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  • Bendiciones o maldiciones: la elección es nuestra
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1996
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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1996
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Bendiciones o maldiciones: la elección es nuestra

“He puesto delante de ti la vida y la muerte, la bendición y la invocación de mal; y tienes que escoger la vida a fin de que te mantengas vivo.” (DEUTERONOMIO 30:19.)

1. ¿Con qué capacidad fueron dotados los seres humanos?

JEHOVÁ DIOS nos dotó a nosotros, sus criaturas humanas inteligentes, de libre albedrío. No nos creó como meros autómatas, o robots, sino que nos concedió el privilegio y la responsabilidad de obrar por elección propia. (Salmo 100:3.) Los primeros humanos —Adán y Eva— eran libres de seguir la línea de conducta que quisieran, pero tendrían que dar cuenta a Dios de su decisión.

2. ¿Qué elección hizo Adán, y cuál fue el resultado?

2 El Creador proveyó con magnificencia lo necesario para que el hombre gozara de una vida de perpetua bendición en una Tierra paradisíaca. ¿Por qué no se ha realizado aún dicho propósito? Porque Adán eligió mal. Jehová había dado al hombre este mandato: “De todo árbol del jardín puedes comer hasta quedar satisfecho. Pero en cuanto al árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo, no debes comer de él, porque en el día que comas de él, positivamente morirás”. (Génesis 2:16, 17.) Si Adán hubiera optado por obedecer, nuestros primeros padres habrían sido bendecidos. La desobediencia les acarreó la muerte. (Génesis 3:6, 18, 19.) Así pues, el pecado y la muerte se extendieron a toda la progenie de Adán. (Romanos 5:12.)

Se hacen posibles las bendiciones

3. ¿Cómo garantizó Dios que su propósito para el género humano se realizaría?

3 Jehová Dios determinó el medio por el cual llevaría a cabo con el tiempo su propósito de bendecir al género humano. Él mismo anunció una Descendencia al profetizar en Edén: “Pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu descendencia y la descendencia de ella. Él te magullará en la cabeza y tú le magullarás en el talón”. (Génesis 3:15.) Más tarde, prometió que la humanidad obediente sería bendecida mediante esta Descendencia, un descendiente de Abrahán. (Génesis 22:15-18.)

4. ¿Qué ha dispuesto Jehová para bendecir a la raza humana?

4 La prometida Descendencia de la bendición resultó ser Jesucristo. Refiriéndose al papel que Jesús desempeñaría en el propósito de Jehová de bendecir a la raza humana, el apóstol Pablo escribió: “Dios recomienda su propio amor a nosotros en que, mientras todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros”. (Romanos 5:8.) Aquellos de entre la humanidad pecadora que obedezcan a Dios y aprovechen el mérito del sacrificio redentor de Jesucristo serán quienes gocen de las bendiciones. (Hechos 4:12.) ¿Escogeremos la obediencia y las bendiciones consiguientes? El fruto de la desobediencia es algo muy distinto.

¿En qué consisten las maldiciones?

5. ¿Cuál es el significado de la palabra “maldición”?

5 El antónimo de bendición es maldición. La palabra “maldición” se refiere a la acción de hablar mal del prójimo o al deseo expreso de que le venga algún daño. El término hebreo qela·láh tiene su raíz en el verbo qa·lál, que significa literalmente “ser liviano”; no obstante, cuando se usa en sentido figurado, quiere decir ‘invocar el mal sobre’ o ‘tratar con desprecio’. (Levítico 20:9; 2 Samuel 19:43.)

6. ¿Qué incidente de la vida del profeta Eliseo ocurrió cerca de la antigua Betel?

6 Examinemos un ejemplo elocuente de los efectos inmediatos de una maldición. El incidente tuvo lugar cuando Eliseo, el profeta de Dios, viajaba a pie de Jericó a Betel. “Mientras iba subiendo por el camino —dice el relato—, hubo unos muchachitos que salieron de la ciudad y empezaron a mofarse de él y que siguieron diciéndole: ‘¡Sube, calvo! ¡Sube, calvo!’. Por fin él se volvió hacia atrás y los vio e invocó el mal contra ellos en el nombre de Jehová. Entonces dos osas salieron del bosque y se pusieron a despedazar a cuarenta y dos niños del número de ellos.” (2 Reyes 2:23, 24.) No se especifican las palabras precisas con que Eliseo invocó el mal contra aquellos mozalbetes que se burlaban de él. Sin embargo, la declaración verbal fue eficaz porque la pronunció en el nombre de Jehová un profeta de Dios que obraba en armonía con Su voluntad.

7. ¿Qué les sucedió a los muchachos que se mofaron de Eliseo, y por qué?

