La Biblia, ¿cuál es su valor real?
“LA BIBLIA es un misterio, un libro que no se escribió para que se entendiera”, dice un amo de casa. Otro observa: “Sé que la Biblia es un libro importante, pero no lo conozco muy bien. Es difícil de entender”.
“Muchos cristianos saben [...] poco de la Biblia”, dijo The Toronto Star. Una señora católica comentó: “Me hace sentir bien tener la Biblia. Me da paz interior”. “La Biblia es como una brújula que te guía a través del mar encrespado y tormentoso de la vida hasta un lugar seguro”, dice un pescador. En palabras de un anterior hindú, “la Biblia es la Palabra de Dios, una dádiva a la humanidad y medicina para los sufrimientos espirituales”.
Las opiniones sobre el verdadero valor de la Biblia son muchas y muy diversas. ¿Cuál es, entonces, su valor real?
La Biblia es el libro más importante y ampliamente distribuido del mundo. En sus páginas se halla la solución a los problemas más difíciles que el hombre ha experimentado o pueda afrontar en el futuro. Su consejo es el más práctico que se conoce. Las normas morales que recomienda son insuperables. Su mensaje tiene fuerza y es provechoso. Este libro de incomparable valor merece que se le saque del estante y se le examine con detenimiento.
Podemos abrir la Biblia con total confianza de que es completamente exacta, confiable y auténtica. La historia seglar confirma los sucesos históricos que cuenta. Los hallazgos arqueológicos corroboran vez tras vez que la Biblia es fáctica y verídica. La franqueza de los aproximadamente cuarenta escritores de la Biblia los distingue como hombres honrados e íntegros. La armonía interna de la Biblia indica que no es de origen humano. Los sucesos que narra, la gente de la que habla y los lugares y ubicaciones que cita son reales. Además, la Biblia contiene sobresalientes profecías, que identifican innegablemente a Jehová Dios como su Autor. (2 Pedro 1:21.)
Nuestro Magnífico Instructor quiso que el conocimiento de su voluntad y propósitos estuviera disponible para aquellos que lo desearan. En realidad, Jehová nos dice claramente que su voluntad es que hombres de toda clase estudien su Palabra y “lleguen a un conocimiento exacto de la verdad”. (1 Timoteo 2:3, 4; Proverbios 1:5, 20-33.) Esta es una de las cosas más importantes que podemos hacer en nuestra vida. Es un reto que tenemos que afrontar. Los primeros cristianos lo entendieron así. Uno de ellos se sintió impulsado a decir: “Esto es lo que continúo orando: que el amor de ustedes abunde todavía más y más con conocimiento exacto y pleno discernimiento; para que se aseguren de las cosas más importantes”. (Filipenses 1:9, 10; Colosenses 1:9, 10.)
La Biblia es el medio principal por el que el Creador comunica su voluntad y propósito a la familia humana, y explica cómo encajamos nosotros individualmente en ese propósito. Contiene sucesos del pasado, y da una visión clara del futuro. La Biblia presenta la doctrina correcta e indica sin ambigüedades lo que debemos creer y lo que no. (Hechos 17:11; 2 Timoteo 3:16, 17.) Ofrece reglas de conducta por las que el hombre debe vivir, y muestra al ser humano el camino al éxito y la felicidad. (Mateo, capítulos 5 a 7.) Recalca que el Reino de Dios es la única esperanza para toda la humanidad, y muestra que este gobierno es el medio para santificar su nombre y vindicar su soberanía. La Biblia explica lo que tenemos que hacer para disfrutar de una relación estrecha y amorosa con nuestro Dador de la vida, Jehová.
Además, la Biblia es el único libro que le permitirá conseguir el mayor premio que la humanidad puede recibir: vida eterna en una Tierra paradisíaca en perfección humana. (Romanos 6:23.) El Hijo unigénito de Jehová nos dice: “Esto significa vida eterna, el que estén adquiriendo conocimiento de ti, el único Dios verdadero, y de aquel a quien tú enviaste, Jesucristo”. (Juan 17:3.) Un libro tan valioso ciertamente debe motivarnos a aprender lo que debemos hacer para obtener el premio de la vida eterna. La Biblia es un libro para ser entendido, como lo muestra el siguiente artículo.