Presentando las buenas nuevas... cuando la comunicación resulta difícil
1 ¿Qué se puede hacer para comunicarnos personalmente con aquellas personas a quienes no encontramos en casa aun después de haber visitado varias veces? Es bueno tratar de visitarlas a diferentes horas durante los días de la semana, en las noches o durante el fin de semana. Pero si a pesar de eso no las encontramos en casa, ¿qué se puede hacer para comunicarnos personalmente con estas personas?
2 Algunos publicadores anotan el nombre del amo de casa cuando está indicado en el timbre de la puerta o en el buzón y, con esta información, buscan el teléfono del amo de casa y tratan de comunicarse personalmente con éste por teléfono a horas apropiadas. Uno puede explicar prudentemente a la persona que ha tratado de encontrarla en la casa varias veces, pero sin tener buen éxito, y que debido a la importancia de lo que la Biblia nos dice con respecto a estos tiempos críticos, le pareció apropiado ponerse en comunicación con ella de este modo. El buen juicio y la brevedad son importantes.
3 Si se ha dejado una revista o un prospecto sobre estudio bíblico, puede mencionarse esto. Es posible que una presentación breve y considerada por teléfono produzca excelentes resultados y le permita hacer una cita específica para cuando la persona esté en la casa. Esta sugerencia se ha usado con algunos resultados excelentes, no solo en el caso de personas a quienes no se ha encontrado en casa, sino también cuando ha sido posible conseguir el nombre de personas que viven en edificios de apartamentos donde el portero no permite que nadie entre para dar testimonio.
4 ¿Cuántos de nosotros hemos hecho numerosas revisitas sin poder encontrar a nadie en casa? De nuevo, el teléfono puede usarse con buen provecho para hacer citas para revisitas. Una hermana escribió: ‘Una tarde puse en orden todos mis registros de revisitas. Hice una lista de los nombres y números de teléfono de todas las personas con las que estudiaba antes y de las que había obtenido suscripciones. Las llamé por teléfono e hice arreglos para visitarlas.’ La mayor parte de los individuos cumplieron con los arreglos. Esto le permitió a ella lograr mucho durante el tiempo que tenía disponible para dedicar al servicio del campo. Entre otras cosas, pudo obtener varias suscripciones.
5 Si el amo de casa no tiene teléfono, o si el publicador lo prefiere, se puede enviar una carta escrita nítidamente a las personas con las cuales no se haya podido establecer comunicación personalmente. Algunos publicadores que debido a enfermedad no pueden participar en el ministerio de casa en casa loablemente escriben cartas a los que están en las listas que han hecho otros publicadores de personas que no han encontrado en sus casas. Además, algunos publicadores escriben cartas de esa clase cuando, debido a las circunstancias, tienen que recluirse en casa por algún tiempo.
6 Otro medio eficaz que se usa para dar testimonio a las personas con las cuales no podemos comunicarnos en la casa es el dar testimonio por las calles. Un siervo de congregación que es precursor escribe: “Durante los últimos meses he tenido varias experiencias maravillosas al participar en la obra de revistas en las calles. El dar testimonio a la gente que me encuentro en las calles ha resultado en colocar muchas revistas, obtener suscripciones y comenzar tres estudios bíblicos.” También hizo esta excelente sugerencia: “Al participar en la obra en las calles he descubierto que da mejor resultado el pararse en una esquina o en un lugar en que no haya mucha aglomeración de personas. Cuando uno se para solo la gente lo ve y uno puede acercarse a ellos con una sonrisa y un amable ‘Hola.’ Son más amigables y muchos se detienen para hablar con uno.”
7 Utilizando estas sugerencias al grado que nos sea posible podremos dar testimonio a muchas personas en casos en que la comunicación resulta difícil.
Lea la Biblia diariamente.