7 El principal motivo de la burla parece haber sido que Eliseo llevaba puesta la prenda de vestir oficial de Elías, y los muchachos no querían por los contornos a ningún sucesor de este profeta. (2 Reyes 2:13.) A fin de demostrar que era el sucesor de Elías y de enseñar a aquella muchachada y a sus padres el respeto que se debía al profeta de Jehová, Eliseo invocó el mal contra esta banda de mofadores en el nombre del Dios de Elías. En prueba de que aceptaba a Eliseo como su profeta, Jehová hizo que dos osas salieran del bosque y destrozaran a cuarenta y dos de los burlones. Su actuación decisiva se debió a la desvergonzada falta de respeto con que trataron al canal de comunicación que él estaba utilizando en la Tierra en aquel tiempo.

8. ¿Qué se comprometió a hacer el pueblo de Israel, y con qué perspectivas?

8 Años antes, los israelitas habían mostrado igual falta de respeto a las disposiciones de Dios. He aquí lo que sucedió: En el año 1513 a.E.C., Jehová mostró favor al pueblo de Israel librándolo de la servidumbre egipcia y llevándolo como “sobre alas de águilas”. Poco después, el pueblo prometió obedecer a Dios. Nótese cómo la obediencia iba inseparablemente unida al recibimiento de la aprobación divina. Dijo Jehová mediante Moisés: “Si ustedes obedecen estrictamente mi voz y verdaderamente guardan mi pacto, entonces ciertamente llegarán a ser mi propiedad especial de entre todos los demás pueblos, porque toda la tierra me pertenece a mí”. Luego, el pueblo respondió afirmativamente: “Todo lo que Jehová ha hablado estamos dispuestos a hacerlo”. (Éxodo 19:4, 5, 8; 24:3.) Los israelitas aseguraban amar a Jehová, estaban dedicados a él y juraron obedecer su voz. Hacerlo les reportaría grandes bendiciones.

9, 10. ¿Qué hicieron los israelitas durante la estancia de Moisés en el monte Sinaí, y cuáles fueron las consecuencias?

9 Sin embargo, antes de que el ‘dedo de Dios’ grabara en piedra los preceptos fundamentales de aquel acuerdo, fue necesario que el pueblo experimentara las maldiciones divinas. (Éxodo 31:18.) ¿Por qué merecieron los israelitas sufrir consecuencias tan trágicas? ¿Acaso no habían expresado el deseo de hacer todo lo que Jehová había dicho? Sí, procuraron las bendiciones de palabra, pero por sus obras eligieron un proceder merecedor de maldición.

10 Durante los cuarenta días que Moisés permaneció en el monte Sinaí recibiendo los Diez Mandamientos, los israelitas quebrantaron su promesa de guardar lealtad a Jehová. “Entretanto —cuenta el relato—, el pueblo llegó a ver que Moisés tardaba mucho en bajar de la montaña. De modo que el pueblo se congregó en torno a Aarón, y le dijeron: ‘Levántate, haznos un dios que vaya delante de nosotros, porque en cuanto a este Moisés, el hombre que nos hizo subir de la tierra de Egipto, ciertamente no sabemos qué le habrá pasado’”. (Éxodo 32:1.) Este es un ejemplo más de una actitud irrespetuosa hacia el representante humano de Jehová designado para dirigir a su pueblo. Los israelitas cayeron en la trampa de imitar la idolatría de los egipcios y cosecharon las funestas consecuencias cuando unos tres mil de ellos murieron a espada en un solo día. (Éxodo 32:2-6, 25-29.)

Enumeración de las bendiciones y las maldiciones

11. ¿Qué encargo referente al pronunciamiento de bendiciones y maldiciones cumplió Josué?

11 Cuando se aproximaba el final de los cuarenta años de travesía de Israel por el desierto, Moisés detalló las bendiciones que el pueblo segaría en caso de que eligiera obedecer a Dios. Enumeró asimismo las maldiciones que le vendrían si optaba por desobedecer a Jehová. (Deuteronomio 27:11–28:10.) A poco de haber entrado Israel en la Tierra Prometida, Josué cumplió el encargo de Moisés referente al pronunciamiento de bendiciones y maldiciones. Seis tribus se colocaron al pie del monte Ebal, y las otras seis se situaron frente al monte Guerizim, mientras que los levitas ocuparon el valle que se extendía en medio. Al parecer, las tribus situadas frente al Ebal respondían “¡amén!” al final de cada maldición formulada en esa dirección; las demás contestaban a las bendiciones que leían los levitas en dirección suya, hacia el Guerizim. (Josué 8:30-35.)

12. ¿Cuáles fueron algunas de las maldiciones que pronunciaron los levitas?

