Tenemos que mostrar consideración a las personas de edad avanzada
1 “Realmente disfruto de mi asociación con las personas de edad avanzada de nuestra congregación. Su fe firme y profundo amor a Jehová me edifican y animan mucho.” Expresiones como ésta se oyen en las congregaciones donde sirven nuestros fieles hermanos y hermanas de edad avanzada. ¡Cuán felices nos sentimos de mostrar consideración a estos amados hermanos!—Lev. 19:32.
2 Aunque sufren de diversos problemas de salud, muchos hermanos de edad avanzada sirven como ancianos y siervos ministeriales. ¡Qué excelente ejemplo son para nosotros! Cuando las limitaciones de la edad avanzada impiden que ellos hagan tanto como quisieran hacer ahora, no es necesario que se hagan a un lado y piensen que ya no pueden servir a la congregación. Al contrario, los individuos de edad avanzada benefician mucho a toda la congregación. Su firme y fiel ejemplo a través de los años, al igual que su consejo y juicio maduro, son una bendición para nosotros. Todos podemos concordar sinceramente en que “la canicie es una corona de hermosura cuando se halla en el camino de la justicia.”—Pro. 16:31.
3 Las mujeres de edad avanzada también son una excelente influencia en la congregación. En Tito 2:2-10 Pablo habló no solo de los hombres de edad avanzada, sino también de las mujeres de edad avanzada y de lo que ellas podían hacer para ‘adornar’ la verdad. El excelente ejemplo de los hombres y mujeres de edad avanzada que participan con regularidad cada mes en el servicio del campo a pesar de sufrir de enfermedades que vienen con la vejez son un estímulo para muchos hermanos que, aunque no tienen impedimentos físicos, no igualan el celo y devoción de los de edad avanzada. Algunos de nuestros hermanos ancianos están limitados en cuanto a la cantidad de horas corridas que pueden dedicar a la obra de casa en casa o a la testificación en la calle. Sin embargo, cuando vemos su determinación, ¿no es cierto que nos sentimos animados a imitar la fe firme y el espíritu que manifiestan? (Fili. 4:23) Y, ¿qué hay del excelente ejemplo de ellos de estar a tiempo para las reuniones cada semana, aun cuando esto sea difícil en algunos casos? También, ¿quién de nosotros no escucha atentamente los comentarios meditativos de ellos que reflejan la sabiduría y modestia que han acumulado durante muchos años de servicio fiel?
4 Pero, ¿cómo podemos seguir personalmente el consejo de Levítico 19:32 de “mostrarle consideración a la persona de un anciano”? Antes de esto el versículo dice: “Ante canas debes levantarte,” lo que indica que las personas de menos edad deben mostrar una actitud respetuosa hacia las personas de edad avanzada. Pablo aconsejó que debemos considerar superiores a nosotros a las demás personas. (Fili. 2:3) Si esto es así entre todas las personas de la congregación cristiana, ¡con cuánta más razón debemos pensar así cuando la persona con quien tratamos verdaderamente ha demostrado amor a Jehová y a sus hermanos cristianos por medio de obras de fe y hechos de devoción piadosa efectuados por muchos años! Verdaderamente se han ganado nuestro respeto.
5 De vez en cuando se reciben informes de que algún hermano o hermana de edad avanzada que está guardando cama parece sentirse abandonado, o abandonada, debido a que no se le visita con regularidad para impartirle ánimo. Aunque quizás no los hayamos conocido personalmente o no nos hayamos asociado estrechamente con ellos en el pasado, eso no altera nuestra relación espiritual con ellos. Realmente es una responsabilidad cristiana básica cuidar de esas personas, especialmente cuando son miembros de nuestra familia. (1 Tim. 5:8) Los que amamos a Jehová no debemos descuidar el principio cristiano básico de cuidar amorosamente de los miembros de edad avanzada de la congregación y particularmente de los miembros de nuestra familia. (Mar. 7:10; 1 Juan 3:17, 18; 4:7, 8) Todos debemos mostrar nuestro interés amoroso en el bienestar físico y espiritual de ellos.
6 Al trabajar nuestro territorio, hay varias maneras en que podemos mostrar consideración a los hermanos y hermanas de edad avanzada. Por ejemplo, se pueden hacer arreglos en los grupos para que las personas ancianas no tengan que subir muchas escaleras o colinas cuando van de puerta en puerta. Siempre que sea posible, se debe ayudar a los hermanos y hermanas de edad avanzada a hacer revisitas o a ir a los estudios bíblicos y regresar de éstos donde la transportación pública sea inconveniente o cuando se tenga que viajar una distancia considerable. ¿Pudieran hacerse arreglos también para traerlos a las reuniones que se celebran en el Salón del Reino y llevarlos de vuelta a sus hogares o hasta para ayudarlos a comprar las cosas necesarias de la vida? Podemos tener la certeza de que nuestros hermanos de edad avanzada apreciarán profundamente el amor que expresemos por medio de nuestro interés y cuidado.