¿Podemos llevar el mensaje a más personas?
1 En muchos sitios se está haciendo cada vez más difícil llevar a la gente el mensaje de las buenas nuevas. Muchos no están en casa cuando visitamos. ¿Halla usted que esto es cierto en su territorio? ¿Qué podemos hacer para llevar el mensaje del Reino a más personas?—1 Tim. 2:3, 4.
2 Por un instante, piense acerca de lo que usted acostumbra hacer cuando sale en el servicio del campo. Al ir de una casa a la próxima, ¿se detiene usted a hablar con personas que quizás estén trabajando en su patio, con hombres que están limpiando su automóvil en la calle frente a su casa, con los que están sentados en los escalones de una casa de apartamentos? O, ¿hay veces en que usted pasa por el lado de personas con las que fácilmente pudiera hablar y entonces toca timbres en casas de apartamento en las que nadie responde? ¿Por qué no tratar de conversar con todo el que esté accesible y así llevar el mensaje a más personas en su servicio del campo?
3 Cuando los amos de casa no están en casa, probablemente tomamos nota de ello, pero, ¿perseveramos en nuestros esfuerzos por llevar el mensaje a estas personas? Por ejemplo, durante el mes pasado, ¿dedicó usted por lo menos parte de su tiempo en el servicio a volver a visitar los lugares en los que no había nadie en casa? ¿Se está haciendo un esfuerzo por visitar por segunda y hasta por tercera vez para llevar el mensaje al amo de casa si es del todo posible? En otras palabras, ¿estamos realmente esforzándonos por llevar el mensaje a la gente de nuestro territorio, o sencillamente estamos abarcando territorio?
4 Recientemente, un grupo de publicadores de Nueva York visitó los hogares en cierto territorio y halló muy poco interés, pero durante la semana próxima dos de los publicadores volvieron a visitar los sitios en que no habían encontrado a nadie en casa y tuvieron varias consideraciones excelentes, y colocaron literatura con amos de casa que mostraron aprecio.
5 Los días son más largos ahora, y algunos de nosotros quizás podamos aprovecharnos de esto para testificar al atardecer o temprano en la noche cuando todavía no ha oscurecido. No hay “mejor tiempo” para hallar a la gente en casa. A menudo la mayoría de las personas que no están en casa a otras horas, se encuentran a esas horas, y muchas personas parecen tener una buena disposición durante esta parte del día. Además, quizás pueda ponerse en comunicación con miembros de la familia a los que no sería probable hallar en otra ocasión. Algunos han hallado que en una hora de dar testimonio al atardecer o temprano en la noche pueden hablar con tantas personas como en varias horas durante un fin de semana. Por supuesto, las horas tempranas de la noche quizás no sean su tiempo regular para el servicio del campo, pero, ¿puede usted hacer un ajuste si esto le permitiera llevar el mensaje a más personas? Los ancianos de su congregación quizás puedan hacer arreglos para testificar en grupo durante el atardecer o en las primeras horas de la noche por uno o dos días de la semana desde ahora hasta el otoño.
6 Así, además de apartar cierto tiempo para dedicarlo al servicio del campo y abarcar el territorio que se nos haya asignado, deberíamos estar más concientes de llevar el mensaje a la gente... compartiendo las buenas nuevas con ellos dondequiera que los hallemos y en cada ocasión apropiada.