Los problemas especiales de las familias con hijastros
¿CÓMO PUEDEN SER FELICES LAS FAMILIAS CON HIJASTROS?
Las familias con hijastros son comunes en muchos lugares del mundo. No obstante, estas se enfrentan a problemas muy particulares. El más complejo es, sin duda, la crianza de los hijos. Ahora bien, como se intenta demostrar en los dos artículos siguientes, es posible criar a los hijos con éxito en este tipo de familias.
LOS PADRASTROS Y LAS MADRASTRAS HAN GOZADO TRADICIONALMENTE DE MALA FAMA. Cuando éramos niños, muchos oímos alguna versión del cuento de la Cenicienta, a quien hizo sufrir enormemente su cruel madrastra. Los niños europeos conocen también el cuento de Blanca Nieves y los siete enanitos. La madrastra de Blanca Nieves resulta ser una bruja malvada.
¿Reflejan estos cuentos la realidad de las familias con hijastros? ¿Son todos los padrastros realmente tan malos? No. La mayoría de ellos quieren lo mejor para los hijos que heredan de su nuevo matrimonio. Pero se enfrentan a algunos problemas complejos, propios de las familias mixtas.
Los problemas de la crianza de los hijos
La causa de la ruptura de un matrimonio es normalmente la inmadurez de la pareja. En las segundas nupcias es posible que la crianza de los hijos dificulte la relación. Algunos informes muestran que 4 de cada 10 familias con hijastros terminan en divorcio durante los cinco primeros años.
Es posible que los recién casados no se den cuenta de la confusión emocional, los conflictos de lealtad y los celos, y el rencor que provoca en los hijos la llegada de un padrastro. Estos tal vez se imaginen que el padrastro les arrebata el afecto de su padre natural. Además, al padre natural que ha sido abandonado por su pareja puede resultarle difícil entender que sus hijos sigan queriendo a su ex cónyuge. Un hijo intentó explicar la buena relación que tenía con su padre biológico de la siguiente manera: “Mamá, sé que papá te trató mal, pero ha sido bueno conmigo”. Estas palabras, aunque sinceras, pudieran hacer que la madre guardara rencor al padre del niño.
Un padrastro confesó: “No estaba en realidad preparado para enfrentarme a todos los problemas relativos a la crianza de mis hijastros. Llegué a pensar que, como me había casado con su madre, ahora era su padre. Así de simple. No entendí el apego que le tenían a su padre biológico, y cometí muchos errores”.
Pueden surgir tensiones especialmente con relación a la disciplina. Los hijos necesitan disciplina amorosa, pero a menudo se rebelan contra ella aun cuando proceda de sus padres. ¡Cuánto más difícil les será aceptarla de un padrastro! No es raro que, al ser disciplinado, el hijastro diga algo como: “¡Tú no eres mi verdadero padre!”. Estas palabras pueden doler mucho al padrastro bienintencionado.
¿Puede criarse con éxito a los hijos en una familia mixta? ¿Pueden los padrastros contribuir a la formación de una buena familia mixta? La respuesta a estas dos preguntas es sí, siempre y cuando todos los implicados sigan el consejo de la Palabra inspirada de Dios, la Biblia.
[Ilustración de la página 3]
“¡Tú no eres mi verdadero padre!”