12 Imaginémonos que oímos a los levitas decir: “Maldito es el hombre que hace una imagen tallada o una estatua fundida, cosa detestable a Jehová, la manufactura de las manos de uno que trabaja en madera y metal, y que la ha puesto en un escondite. [...] Maldito es el que trata con desprecio a su padre o a su madre. [...] Maldito es el que mueve hacia atrás el hito de su semejante. [...] Maldito es el que hace que el ciego se descarríe en el camino. [...] Maldito es el que pervierte el juicio de un residente forastero, un huérfano de padre y una viuda. [...] Maldito es el que se acuesta con la esposa de su padre, porque ha descubierto la falda de su padre. [...] Maldito es el que se acuesta con cualquier bestia. [...] Maldito es el que se acuesta con su hermana, hija de su padre o hija de su madre. [...] Maldito es el que se acuesta con su suegra. [...] Maldito es el que hiere mortalmente a su semejante desde un escondite. [...] Maldito es el que acepta soborno para herir mortalmente a un alma, cuando es sangre inocente. [...] Maldito es el que no ponga en vigor las palabras de esta ley poniéndolas por obra”. Al recitarse el texto de cada maldición, las tribus frente al Ebal responden: “¡Amén!”. (Deuteronomio 27:15-26.)

13. Exprese en sus propias palabras algunas de las bendiciones pronunciadas por los levitas.

13 Ahora imaginémonos que escuchamos a los que están frente al monte Guerizim responder verbalmente a cada una de las bendiciones leídas por los levitas: “Bendito serás en la ciudad, y bendito serás en el campo. Benditos serán el fruto de tu vientre y el fruto de tu suelo y el fruto de tu bestia doméstica, la cría de tu vacada y el hijuelo de tu rebaño. Benditas serán tu cesta y tu artesa. Bendito serás cuando entres y bendito serás cuando salgas”. (Deuteronomio 28:3-6.)

14. ¿Sobre qué base recibirían bendiciones los israelitas?

14 ¿Sobre qué base recibiría el pueblo estas bendiciones? El relato contesta: “Si escuchas sin falta la voz de Jehová tu Dios, y tienes cuidado de poner por obra todos sus mandamientos que te estoy mandando hoy, entonces Jehová tu Dios ciertamente te pondrá en alto por encima de todas las otras naciones de la tierra. Y todas estas bendiciones tienen que venir sobre ti y alcanzarte, porque sigues escuchando la voz de Jehová tu Dios”. (Deuteronomio 28:1, 2.) En efecto, la clave para gozar de las bendiciones divinas era la obediencia a Dios. Pues bien, ¿qué haremos nosotros individualmente? ¿Escogeremos las bendiciones y la vida al seguir ‘escuchando la voz de Jehová’? (Deuteronomio 30:19, 20.)

Una mirada más de cerca

15. ¿Qué significado tiene la bendición recogida en Deuteronomio 28:3, y cómo puede beneficiarnos?

15 Reflexionemos sobre algunas de las bendiciones de que disfrutaría un israelita por obedecer a Jehová. Tomemos como ejemplo las palabras de Deuteronomio 28:3: “Bendito serás en la ciudad, y bendito serás en el campo”. La bendición de Dios no está supeditada al lugar donde se esté o a la asignación que se tenga. Algunos quizás se sientan atrapados por la situación en que se encuentran, tal vez porque viven en zonas materialmente devastadas o en países arrasados por la guerra. Puede ser que otros anhelen servir a Jehová en un lugar diferente. Algunos cristianos pudieran desanimarse porque no han sido nombrados siervos ministeriales o ancianos en la congregación. A veces, las cristianas se descorazonan debido a que sus circunstancias no les permiten participar en el ministerio de tiempo completo como precursoras o misioneras. Sin embargo, quienquiera que ‘escuche la voz de Jehová y tenga cuidado de hacer todo lo que él requiere’ será bendecido ahora y por la eternidad.

16. ¿De qué manera experimenta la organización de Jehová hoy día el principio contenido en Deuteronomio 28:4?

16 Deuteronomio 28:4 dice: “Benditos serán el fruto de tu vientre y el fruto de tu suelo y el fruto de tu bestia doméstica, la cría de tu vacada y el hijuelo de tu rebaño”. El empleo del pronombre singular hebreo, traducido “tu”, indica que el israelita obediente disfrutaría personalmente de las bendiciones. ¿Qué hay de los siervos obedientes de Jehová de hoy en día? El crecimiento que experimenta la organización de los testigos de Jehová por todo el mundo, es el resultado de la bendición de Dios sobre los esfuerzos sinceros de más de cinco millones de proclamadores de las buenas nuevas del Reino. (Marcos 13:10.) Y las posibilidades de más aumento son evidentes, pues más de trece millones de personas asistieron en 1995 a la celebración de la Cena del Señor. ¿Disfruta usted de las bendiciones del Reino?

