Sirve a Jehová en tu juventud
1 “Regocíjate, joven, en tu juventud, y hágate bien tu corazón en los días de tu mocedad.” Sí, como dice Salomón, por lo general la juventud es un período de muchas experiencias felices y es bueno complacerse en éstas. Es natural que el vigor y la fortaleza juveniles contribuyan a una actitud mental jovial. Pero también debemos considerar las palabras adicionales de consejo que da Salomón a los que irreflexivamente siguen un proceder de agradarse solo a sí mismos: “Por lo tanto quita de tu corazón la vejación, y evita a tu carne la calamidad; pues la juventud y la flor de la vida son vanidad.” Sin embargo, no es preciso que la “calamidad” y la “vejación” sean tu porción. La Biblia muestra claramente lo que tú puedes hacer para prepararte para una vida adulta plena y digna, y cómo puedes servir a Jehová eficazmente, aunque seas joven, al prepararte de ese modo.—Ecl. 11:9–12:1; Pro. 2:1-9.
2 El prepararse para una vida de servicio a Jehová es similar a prepararse para cualquier otra carrera. El tener tu meta presente temprano en la vida es lo mejor. Esto es útil pues elimina el desperdicio de esfuerzo y tiempo. Así, no es bueno decir de hecho “comenzaré a pensar seriamente acerca de servir a Jehová cuando sea un poco más viejo.” No, ¡ahora es el tiempo de hacerlo!
3 La actitud de algunos jóvenes hoy día es trabajar solo para disfrutar de tantos placeres mundanos y cosas materiales como sea posible. Admiran e imitan a los adultos que tienen muchas cosas materiales. Pero Jesús dijo: “Sigan, pues, buscando primero el reino y Su justicia.” (Mat. 6:33) El tener presente los asuntos espirituales en la juventud evitará que gastemos tiempo en actividades infructuosas.—1 Tim. 6:9, 10.
PREPARACIÓN PERSONAL
4 Un siervo de Dios debe aprender a leer y hablar bien. Esto es necesario para poder leer y entender la Biblia, las publicaciones de la Sociedad, otro material impreso, y atender la correspondencia. Esta es una de las ayudas más importantes para adquirir un conocimiento exacto de la verdad y después de eso poder hablar a otros acerca de ello. El prepararse para las reuniones y participar en ellas será una ayuda colosal en este sentido. El participar cabalmente en la Escuela Teocrática y ayudar a otros con sus lecciones y discursos también será muy útil para aprender a leer bien.
5 Un buen programa para participar activamente en el servicio del campo con regularidad es algo que los jóvenes deben tener. Esto no solo contribuirá grandemente al testimonio que debe efectuarse ahora, sino que constituye un excelente entrenamiento para llegar a ser un buen trabajador en el campo, capaz de hablar con otros fácilmente y entrenar a personas nuevas.
6 ¿Serás un precursor cuando termines la escuela secundaria? ¿Llenarás una solicitud para el servicio de Betel? ¿Esperas llegar a ser un siervo ministerial, y con el tiempo, un anciano? Sería bueno comenzar ahora a aprender a asumir responsabilidades. El ser un buen estudiante de la Biblia y participar cabalmente en todas las actividades de la congregación cada vez que tengas oportunidad será de gran provecho. El asociarse con otros de la congregación que tienen estas mismas metas o que actualmente están sirviendo de esa manera también te será útil en tu camino. Proverbios 13:20 dice: “El que está andando con personas sabias se hará sabio, pero al que está teniendo tratos con los estúpidos le irá mal.”
7 A Timoteo le habían enseñado los santos escritos desde la infancia, y probablemente se encontraba en el período posterior de su adolescencia o tenía poco más de veinte años cuando los hermanos “daban buenos informes acerca de él” al apóstol Pablo. (Hech. 16:1, 2; 2 Tim. 3:14, 15) Samuel, el último juez de Israel, comenzó a servir a Jehová en el templo bajo la dirección del sumo sacerdote Elí posiblemente a la edad de tres años y después de eso sirvió fielmente por mucho tiempo. Josías tenía solamente ocho años de edad cuando llegó a ser rey de Judá y, a pesar de la influencia de su padre idólatra, emprendió la adoración verdadera cuando tenía dieciséis años de edad y tomó la iniciativa en restaurar la adoración verdadera en el país. La niñita israelita, que le contó a la esposa de Naamán, el general sirio que padecía de lepra, acerca del profeta Eliseo, debe haber sido muy jovencita pues se le describe como “una muchachita.” (2 Rey. 5:2-4) Estos son ejemplos de jóvenes que temprano en su vida decidieron servir a Jehová y lo hicieron de manera ejemplar.
8 Hoy día hay muchas cosas que pueden llenar la mente de los jóvenes. Pero el servir a Jehová, el Soberano Universal, sobrepasa todas las otras actividades que pudieras emprender. Sea que le sirvas como precursor regular, precursor auxiliar o publicador de congregación, hazlo de toda alma, esperando con anhelo las bendiciones y responsabilidades aumentadas en el futuro.