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  • “Honra a Jehová con tus cosas valiosas”: Formas de hacerlo

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  • “Honra a Jehová con tus cosas valiosas”: Formas de hacerlo
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1997
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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1997
w97 1/11 págs. 26-29

“Honra a Jehová con tus cosas valiosas”: Formas de hacerlo

“HONRA a Jehová con tus cosas valiosas y con las primicias de todos tus productos.” Esta sabia exhortación inspirada, que se redactó hace dos mil seiscientos años, contiene la clave para recibir copiosas bendiciones de Jehová, pues el escritor pasa a señalar: “Entonces tus almacenes de abastecimientos estarán llenos de abundancia; y tus propias tinas de lagar rebosarán de vino nuevo”. (Proverbios 3:9, 10.)

Ahora bien, ¿qué implica honrar a Dios? ¿Con qué cosas valiosas hemos de honrar a Jehová? ¿De qué modo podemos hacerlo?

“Honra a Jehová”

El término hebreo que más se usa en las Escrituras para “honra”, ka·vóhdh, significa literalmente “peso”. Por tanto, honrar a una persona significa considerarla de peso, impresionante o valiosa. Otro vocablo hebreo para honra es yeqár, que también se traduce “precioso” y “cosas preciosas”. De forma análoga, la voz griega ti·mé, que en la Biblia se vierte honra, comunica la idea de estima, valor, preciosidad. Como vemos, se honra a un individuo respetándolo y estimándolo profundamente.

Hay otro aspecto implicado en la asignación de honra. Examinemos un relato acerca del fiel Mardoqueo, el hebreo que en la antigüedad denunció que se fraguaba un atentado contra Asuero, el rey de Persia. Tiempo después, cuando el monarca se enteró de que no se había honrado a Mardoqueo por aquella acción, le preguntó a su primer ministro Hamán cuál sería la mejor forma de honrar a quien gozara del favor del rey. Hamán pensó que aquella honra sería para él, pero no podía estar más equivocado. De todos modos, contestó que a tal persona se la debía vestir con “ropaje real” y hacer que montara “un caballo sobre el cual el rey de veras cabalga”. Y concluyó diciendo: “Tienen que hacer que vaya montado sobre el caballo en la plaza pública de la ciudad, y tienen que proclamar delante de él: ‘Así se le hace al hombre en cuya honra el rey mismo se ha deleitado’”. (Ester 6:1-9.) En este caso, honrar a una persona incluía ensalzarla en público para que gozara de alta estima a los ojos de todo el pueblo.

De igual manera, honrar a Jehová tiene dos vertientes: demostrar individualmente que se le tiene en alta estima y ensalzarlo en público participando en la proclamación de su nombre y respaldándola.

¿Qué son “tus cosas valiosas”?

Nuestras cosas valiosas sin duda incluyen la vida, el tiempo, el talento y las fuerzas de que dispongamos. ¿Qué puede decirse de los bienes materiales? Notemos lo que dijo Jesús cuando vio a una viuda necesitada echando dos moneditas de poco valor en un arca de la tesorería del templo: “Esta viuda, aunque pobre, echó más que todos ellos. Porque todos estos [donantes] echaron dádivas de lo que les sobra, mas esta echó, de su indigencia, todo el medio de vivir que tenía”. (Lucas 21:1-4.) Jesús encomió a la viuda por valerse de sus posesiones para fomentar la adoración de Jehová.

Es patente, pues, que las cosas valiosas de que hablaba Salomón también abarcan los bienes materiales que poseamos. Además, la frase “las primicias de todos tus productos” comunica la idea de dar a Jehová lo mejor de nuestras cosas valiosas.

Ahora bien, ¿de qué manera honran a Dios nuestras dádivas materiales? ¿Acaso no le pertenece todo ya? (Salmo 50:10; 95:3-5.) En una sincera oración a Jehová, el rey David dijo: “Todo proviene de ti”, y refiriéndose a una gran donación que habían hecho él y su pueblo para la construcción del templo, reconoció este hecho: “De tu propia mano te hemos dado”. (1 Crónicas 29:14.) Por consiguiente, cuando hacemos dádivas a Jehová nos limitamos a devolverle lo que él, por su bondadoso corazón, nos ha dado. (1 Corintios 4:7.) Además, como ya se ha indicado, honrar a Jehová incluye ensalzarlo ante el prójimo. Y los donativos materiales que se emplean para el adelanto de la adoración verdadera honran a Dios. La Biblia contiene magníficos ejemplos de cómo honrar a Jehová de este modo.

