Creciendo espiritualmente como familia
1 “En una era en que se enfatiza al máximo la gratificación y expresión personal,” comenta una revista sobre la familia, “muchos padres no quieren sacrificar nada de sí mismos por sus hijos, a quienes consideran como una carga.” Una revista de noticias también informa que la tendencia actual de los padres de dar ‘prioridad a su propio derecho de lograr sus ambiciones personales’ deja a sus hijos emocionalmente impedidos y sin un código moral. Esto es exactamente lo que las Escrituras predijeron, “que en los últimos días . . . los hombres serán amadores de sí mismos, . . . desobedientes a los padres, . . . sin tener cariño natural.”—2 Tim. 3:1-5.
2 Es patente que para alcanzar la meta de la unidad y felicidad familiar, la familia cristiana tiene que resistir tales tendencias y seguir las instrucciones que el Fundador de la familia, Jehová Dios, ha provisto. (Sal. 100:3; Pro. 3:5, 6) Los hijos no se convierten automáticamente en discípulos de Jesucristo solo porque sus padres lo sean. Especialmente los padres tienen la responsabilidad de ‘criarlos en la disciplina y regulación mental de Jehová.’—Efe. 6:1-4.
LO QUE SE PUEDE HACER
3 Felizmente, Jehová ha provisto a los padres muchas ayudas valiosas para ayudar a la familia a progresar espiritualmente, pero se requiere una medida de autodisciplina, o hasta abnegación, para usarlas y beneficiarse de ellas. Por ejemplo, el Anuario suministra cada día un texto bíblico y comentarios edificantes para consideración. ¿Es la consideración de esa información parte de la rutina diaria de su familia?
4 La lectura bíblica de familia es otra manera en que toda la familia puede recibir ayuda para crecer espiritualmente. “Porque todas las cosas que fueron escritas en tiempo pasado fueron escritas para nuestra instrucción,” escribió el apóstol Pablo en Romanos 15:4. Ciertamente cada familia necesita esas instrucciones para resistir las tentaciones e influencias inicuas de estos tiempos peligrosos. Los padres que apartan tiempo para leer y considerar diariamente una porción de la Biblia con su familia también cumplen con el mandato bíblico: “Estas palabras que te estoy mandando . . . tienes que inculcarlas en tu hijo y hablar de ellas.”—Deu. 6:6, 7.
5 Los padres que se interesan en el progreso espiritual de la familia reconocen la importancia de ayudar a sus hijos a sacar el mayor provecho de las reuniones de congregación. Para ayudar a su hijita a beneficiarse del estudio semanal de La Atalaya, una pareja notó que en cada revista casi siempre había una lámina por medio de la cual ella podía recordar lo que había aprendido en la reunión. De modo que los padres se referían a esas láminas y tenían muchas consideraciones agradables con ella, y hasta le relataban historias a la hora de dormir. Así, la cuidadosa preparación de antemano, al igual que el repasar lo que se haya aprendido, ayudará a hacer que las reuniones sean significativas a todos los miembros de la familia. Cada uno esperará con anhelo las reuniones y se beneficiará espiritualmente de ellas.—Heb. 10:24, 25.
6 En lo que tiene que ver con el esparcimiento y entretenimiento, los padres que se interesan en el desarrollo espiritual de la familia sabiamente la protegen de la dañina influencia del espíritu del mundo. Por ejemplo, muchos miembros de familia admiten que se sienten más apartados de ésta cuando dedican demasiado tiempo a ver la televisión. Algunas personas hasta dicen que la televisión es la causa principal de la falta de comunicación que existe en muchas familias. Es interesante el hecho de que algunas familias han apartado ciertas noches de “NO TELEVISIÓN” para tener consideraciones de familia, leer o participar en otros tipos de recreación que envuelva a toda la familia, y han descubierto que el ambiente familiar ha mejorado muchísimo.
7 Ciertamente el derrotero sabio es aplicar las pautas bíblicas para mantener unidas a nuestras familias en estos “tiempos críticos.”