¿Tiene usted el espíritu de precursor?
1 ¿Qué es el “espíritu de precursor”? Se pudiera decir que es tener una actitud positiva hacia el mandato de predicar y hacer discípulos, estar completamente resuelto a mostrar amor a otros e interesarse en ellos, ser abnegado, hallar gozo en seguir con sumo cuidado al Amo y deleitarse en las cosas espirituales, no las materiales.
2 El pueblo de Jehová en conjunto ciertamente despliega ese espíritu hoy día. Hasta al enfrentarse a persecución enconada y otras adversidades, sigue adelante proclamando gozosamente las buenas nuevas del Reino de Dios.
3 Sin embargo, puesto que vivimos adentrados en el tiempo del fin, la inquietud y tensión de la vida cotidiana pueden afectarnos, quizás haciendo que disminuya nuestro celo y entusiasmo por los asuntos espirituales. Cada uno pudiera preguntarse: ‘¿Tengo el espíritu de precursor? ¿Permito que este sistema de cosas me robe ese espíritu? ¿Soy celoso por la verdad, y anhelo hablar con otras personas acerca del Reino de Dios? ¿Promuevo el espíritu de precursor en la congregación y animo a otros a participar más de lleno en hacer la voluntad de Dios? ¿Qué puedo hacer para superar una actitud negativa o indiferente?’.
CÓMO CULTIVAR EL ESPÍRITU DE PRECURSOR
4 El espíritu de precursor es fundamentalmente una condición de corazón que tenemos que cultivar. El estudio personal de la Biblia desempeña un papel importante en nuestro cultivo del espíritu de precursor, puesto que alimentamos el corazón con las cosas que leemos y escuchamos. Pablo exhortó a Timoteo: “Reflexiona sobre estas cosas [...] para que tu adelantamiento sea manifiesto a todos. [...] Persiste en estas cosas, pues haciendo esto te salvarás a ti mismo y también a los que te escuchan”. (1 Tim. 4:15, 16.) Por eso, es necesario que meditemos sobre asuntos espirituales para que penetren en nuestro corazón, el asiento de los motivos. Al hacer esto, cultivaremos el deseo de hacer la voluntad de Dios. Nuestro aprecio por las cosas espirituales se profundizará y buscaremos maneras de ensanchar nuestro ministerio.
5 Las cosas que decimos pueden derrumbar, o edificar a nuestros hermanos. (Efe. 4:29.) Podemos impartir pensamientos positivos y animadores al compartir experiencias relacionadas con el servicio del campo y puntos que hemos disfrutado en las reuniones o en el estudio personal. Además, cuando tenemos la oportunidad de hablar con personas durante nuestra rutina diaria, ¿nos esforzamos por testificarles informalmente? Si lo hacemos, estamos siguiendo las pisadas de nuestro Dechado, Jesús. (Juan 4:7-10.)
6 El aumentar nuestro amor al prójimo ayuda a cultivar el espíritu de precursor. (Mat. 22:39.) Jesús mostró esa clase de amor cuando estuvo en la Tierra. Se compadeció de la gente y quería hacer todo lo posible para ayudarla, aunque significara gran sacrificio personal. (Mat. 9:36; Rom. 5:6.) Si mostramos una actitud como la de Cristo, nos sentiremos movidos a compadecernos de nuestro prójimo y haremos todo lo posible para ayudarlo en sentido espiritual aunque se nos rechace. (Compárese con Mateo 23:37.)
RESULTADO POSITIVO
7 Si manifestamos el espíritu de precursor en nuestra vida, recibiremos muchas bendiciones y beneficios. A medida que aumentamos nuestra actividad en el ministerio llegamos a ser maestros más eficientes, y esto puede resultar en mucho gozo. Al crecer el espíritu de precursor en la congregación, también aumentará el calor y la espiritualidad de los hermanos. Con relación al resultado saludable que ha tenido el servicio de precursor en cierta congregación, uno de los ancianos comentó: “¡Qué cambio se efectuó! El paso de la congregación cambió. Hay la tendencia a aumentar cada vez más nuestra participación en el servicio de Jehová”. (Véase La Atalaya del 15 de septiembre de 1985, página 26, párrafo 1.)
8 Al acercarse el año de servicio de 1989, resuélvase a cultivar el espíritu de precursor en la congregación. Busque maneras de ampliar su ministerio. Haga planes de antemano para servir de precursor auxiliar cuando sea posible, o esfuércese por servir de precursor regular. Seamos precursores o publicadores, todos en la congregación podemos tener el espíritu de precursor.