Las suscripciones
1 Las suscripciones a La Atalaya y ¡Despertad! han ayudado a muchas personas a familiarizarse con la Palabra de Dios. ¿Qué podemos hacer para asegurarnos de que los suscriptores sigan recibiendo el mejor servicio posible?
2 No se puede dejar de enfatizar lo importante que es llenar con exactitud la hoja de suscripción. Se ha mejorado mucho en cuanto a esto. No obstante, hay un problema creciente que ocurre cuando un suscriptor se muda. A menudo no se le informa inmediatamente a la Sociedad y se interrumpe el servicio.
3 El correo devuelve a la Sociedad todas las revistas que no se entregan y le cobra $0,30 por cada una. En 1987 la Sociedad gastó más de $50.000 para cubrir los gastos de correo por las revistas que no se pudieron entregar. La mayoría de estas se devolvieron porque el suscriptor se mudó. Las notificaciones de mudanza que recibe el servicio postal por lo general no aplican a nuestras revistas. Por lo tanto, a fin de proveer la nueva dirección para las suscripciones a La Atalaya y ¡Despertad!, debe enviarse el formulario de la Sociedad Cambio de dirección de suscripción (M-205-S). Su cooperación a este respecto ayudará a la Sociedad a mantener los gastos al mínimo.
4 Se debe dar atención inmediata a todas las hojas de Suscripción por vencer. Se anima a los publicadores a obtener inmediatamente las renovaciones y entregarlas al hermano encargado de las suscripciones. El publicador puede informar tanto las suscripciones nuevas como las renovaciones que obtenga de personas no bautizadas. (Véase Nuestro ministerio, página 102.) No obstante, le conviene a la Sociedad recibir estas renovaciones lo antes posible. Todas las suscripciones deben enviarse semanalmente a la Sociedad.