Ejemplos de antaño

Hace tres mil quinientos años, cuando llegó el tiempo de que Jehová instituyera el tabernáculo del desierto como lugar de culto de los israelitas, surgió la necesidad de diversos artículos suntuosos para hacer realidad el diseño divino. Jehová ordenó a Moisés que ‘todo el de corazón dispuesto trajera una contribución a Jehová’. (Éxodo 35:5.) El relato pasa a decir: “Entonces vinieron, todo aquel cuyo corazón lo impelió, y trajeron, todo aquel cuyo espíritu lo incitó, la contribución de Jehová para la obra de la tienda de reunión y para todo su servicio y para las prendas de vestir santas”. (Éxodo 35:21.) De hecho, aquel donativo superó con creces lo necesario, a tal grado que “se restringió a la gente de traerlo”. (Éxodo 36:5, 6.)

Veamos otro ejemplo. Una vez que el tabernáculo había cumplido su propósito y estaban en marcha los preparativos para la construcción del templo, David hizo una gran contribución personal para el templo que construiría su hijo Salomón. También pidió la colaboración de los demás, y el pueblo respondió donando cosas valiosas a Jehová. Tan solo la plata y el oro tendrían en la actualidad un valor de 50.000 millones de dólares. “Y el pueblo se entregó al regocijo por haber hecho ofrendas voluntarias.” (1 Crónicas 29:3-9; 2 Crónicas 5:1.)

Las “ofrendas voluntarias” actuales

¿De qué manera podemos tener el gozo de hacer ofrendas voluntarias en nuestros tiempos? La actividad más importante que se realiza hoy en el mundo es la obra de predicar el Reino y hacer discípulos. (Mateo 24:14; 28:19, 20; Hechos 1:8.) Y Jehová ha visto oportuno confiar los intereses terrestres de su Reino a sus Testigos. (Isaías 43:10.)

Como es obvio, hace falta dinero para financiar la obra que realizan los testigos de Jehová en la actualidad. La construcción y el mantenimiento de Salones del Reino, Salones de Asambleas, sucursales, fábricas y hogares Betel requieren fondos. La edición y distribución de Biblias y publicaciones bíblicas en múltiples idiomas también acarrea gastos. ¿Cómo se sufragan tales gastos de la organización? Con contribuciones estrictamente voluntarias.

La mayoría de las donaciones las realizan personas que, como la viuda que observó Jesús, solo tienen recursos modestos. Dado que no desean perderse esta oportunidad de honrar a Jehová, realizan contribuciones módicas ‘según lo que verdaderamente pueden hacer’ y, a veces, aun ‘más allá de lo que verdaderamente pueden hacer’. (2 Corintios 8:3, 4.)

“Que cada uno haga tal como lo ha resuelto en su corazón, no de mala gana ni como obligado, porque Dios ama al dador alegre”, dijo el apóstol Pablo a los cristianos de Corinto. (2 Corintios 9:7.) Para dar con alegría se necesita buena planificación. Pablo dijo a los corintios: “Cada primer día de la semana, que cada uno de ustedes en su propia casa ponga algo aparte en reserva según vaya prosperando, para que cuando yo llegue no se hagan colectas entonces”. (1 Corintios 16:2.) Así mismo, de forma privada y voluntaria, quienes desean hacer donaciones para el adelanto de la obra del Reino pueden apartar algunos ingresos para este fin.

Jehová bendice a quienes lo honran

Aunque la prosperidad material en sí misma no conduce a la prosperidad espiritual, recibimos abundantes bendiciones cuando nos valemos generosamente de nuestras cosas valiosas —el tiempo, las fuerzas y los recursos materiales— para honrar a Jehová. Así es, pues Dios, dueño de todo, nos da esta garantía: “El alma generosa será engordada ella misma; y el que liberalmente riega a otros, él mismo también será liberalmente regado”. (Proverbios 11:25.)

Tras la muerte del rey David, su hijo Salomón empleó las contribuciones voluntarias que había recogido su padre para construir un templo glorioso, de acuerdo con las instrucciones de Jehová. Mientras Salomón permaneció fiel en la adoración a Dios, “Judá e Israel continuaron morando en seguridad [...] desde Dan hasta Beer-seba, todos los días de Salomón”. (1 Reyes 4:25.) Siempre que Israel ‘honró a Jehová con sus cosas valiosas’, los almacenes estuvieron llenos y las tinas de los lagares rebosantes.

Más tarde, Jehová dijo por boca del profeta Malaquías: “Pruébenme, por favor, en cuanto a esto —ha dicho Jehová de los ejércitos—, a ver si no les abro las compuertas de los cielos y realmente vacío sobre ustedes una bendición hasta que no haya más carencia”. (Malaquías 3:10.) La prosperidad espiritual de que disfrutan los siervos de Jehová en la actualidad constituye una prueba de que Dios ha cumplido su promesa.

