Sirva de toda alma en el ministerio del campo
Parte 4: Organizados para efectuar eficazmente nuestro ministerio
1 Un ministerio público de toda alma requiere buena organización personal. Jesús fijó un modelo sobresaliente para nuestra actividad ministerial hoy. (Luc. 10:1, 2; Hech. 1:8.) También podemos aprender de la manera como sus discípulos del primer siglo cumplieron con su ministerio. (Hech. 5:42; 2 Tim. 4:5.) Pero ¿cómo pudiera usted organizarse mejor y disfrutar de resultados similares hoy?
2 Programe tiempo para el servicio del campo: El ministerio no es un aspecto casual o incidental de nuestra vida. No se puede dejar al azar la cantidad de tiempo que le dedicamos. Para organizar eficazmente nuestro ministerio tenemos que apartar tiempo para participar en sus diversas facetas. (Efe. 5:15, 16.) Muchos publicadores hallan provechoso ponerse una meta de horas que dedicarán mensualmente al ministerio. Por lo general, eso requiere organizar sus asuntos para participar en el servicio del campo cada semana. Los padres cristianos deben ayudar a sus hijos a apartar tiempo para participar regularmente en diferentes rasgos del ministerio del campo. (Deu. 6:7; Pro. 22:6.)
3 Póngase metas definidas: Las metas realistas le darán un objetivo hacia el cual trabajar. Cuando alcance su meta, experimentará el gozo del logro. (Pro. 13:12.) El apóstol Pablo exhortó: “De todos modos, hasta donde hayamos progresado, sigamos andando ordenadamente en esta misma rutina”. (Fili. 3:16.) Al igual que en todo aspecto del progreso espiritual, su actividad en el campo debe dar prueba de una rutina ordenada.
4 Por ejemplo, ¿lleva usted un buen suministro de tratados y hojas sueltas? ¿Tiene suficientes ejemplares de las revistas más recientes, y están en buenas condiciones? ¿Emplea bien los registros de casa en casa, usando uno para anotar los que muestran interés y otro para apuntar los hogares donde no hay nadie?
5 Antes de participar en el ministerio aparte tiempo para repasar el Tema de Conversación actual. Aísle puntos para conversación tomados de la publicación que se esté ofreciendo y prepárese para usar estos eficazmente a fin de estimular el interés de la gente. Además, esté listo para emplear el manual para el servicio del campo, Razonamiento a partir de las Escrituras. Hasta entre visitas puede consultar rápidamente algunas de sus muchas sugerencias. El aplicar esos puntos prácticos mejorará la eficacia de su ministerio.
6 El participar plenamente en “la obra santa de las buenas nuevas” en estos últimos días es un privilegio que encierra bendiciones. (Rom. 15:16.) Debemos esforzarnos por efectuar nuestro ministerio por medio de dar el mejor testimonio posible, “el fruto de labios”. (Heb. 13:15; compárese con Oseas 14:2.) Para lograr esto, apartemos tiempo para participar regularmente en el servicio del campo y establezcámonos metas razonables que nos permitan efectuar nuestro ministerio para alabanza de Jehová.