucha influencia sobre mí. Pero oré a Jehová por ayuda y pude presentar la siguiente defensa: ‘De todas las religiones del mundo, ¿cuál es la única que utiliza el nombre de Dios, Jehová? ¿No son los testigos de Jehová? ¿Piensan que Dios les permitiría que llevaran su nombre sin darles también su espíritu santo?’.” Los representantes de la iglesia no pudieron refutar este argumento. Agradecido por el conocimiento y la fuerza que Dios provee, Henry participa ahora con valor en el ministerio de puerta en puerta con los testigos de Jehová.
Sí, ser un cristiano verdadero requiere valor. El fin de este mundo se está acercando y las pruebas de la fe van a ir en aumento. Satanás quiere arrebatar a los siervos de Dios su maravillosa esperanza de la vida eterna, y para ello intentará quebrantar su integridad a Jehová. (Compárese con Revelación 2:10.) Pero nunca debemos darnos por vencidos. Aun si sufrimos un revés temporal debido al temor, Jehová nos puede ayudar a recobrarnos. Siga pidiéndole fortaleza para hacer su voluntad. Recuerde: el Creador de las intrépidas aves es la Fuente del valor inagotable. Los verdaderos cristianos deben “tener buen ánimo y decir: ‘Jehová es mi ayudante; no tendré miedo. ¿Qué puede hacerme el hombre?’”. (Hebreos 13:6.)