Presentando las buenas nuevas... a los parientes
1 A nuestros oídos el mensaje del Reino es buenas nuevas refrescantes, pero a otras personas, cuyo corazón no está inclinado a Jehová, este mensaje no las conmueve (Mat. 13:15). Cuando se les habla sobre las buenas nuevas, muestran poco interés. La mayoría de nosotros tenemos parientes que son así. Sin embargo, nuestra relación de familia pudiera ofrecernos una oportunidad de testificarles que tal vez no tendríamos de otro modo. (Compare con Juan 1:40, 41.) Muchos de los que ahora están en la verdad comenzaron en ella con la ayuda de un pariente. ¿Ha tratado usted de aprovecharse de esta oportunidad singular para testificar? Puede que usted sea la única persona que logre hacer que ellos escuchen.
OPORTUNIDADES PARA TESTIFICAR
2 Tal vez, durante la temporada de las vacaciones, nuestros parientes que no están en la verdad vengan a visitarnos, ya sea brevemente o por varios días. Esto quizás nos provea oportunidades para testificarles discretamente. Se pueden dejar artículos apropiados de nuestra literatura en lugares convenientes del hogar. Las oraciones que ofrecemos a las horas de comer pueden dar paso a que hablemos acerca de nuestra relación con Jehová. Invitemos a nuestros parientes a las reuniones. El que seamos fieles en cuanto a asistir a las reuniones durante la visita de ellos quizás nos dé la oportunidad de decirles lo que se considera en las reuniones y por qué es importante para nosotros asistir a ellas. El que estén presentes en nuestro estudio de familia, y escuchen lo que se considera en él, podría resultar en verdadera bendición para ellos. Si estamos de visita en el hogar de nuestros parientes, sin duda hallaremos otras maneras de dar un testimonio eficaz.
3 A menudo los niños son el centro de atención cuando las familias se reúnen. Teniendo esto presente, los padres pudieran repasar de antemano con sus hijos algunos aspectos elementales del mensaje del Reino. Alguna declaración pasajera o cierto incidente pudiera impulsar a los hijos a hablar de manera conmovedora a otros miembros de la familia. A veces tales expresiones surten más efecto que el mucho testificar de los mayores.
4 De vez en cuando los parientes se reúnen a causa de circunstancias tristes, como cuando algún miembro de la familia está gravemente enfermo o ha muerto. El expresar pensamientos consoladores basados en la Palabra de Dios pudiera ofrecer esperanza y llegar al corazón de aquellos que no habían respondido al mensaje en el pasado.
5 Tal vez se presenten oportunidades bajo otras circunstancias desfavorables. Quizás los parientes insistan en que se les explique por qué uno rehúsa participar con la familia en observar cierto día de fiesta o alguna costumbre familiar. Discretamente hágales saber sus creencias, y por qué cree en ellas (1 Ped. 3:15). Su respuesta sincera y el no criticar las creencias de ellos pudiera causarles una impresión duradera. (Pro. 25:11.)
TESTIFIQUE MEDIANTE SU CONDUCTA
6 Aun si sus parientes se oponen tenazmente, usted todavía puede darles un testimonio mediante su conducta (1 Ped. 2:12). El siempre comportarse de manera considerada y respetuosa quizás impresione favorablemente a otros. Esto es especialmente importante cuando digan cosas para provocarlo o poner a prueba su resolución de guiarse por los principios bíblicos. (1 Cor. 10:31-33; 2 Cor. 6:3, 4.)
7 Hay razón para gozo especial cuando un miembro de la familia acepta la verdad. Probablemente no haya cosa alguna que nos dé mayor satisfacción que el ver que un ser querido halle el camino a la vida. Esa posibilidad debería ser suficiente para movernos a procurar oportunidades para testificar a nuestros parientes.