Rindamos servicio sagrado día y noche
1 Se nos ha otorgado un privilegio extraordinario: ser testigos de Jehová. Somos parte de la organización mundial de evangelizadores que Jehová utiliza para la mayor proclamación del Reino de la historia. (Mar. 13:10.) Dado que nuestros tiempos exigen actuar con urgencia, ¿participamos en esta obra al mayor grado posible?
2 Ignoramos cuánta gente responderá finalmente a nuestra predicación, pero Jehová nos asegura que será “una gran muchedumbre”. De los componentes de esta se dice que “le están rindiendo servicio sagrado día y noche”. (Rev. 7:9, 15.) Los más de cinco millones de Testigos que sirven a Dios no son meramente oyentes interesados ni se contentan con solo asistir a las reuniones; son trabajadores que proclaman las buenas nuevas por todo el mundo.
3 Todos los días se presentan oportunidades de alabar a Jehová, ya sea en el servicio del campo o informalmente. Piense en el enorme testimonio que se daría si cada uno de nosotros decidiera hablar de la verdad a por lo menos una persona distinta cada día. Que nuestro aprecio por Jehová nos impulse a hablar de él con entusiasmo. (Sal. 92:1, 2.)
4 Ayudemos a otros a rendir servicio sagrado: Jehová sigue bendiciéndonos con aumento. (Ageo 2:7.) El pasado año de servicio, en Estados Unidos hubo un promedio mensual de 568.480 estudios bíblicos. El objetivo al estudiar con estas personas debe ser ayudarlas a hacerse discípulos de Jesús. (Mat. 28:19, 20.) Muchas ya han progresado bastante debido a su asistencia regular a las reuniones y han empezado a hablar a sus conocidos “acerca de las cosas magníficas de Dios”. (Hech. 2:11.) ¿Se las puede invitar ya a participar en el ministerio público?
5 Hagamos un esfuerzo especial en abril por invitar a quienes reúnan las condiciones a participar en el servicio del campo. ¿Ha expresado el estudiante su deseo de acompañarnos? Si es así, ¿llena los requisitos bíblicos? (Véase el libro Nuestro ministerio, páginas 97 a 99.) Cuando el estudiante desee salir a predicar, dígaselo al superintendente presidente, quien asignará a dos ancianos para atender el asunto. Si el estudiante está en condiciones de que se le acepte como publicador no bautizado, invítelo a predicar. Especialmente el superintendente de servicio y los conductores de estudio de libro deben estar pendientes de quienes pudieran reunir los requisitos para ayudarlos a ser publicadores en abril.
6 Convendría que los padres examinaran si sus hijos están en condiciones de ser publicadores no bautizados. (Sal. 148:12, 13.) Si su hijo desea participar en el servicio del Reino y su conducta es buena, acuda a uno de los ancianos del comité de servicio para exponerle la situación. Dos ancianos se reunirán con usted y su hijo y determinarán si puede ser publicador. Causa una alegría especial ver que los niños alaben con nosotros a Dios.
7 Jehová es el único que merece nuestro servicio sagrado. (Luc. 4:8.) De modo que utilicemos nuestro maravilloso privilegio de alabarlo “en gran manera”. (Sal. 109:30; 113:3.)