Carta de la Sucursal
Estimados publicadores:
“¡Emocionante!” fue la palabra que seguimos oyendo de los miembros de la familia de Betel en Brooklyn. Y de veras es difícil de describir la emoción y el placer que nos proporcionó a todos lo que sucedió en la central mundial durante las tres semanas del 18 de octubre al 6 de noviembre.
El Cuerpo Gobernante había hecho arreglos para celebrar reuniones especiales con los coordinadores de sucursales y otros representantes de las sucursales por toda la Tierra. En total, 128 hermanos asistieron y 107 esposas los acompañaron, trabajando en Betel durante ese período.
Las reuniones no fueron clases, sino más bien una reunión de ancianos en la que se consideraron los intereses del Reino y la obra de predicación en todo el mundo. Fue una oportunidad excelente de tener un intercambio de información y estímulo. (Rom. 1:12) Además de compartir información con estos ancianos visitantes, el Cuerpo Gobernante obtuvo de ellos mucha información valiosa sobre la condición espiritual y las necesidades de los hermanos en sus países y comentarios acerca de asambleas, reuniones, servicio del campo y así por el estilo.
¡Y lo mucho que se benefició la familia de Betel! Muchos de los visitantes habían asistido a la Escuela de Galaad o pasado algún tiempo en el Betel de Brooklyn en años anteriores. Así es que había muchos viejos amigos con los cuales reunirse. Pueden imaginarse cómo disfrutarían ustedes de ver amistades de países distantes todos los días y poder conversar con ellos y compartir experiencias a la hora de las comidas y en las noches libres.
En cada período de desayuno y almuerzo nos deleitamos al oír sus informes que eran transmitidos a los seis comedores y a la Hacienda Watchtower. Y todos los lunes, después del estudio de La Atalaya de la familia, nuestros visitantes nos relataron más experiencias y nos dieron informes personales de sus países. Sí, en verdad fue edificante y estimulante.
Sus consiervos,
LA OFICINA DE SUCURSAL DE BROOKLYN