Defendiendo y legalmente estableciendo las buenas nuevas
1 El folleto de ese nombre fue presentado al público después de la Asamblea “Aumento de la Teocracia” de los Testigos de Jehová en 1950. Este folleto bosqueja el procedimiento para cuando ocurre un arresto que resulta en juicio. También contiene el Memorándum de Ley que muestra que los tribunales han sostenido que el colocar literatura, ya sea de casa en casa o en las calles por los testigos de Jehová y aceptar contribuciones por la literatura es legal, y que las autoridades no pueden exigir el pago de impuestos por ese privilegio basándose en la teoría de que esta obra figura entre las leyes comerciales que regulan la buhonería, el vender, solicitar, etc. El Tribunal Supremo de los Estados Unidos, según una decisión, dijo, más bien, que nuestra obra es un ‘evangelismo misional,’ protegido por las constituciones estatales y federal que garantizan la libertad de palabra, de imprenta y de cultos.
2 Pero ¿qué debe hacer si un funcionario policíaco muy celoso, ya sea por su propia iniciativa o debido a la queja de un amo de casa, declara que usted no puede continuar con su obra? Quizás él no esté familiarizado con el hecho de que nuestra obra ha sido aprobada legalmente por los tribunales, por eso no sería apropiado tomar una actitud belicosa y replicar que uno va a continuar su obra sea que a él le guste o no. Más bien, dígale que usted es un ministro de los testigos de Jehová, mostrándole su tarjeta de identificación que el siervo de congregación le ha provisto, e infórmele que su obra de predicar el evangelio y aceptar contribuciones voluntarias por la literatura religiosa ha sido aprobada por los tribunales estatales y federal. Usted puede concordar en acompañarlo al cuartel de la policía para considerar el asunto con un oficial superior. Por lo general el policía quedará satisfecho y le dirá que puede continuar su obra.
3 Si él insiste en que usted desista o si no él lo arrestará, y lo pone bajo arresto, usted puede explicar en el cuartel de la policía que usted no estaba vendiendo nada, sino predicando el evangelio como ministro y que solo aceptaba una contribución pequeña para la obra, apenas lo suficiente para cubrir el costo de la literatura. Por medio de consultar el folleto legal ya mencionado (un ejemplar del cual debe estar en la biblioteca del ministerio teocrático) usted debe estar familiarizado con las opiniones que los tribunales han rendido sobre varios asuntos, especialmente en su estado, para poder hablar con algún conocimiento del asunto. Si se le dice que hay un decreto que prohíbe su obra, pida un ejemplar de él y envíelo a la Sociedad junto con todos los detalles, incluso el nombre del jefe de la policía y del fiscal de la ciudad, para que se pueda suministrar consejo y para que se pueda escribir las cartas apropiadas.
4 ¿Debe usted pasar por alto los letreros que dicen, “No Solicitors,” (Prohibido los solicitantes)? Debemos tener presente que nuestra obra no es comercial. Por lo tanto llegamos a la conclusión de que el letrero no tiene aplicación alguna a nuestra obra de predicar el evangelio. No solicitamos fondos. Dejamos con las personas información dadora de vida por la cual pueden hacer contribuciones voluntarias.
5 Quizás le rehúsen la entrada en un edificio de apartamentos o en un campo de carros remolques. Esto sucede a menudo. A veces hay un portero o un operador de elevador que no le permite pasar. Si no hay manera de hacer visitas personales, usted quizás pueda hacer una lista de los inquilinos y de los números de apartamento y escribir a los ocupantes. Si no hay un empleado presente, entonces prosiga en la obra de modo usual. Si, mientras usted está en el edificio, el superintendente o el administrador le pide que se marche, identifíquese y explique con tacto y bondadosamente que usted está en el ministerio y lo que hace es para el bien de los inquilinos. Si él insiste en que usted se vaya, acceda a su petición sin armar escándalo y trate de regresar de vez en cuando hasta que haya trabajado todo el edificio.
6 Los tribunales han decidido que son inconstitucionales las leyes que solo permiten la predicación de los testigos de Jehová de casa en casa y por las calles si se obtiene el permiso de algún funcionario. Sin embargo todavía hay muchas comunidades, que insisten en que cumplamos con ordenanzas de registrarse y conseguir permiso. En cada caso pudiéramos insistir en nuestro derecho y proseguir el asunto hasta introducirlo en los tribunales. Debido a que las condiciones mundiales están tan malas y la policía se ve muy apremiada en su esfuerzo por proveer protección a los ciudadanos, existe la posibilidad que perdiéramos un caso de esta clase en los tribunales. Así es que accederemos a la petición de las autoridades municipales en cuanto a cumplir con ordenanzas de esa clase pero solo si no hay ningún costo envuelto. Sin embargo, eso no quiere decir que ofreceremos voluntariamente cumplir con ordenanzas de permiso, pues muchos oficiales están de acuerdo en que no es necesario hacerlo.
7 De vez en cuando uno se encuentra con el decreto llamado “Green River” (Río Verde). El propósito de este decreto es impedir que los vendedores comerciales visiten los hogares de la gente sin una invitación previa. No tiene aplicación alguna a nuestra obra. Cuando se le pida que cumpla con este decreto, como se indica arriba, escriba a la Sociedad Watchtower todos los detalles, enviando un ejemplar del decreto, el nombre y dirección del jefe de la policía y del fiscal del pueblo.
8 ¿Cuándo se hallará usted frente a tales circunstancias? ¿Estará usted preparado? Quizás puedan desarrollar las situaciones que se mencionan aquí en una reunión de servicio que se prepare localmente, o en las sesiones de práctica para el servicio del campo y los estudios.