A Jehová ciertamente le complace que cumplamos con nuestra parte en adelantar los intereses del Reino. (Hebreos 13:15, 16.) Además, promete cuidar de nosotros si no dejamos de ‘buscar primero el reino y la justicia de Dios’. (Mateo 6:33.) Con el corazón exultante, ‘honremos a Jehová con nuestras cosas valiosas’.

[Recuadro de las páginas 28 y 29]

FORMAS EN QUE ALGUNOS DAN VOLUNTARIAMENTE CONTRIBUCIONES PARA LA OBRA MUNDIAL

Muchos apartan cierto dinero para depositarlo en las cajas de contribuciones rotuladas “Contribuciones para la obra mundial de la Sociedad (Mateo 24:14)”. Todos los meses, las congregaciones envían estas aportaciones a la sede mundial de Brooklyn (Nueva York) o a la sucursal de su país.

También puede donarse dinero enviándolo directamente a la Treasurer’s Office, Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania, 25 Columbia Heights, Brooklyn, New York 11201-2483, o a la sucursal de la Sociedad que atiende a su país. Asimismo pueden donarse joyas u otros artículos de valor. Dichas contribuciones deben ir acompañadas de una carta breve que indique que se trata de donativos incondicionales.

DONATIVOS CONDICIONALES Puede darse dinero en fideicomiso a la Sociedad Watch Tower de acuerdo con un sistema especial por el que se reintegrarían al donante los fondos en caso de surgirle una necesidad personal. Si desea más detalles, sírvase comunicarse con la Treasurer’s Office, cuya dirección aparece en el párrafo anterior.

DONATIVOS PLANIFICADOS

Aparte de los donativos incondicionales y condicionales de dinero, existen otras formas de dar en favor del servicio mundial del Reino, como son:

Seguros: Puede nombrarse a la Sociedad Watch Tower beneficiaria de una póliza de seguro de vida o de un plan de jubilación. Debe informarse de ello a la Sociedad.

Cuentas bancarias: Pueden ponerse cuentas bancarias, certificados de depósito o cuentas personales de jubilación en fideicomiso o pagaderos en caso de muerte a la Sociedad Watch Tower, en conformidad con las leyes bancarias del país. Debe informarse de ello a la Sociedad.

Acciones y bonos: Pueden legarse acciones y bonos a la Sociedad Watch Tower, ya sea como donativo incondicional o con la condición de que el donante siga percibiendo intereses.

Inmuebles: Pueden cederse a la Sociedad Watch Tower inmuebles vendibles, ya sea como donativo incondicional o conservando el donante el dominio vitalicio sobre la propiedad, en la que podrá residir mientras viva. Es preciso comunicarse con la Sociedad antes de transferirle cualquier inmueble.

Testamentos y fideicomisos: Pueden legarse a la Sociedad Watch Tower propiedades o dinero mediante un testamento debidamente legalizado o nombrándola beneficiaria de un convenio de fideicomiso. Los fideicomisos que benefician a una entidad religiosa pueden reportar ciertas ventajas tributarias. Debe enviarse a la Sociedad una copia del testamento o convenio.

Como indica la designación “donativos planificados”, esta clase de contribuciones exige habitualmente cierta planificación por parte del donante. Para ayudar a quienes deseen beneficiar a la Sociedad con algún tipo de donativo planificado, se ha preparado el folleto Planned Giving to Benefit Kingdom Service Worldwide (Donativos planificados para beneficio del Servicio Mundial del Reino). Se redactó como respuesta a la gran cantidad de preguntas que ha recibido la Sociedad en materia de regalos, testamentos y fideicomisos. También contiene información útil sobre la planificación relativa a bienes inmuebles, finanzas e impuestos, y se dirige a los residentes en Estados Unidos que deseen beneficiar los intereses mundiales del Reino, a fin de que seleccionen los métodos más ventajosos y eficaces de acuerdo con sus circunstancias familiares y personales. Al leer el folleto y ponerse en contacto con la oficina Planned Giving Desk (Despacho de Donativos Planificados), muchos han logrado ayudar a la Sociedad al tiempo que han conseguido los máximos beneficios fiscales. Puede solicitarse un ejemplar por carta o por teléfono.

Los interesados en contribuir mediante alguna de estas modalidades deben comunicarse con Planned Giving Desk, Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania, 100 Watchtower Drive, Patterson, New York 12563-9204, teléfono: (914) 878-7000, o con la sucursal de la Sociedad que atienda a su país.

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