Presentando las buenas nuevas... con paciencia y persistencia
1 ¿Se ha sentido desanimado alguna vez después de trabajar varias horas en la obra de casa en casa o haciendo revisitas debido a que encontró muy pocas personas en casa o solo habló con unos pocos individuos? ¿Siente que no logró mucho si solo colocó unas cuantas revistas o tratados en toda una mañana? Si, al fin del mes, sus colocaciones parecen mínimas, o informa pocas revisitas, ¿le parece que no tuvo buen éxito en el servicio de Jehová? Realmente, no debíamos desanimarnos o sentirnos mal. ¿Por qué? Si hemos sido fieles y hemos persistido en hacer la voluntad de Jehová, a él le agrada nuestro servicio. Además, no podemos controlar completamente nuestras colocaciones o asegurarnos de que las personas estarán en casa cuando llamemos. Pero a mayor grado podemos controlar el tiempo que dedicamos y el esfuerzo que hacemos en la actividad del Reino.
2 Jehová está dirigiendo su obra y es su voluntad que a personas en todas partes se les dé la oportunidad de escuchar las buenas nuevas. De hecho, el tiempo que queda para alcanzar a la gente en nuestro territorio con las buenas nuevas es corto. A medida que predicamos, las personas quizás nos observen aunque no hablen con nosotros. Otros quizás no abren su puerta, pero ellos saben quién los está visitando y a veces quedan favorablemente impresionados debido a nuestra fe y devoción. Sin embargo, aun cuando el amo de casa no esté interesado, ¿no estamos dando un testimonio? Por supuesto que sí. Por medio de nuestra misma presencia han llegado a saber que un ‘profeta’ ha estado en medio de ellos. Sea que escuchen o rehúsen escuchar, se está dando un testimonio.—Eze. 2:5, 7.
3 Quizás, debido a las limitaciones físicas, su actividad del campo esté limitada a la obra en las calles, a escribir cartas o a dar testimonio informal. No piense ni por un momento que su obra es en vano. (1 Cor. 15:58) A menudo otros testigos que van de casa en casa oyen comentarios favorables debido a la buena conducta y a las obras excelentes de ustedes. Sabemos de una hermana anciana en la ciudad de Nueva York que por años se paraba fielmente en la esquina de una calle haciendo la obra con las revistas. Cuando de repente se enfermó, los amos de casa de esa zona continuamente preguntaban acerca de su bienestar. ¿Quién sabe si las impresiones favorables, por pequeñas que sean al principio, guíen a las acciones correctas a su debido tiempo.
4 Las Escrituras nos dicen que Jehová conoce a los suyos y Jesús dijo que sus “ovejas” escuchan su voz. (2 Tim. 2:19; Juan 10:3-5, 16) Además, el congregador declaró: “Por la mañana siembra tu semilla y hasta el atardecer no dejes descansar tu mano; pues no sabes donde tendrá éxito esto, ya sea aquí o allí, o si ambos a la par serán buenos.”—Ecl. 11:6.
5 Por eso, cuán vital es el ser paciente y persistir en hacer la voluntad de Jehová. Lo principal hoy día es estar totalmente envuelto en hacer esa voluntad, totalmente comprometido a la causa justa de Jehová. Si somos pacientes y persistimos en dar el testimonio en el tiempo que queda, disfrutaremos de experiencias enriquecedoras. Por eso, tenga un punto de vista sano y será bendecido por hacer la voluntad de Jehová.
¿Es su estudio familiar significante y se celebra con regularidad?