Presentando las buenas nuevas... en territorio que rara vez se trabaja
1 Nuestro Señor Jesucristo mandó que las buenas nuevas se predicaran “en TODA la tierra habitada . . .” (Mat. 24:14) Es por esta razón que debemos hacer intensos esfuerzos por ayudar a la gente que vive en territorios que rara vez se trabajan. ¿Podemos darles oportunidades adicionales de escuchar y ser salvos?—Rom. 10:13, 14.
2 Quizás su congregación tiene territorios distantes que rara vez se trabajan. Se recomienda que tales territorios se trabajen por lo menos una vez al año. Si su congregación no puede hacer eso, ¿pudiera suministrar ayuda otra congregación cercana? El superintendente de circuito está consciente de las necesidades de ustedes porque repasa los registros de los territorios cuando los visita. Él hará lo que esté a su alcance para hacer arreglos a fin de que las congregaciones cercanas ayuden.
3 Además, ¿hay sectores cercanos, los cuales son parte del territorio de la congregación, que quizás no sean tan productivos como otros sectores? Entre los sectores poco productivos pudieran estar zonas en las que viven personas acomodadas, donde por años se ha mostrado poco interés en el mensaje. También estarían incluidas comunidades sumamente religiosas donde se ha experimentado oposición total. De acuerdo con lo que se dijo en Nuestro Servicio del Reino de julio de 1979, bajo “Presentando las buenas nuevas” (párrafo 5), algunas congregaciones no han trabajado los territorios menos productivos al mismo grado que han trabajado las zonas más productivas. Esto es práctico y está de acuerdo con precedentes bíblicos. (Hech. 16:6-10; 18:9-11) Sin embargo, aunque no ha habido “muchos de nacimiento noble” que hayan respondido favorablemente al mensaje desde que se estableció la congregación cristiana en el primer siglo, algunos sí han respondido. Hasta algunos sacerdotes judíos respondieron favorablemente a las buenas nuevas. Así que no queremos pasar por alto voluntariamente ningún territorio. Queremos predicar a toda clase de hombres.—1 Cor. 1:26; Hech. 6:7.
MANERAS EN QUE PUEDE HACERSE
4 Los superintendentes de servicio pueden animar y ayudar a organizar la obra para trabajar todos los territorios de la congregación. Algunas congregaciones han organizado grupos que salen al servicio a mediados de semana y los fines de semana, y dan atención especial a los territorios que rara vez se trabajan. Si usted tiene que viajar una distancia considerable, quizás halle que es útil empezar temprano. Algunos publicadores hacen planes para almorzar y pasar varias horas o todo el día en el servicio del campo.
5 Los grupos que predican a mediados de semana pueden pasar sus registros de los hogares donde no había nadie en casa a los que salen al servicio el fin de semana. Es útil organizar de antemano la manera en que ha de trabajarse el territorio y hacer arreglos para volver a visitar de un modo eficaz los hogares donde no había nadie en casa. Pudiera asignarse a grupos más pequeños de publicadores para que vuelvan a visitar los hogares donde no había nadie en casa y trabajen zonas escasamente pobladas. Esto ahorra tiempo, mantiene ocupados a todos los publicadores del grupo y reduce al mínimo el tiempo de espera innecesario. Cuando en esta clase de territorio las personas no están en sus hogares usted puede decidir si es práctico o no dejar literatura gratis. Tenga presente que la literatura debe dejarse fuera de la vista de los transeúntes, de modo que ésta no indique a otras personas que no hay nadie en casa. No debe colocarse literatura en los buzones.
6 Es conveniente preparar su presentación de acuerdo con el territorio que va a trabajar. Siempre sea afectuoso, amigable y positivo. Antes de abordar a personas acomodadas, piense en lo que les interesaría a ellas. Especialmente debemos dar atención a nuestro peinado, vestimenta y decoro general. No queremos dar “causa alguna para tropiezo, para que no se halle nada censurable en nuestro ministerio.”—2 Cor. 6:3.
7 Si anteriormente ha habido oposición al mensaje en el territorio que va a trabajar, usted quizás quiera tomar esto en consideración al preparar la introducción y escoger los textos que piensa usar en su presentación, así como la clase de literatura que piensa ofrecer. Estamos interesados en ‘salvar a algunos.’ Preparémonos para adaptarnos a lo que les ayude a alcanzar esa meta.—1 Cor. 9:19-23.