¿Cómo afecta el reino de Dios a su familia?
1 Por siglos los cristianos han orado: “Venga tu reino. Efectúese tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra.” (Mat. 6:9, 10) Con anhelo esperamos los muchos cambios benditos que el reino de Dios traerá después de la grande tribulación.
2 Pero aun ahora, desde la instalación de Jesús como el rey celestial de Dios en 1914, millones de personas han hecho cambios en su vida para amoldarse a la dirección del Reino. A medida que aumenta el número de personas que se ponen de parte del reino de Dios amoldando su vida a las leyes de ese reino, la voluntad de Dios se efectúa cada vez más en la Tierra. Felizmente, pronto vendrá el tiempo cuando todos los opositores de ese Reino serán vencidos.
3 ¿Indica su familia por sus acciones y modo de vivir que reconoce la jefatura de Cristo, nuestro rey celestial? Si así es, ¿cómo puede uno saberlo? Las familias pueden variar considerablemente en muchos respectos; las preferencias individuales pueden diferir. Pero si el gobierno del reino de Dios verdaderamente afecta a su familia, hay un denominador común. Usted estará haciendo todo esfuerzo posible por seguir la dirección que Jesús dio, su modo de vivir, sus enseñanzas, su servicio a Jehová.
EN SU VIDA DE FAMILIA
4 Puesto que el gobierno de Cristo es un gobierno de paz, ¿no debería reflejarse esa paz en nuestra familia? Seguramente las disputas, las quejas y los accesos de cólera deberían ser raros, o no deberían existir. (Efe. 4:26, 31, 32) Esposos, ¿da evidencia el modo en que ustedes tratan a sus esposas de que son súbditos del Rey, quien es “de genio apacible y humilde de corazón”? (Mat. 11:28-30) Ustedes esposas, ¿son sus acciones para con su esposo y sus hijos evidencia de sumisión a Cristo, quien es cabeza de su esposo? (1 Cor. 11:3; Efe. 5:22, 23) Ustedes niños, ¿honran a sus padres de tal modo que muestre que están imitando a Cristo, quien siempre hizo la voluntad de su Padre? (Juan 8:29) Las respuestas a estas preguntas indican el grado al cual su familia está respondiendo al gobierno del Reino.
5 Toma tiempo y esfuerzo el deshacerse de las actitudes y patrones mundanos de habla. Pero aun si solo un miembro de la familia hace el esfuerzo, habrá una bendición. Cuando el esposo pone un ejemplo excelente, esto anima a la esposa a responder. Y una actitud sumisa de parte de la esposa puede animar al esposo a imitar el ejemplo de Cristo, aquel que es su cabeza. Hasta el buen ejemplo de los hijos ha ayudado a los padres a llegar a ser súbditos del reino de Dios.
6 Pero, ¿cómo puede lograrse esto? Los miembros de la familia necesitan espiritualidad a fin de hacer tales cambios. ¿Cómo está la espiritualidad de su familia? ¿Podría haber una mejora? El gobierno del Reino provee la educación práctica más excelente procedente de las Escrituras. Pero, ¿cómo podemos beneficiarnos más plenamente de ella? Realmente, podemos hacerlo por medio de esforzarnos como familia a leer y estudiar juntos, y prepararnos para las reuniones y el servicio. Los padres tienen que animar a los hijos a prestar buena atención en las reuniones y hasta participar. Cuando la familia hace estas cosas, los resultados provechosos pueden verse rápidamente.
EN CUANTO A SERVICIO DEL CAMPO
7 Tal como los seguidores de Cristo fueron comisionados a predicar las buenas nuevas del Reino, los cristianos en nuestro tiempo muestran que son apoyadores leales del Reino por medio de su predicación. ¿Hacen los miembros de su familia un esfuerzo por ayudarse unos a otros dentro del círculo de la familia a fin de servir en el campo como discípulo de Cristo? ¿Cuántos miembros de su familia pueden ser publicadores? Puesto que apreciamos la realidad del Reino, queremos ayudar a todos, especialmente a aquellos que están estrechamente emparentados con nosotros a disfrutar eternamente del privilegio de rendir servicio sagrado a Jehová.—Rev. 7:14, 15.