La caja de preguntas
● ¿Cómo deben tratarse las hojas de renuevo que se envían a la congregación?
La hoja de renuevo se envía a la congregación dos meses después del vencimiento si la suscripción no es renovada. Muchas experiencias excelentes han resultado de dar pronta atención a estas visitas. Cuando se reciben estas hojas, se solicita que el superintendente de estudios bíblicos las distribuya. Si se sabe que ciertos publicadores están visitando con regularidad a algunos anteriores suscriptores, sería lógico darles a ellos la hoja. De otro modo, las hojas pueden ser distribuidas a cualesquier publicadores en los cuales se pueda confiar para hacer las visitas y atender cuidadosamente el interés encontrado. Algunas congregaciones hallan que lo mejor es distribuir las hojas entre los conductores de estudio de libro.
Si por alguna razón los publicadores no pueden ponerse en comunicación con las personas en estas visitas, sería bueno devolver las hojas al superintendente de estudios bíblicos o al conductor de estudio, a fin de que él pueda dárselas a otros que puedan visitar a una hora diferente. Si esfuerzos repetidos por ponerse en comunicación con la persona no tienen buen éxito, publicadores cuya participación en el ministerio de casa en casa sea limitada por su salud o circunstancias, pueden escribir cartas. Cuando el superintendente de circuito visita, se le pueden dar cualesquier hojas que corrientemente estén a mano, pero no debe permitirse que éstas se acumulen con ese propósito.
De vez en cuando la congregación quizás reciba una hoja con una dirección que no se encuentra en su territorio. Si ese territorio está a cargo de una congregación cercana, se puede enviar la hoja a esa congregación. Si no es así, sírvanse devolver la hoja a la Sociedad.
Frecuentemente se envían hojas con respecto a revistas que no pueden ser entregadas. Si usted puede obtener la información necesaria para asegurar la entrega futura de las revistas, sírvase anotarla en la hoja y devolver ésta a la Sociedad.
De vez en cuando sería bueno que los superintendentes le pidieran a todos los publicadores que revisaran sus libros de notas y maletines cuidadosamente para hallar cualesquier hojas que hayan olvidado atender.