La elección de Israel determinaría el resultado

17. ¿De qué depende que nos ‘alcancen’ las bendiciones o las maldiciones?

17 De hecho, las bendiciones buscarían al israelita obediente, pues se prometió: “Todas estas bendiciones tienen que venir sobre ti y alcanzarte”. (Deuteronomio 28:2.) Lo mismo se dijo de las maldiciones: “Todas estas invocaciones de mal tienen que venir sobre ti y alcanzarte”. (Deuteronomio 28:15.) Si usted hubiera sido un israelita de tiempos antiguos, ¿lo habrían ‘alcanzado’ las bendiciones o las maldiciones? Todo hubiera dependido de su obediencia o desobediencia a Dios.

18. ¿Cómo podrían los israelitas haberse ahorrado las maldiciones?

18 En Deuteronomio 28:15-68 se formulan en la forma de maldiciones los dolorosos efectos de la desobediencia. Algunas consisten exactamente en lo opuesto a las bendiciones que resultarían de la obediencia enumeradas en Deuteronomio 28:3-14. El pueblo de Israel cosechó con frecuencia los devastadores efectos de las maldiciones porque optó por practicar la adoración falsa. (Esdras 9:7; Jeremías 6:6-8; 44:2-6.) ¡Qué terrible! Podría haberse ahorrado tales consecuencias si hubiera hecho la elección correcta, es decir, si hubiera preferido obedecer las leyes y los principios sanos de Jehová, que definen con claridad lo que es bueno y lo que es malo. Gran número de personas hoy sufren mucho y tienen vidas trágicas porque deciden obrar en oposición a los principios bíblicos al practicar la religión falsa, participar en la inmoralidad sexual, consumir drogas ilícitas, abusar de las bebidas alcohólicas, etc. Como les sucedió a Israel y Judá en la antigüedad, al hacer la elección equivocada se acarrean la desaprobación divina y se causan penas innecesarias. (Isaías 65:12-14.)

19. Describa las condiciones que reinaban cuando Judá e Israel escogían obedecer a Jehová.

19 Solo cuando Israel obedecía a Jehová abundaban las bendiciones y reinaba la tranquilidad. Por ejemplo, respecto del reinado de Salomón leemos: “Judá e Israel eran muchos, como los granos de arena que están junto al mar por su multitud, y comían y bebían y se regocijaban. [...] Y Judá e Israel continuaron morando en seguridad, cada uno debajo de su propia vid y debajo de su propia higuera, desde Dan hasta Beer-seba, todos los días de Salomón”. (1 Reyes 4:20-25.) Incluso en la época del rey David, caracterizada por la intensa oposición de los enemigos de Dios, la nación sentía el apoyo y la bendición de Jehová cuando escogía obedecer al Dios de la verdad. (2 Samuel 7:28, 29; 8:1-15.)

20. ¿Qué confianza tiene Dios con respecto a los seres humanos?

20 ¿Obedecerá usted a Dios, o le desobedecerá? Los israelitas podían elegir. Aunque todos hemos heredado la inclinación pecaminosa de Adán, también hemos recibido el don de la libertad de elección. A pesar de Satanás, de este mundo inicuo y de nuestras imperfecciones, podemos hacer la elección correcta. Además, nuestro Creador tiene la confianza de que en toda prueba y tentación habrá quienes elegirán bien, no solo de palabra, sino también de obra. (1 Pedro 5:8-10.) ¿Será usted uno de ellos?

21. ¿Qué examinaremos en el siguiente artículo?

21 En el siguiente artículo examinaremos con atención nuestras propias actitudes y hechos a la luz de varios ejemplos del pasado. Que cada uno de nosotros responda agradecido a las palabras de Dios mediante Moisés: “He puesto delante de ti la vida y la muerte, la bendición y la invocación de mal; y tienes que escoger la vida a fin de que te mantengas vivo”. (Deuteronomio 30:19.)

¿Cómo respondería usted?

◻ ¿Cómo ha hecho posible Jehová que los seres humanos pecadores reciban bendiciones?

◻ ¿Qué son las maldiciones?

◻ ¿Cómo podrían los israelitas haber recibido bendiciones en lugar de maldiciones?

◻ ¿De qué bendiciones gozó Israel por obedecer a Dios?

[Ilustración de la página 15]

Los israelitas se congregaron frente a los montes Guerizim y Ebal

[Reconocimiento]

Pictorial Archive (Near Eastern History) Est.

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