Ofrezcamos sacrificios de alabanza a Jehová
1 Bajo el pacto de la Ley los israelitas tenían que ofrecer en sacrificio animales sanos de sus rebaños. Hasta las ofrendas de grano de los pobres tenían que ser de “flor” de harina (Lev. 2:1; 1:3). Hoy día, nosotros también estamos en la obligación de presentar sacrificios a Dios, y, a pesar de nuestras circunstancias personales, estos sacrificios deben representar lo óptimo que podamos ofrecer. Pero ¿qué sacrificios tienen que ofrecer los cristianos? Pablo dijo: “Ofrezcamos siempre a Dios sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de labios que hacen declaración pública de su nombre”. (Heb. 13:15, 16.)
NUESTROS SACRIFICIOS HOY DÍA
2 ¿Qué se contaría entre nuestro “sacrificio de alabanza” a Jehová? Incluiría el tomar parte en la obra de predicar y enseñar que Jesús predijo que se efectuaría hoy en día (Mat. 24:14; 28:19, 20). Ya que la grande tribulación se acerca con rapidez, queremos hacer todo lo posible por ayudar a las personas que están hambrientas y sedientas de la verdad (Mat. 5:6). No solo queremos pasar tanto tiempo como podamos en el ministerio del campo, sino que también queremos esmerarnos al hacerlo.
3 La calidad de nuestro ministerio depende en gran medida del esfuerzo que hagamos en él. En nuestro servicio del campo nos encontramos con diferentes clases de personas que quizás necesiten atención especial. Si de antemano consideramos los problemas que, en general, afronta la gente de nuestro territorio, podemos estar mejor preparados para presentar el mensaje de manera convincente (1 Cor. 9:19-23). ¿Por qué no ensaya con otro miembro de la familia las presentaciones que usted piensa hacer de casa en casa? El que haga el papel de amo de casa podría plantear preguntas u objeciones que comúnmente surgen en su territorio local.
4 En cuanto a conducir estudios bíblicos en los hogares, esto también exige preparación para que podamos ofrecer lo óptimo a Jehová. Al prepararnos para conducir el estudio, debemos pensar en las necesidades del estudiante, de modo que podamos adaptar la información para que le sea de sumo provecho. Podríamos preguntarnos: ‘¿Qué puntos deben recalcarse por el bien de la persona? ¿Cómo puedo ayudarla a que aplique lo que está aprendiendo?’.
OFREZCAMOS SACRIFICIOS CON REGULARIDAD
5 El que ofrezcamos lo óptimo incluye que seamos constantes en el ministerio. Recuerde, Hebreos 13:15 dice: “Ofrezcamos siempre a Dios sacrificio de alabanza”. ¿Estamos ofreciendo tales sacrificios con regularidad? Cuanto más frecuentemente salgamos a la obra de casa en casa, más nos familiarizaremos con las necesidades de los amos de casa. Gracias a la experiencia que adquirimos, llegamos a estar mejor preparados para presentar las buenas nuevas eficazmente.
6 ¿Se ha fijado usted la meta de tomar parte en el ministerio del campo el primer domingo del mes y durante el segundo y cuarto sábados del mes, y dedica esos sábados a la obra con las revistas? Muchos publicadores han podido hacer mucho más en el ministerio, ya que participan regularmente en todos los arreglos organizados para el servicio del campo. Cada uno de nosotros debe tener un buen horario a fin de pasar tanto tiempo como sea posible en ofrecer sacrificios de alabanza a Jehová.
7 Se sugiere que ofrezcamos el libro Vivir para siempre durante nuestra actividad regular del campo en septiembre. Al hacerlo dirigimos la atención de las personas al tema de la Palabra de Dios, a saber, Su Reino. Queremos ayudar a las personas a que desarrollen su aprecio por ese mensaje y alcancen el punto en que ellas, también, alaben a Jehová.
8 Si reflexionamos con aprecio sobre todo lo que Jehová ha hecho a favor nuestro, nos sentiremos movidos a siempre ofrecer lo óptimo a Jehová. (1 Cró. 29:14.)