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  • Prediquemos a gente de toda lengua y religión
  • Nuestro Ministerio del Reino 1998
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Nuestro Ministerio del Reino 1998
km 2/98 págs. 3-6

Prediquemos a gente de toda lengua y religión

1 Los cristianos del siglo primero dieron un celoso testimonio a personas que hablaban otros idiomas y profesaban diversas religiones. Como resultado de ello, “para el año 100 probablemente todas las provincias de la costa mediterránea albergaban una comunidad cristiana” (History of the Middle Ages [Historia de la Edad Media]).

2 En Estados Unidos, mucha gente habla otros idiomas aparte del inglés. Hay pueblos y ciudades que albergan comunidades extranjeras de tamaño considerable a causa de la afluencia de refugiados. Multitud de individuos que practican diversas religiones no cristianas han inmigrado a este país, entre ellos centenares de miles de budistas, hindúes, judíos y musulmanes. Ante tal variedad idiomática y religiosa, es un verdadero reto saber cómo hablar y dar testimonio a estas personas en el ministerio del campo. En efecto, es posible que tengamos un territorio misional en nuestra propia localidad. ¿Cómo podemos obedecer la orden de Jesús de ‘predicar al pueblo y dar testimonio cabal’ a gente de toda lengua y religión? (Hech. 10:42.)

Prediquemos a quienes hablan otra lengua

3 El número de nuevos publicadores ha aumentado grandemente entre la población extranjera que reside en los 48 estados del territorio de nuestra sucursal. Se han establecido congregaciones en diecisiete idiomas, y grupos en otros siete. No obstante, aún podemos lograr más en los lugares donde no hay congregaciones extranjeras que prediquen.

4 Superemos la barrera de la lengua: Es indudable que las personas suelen aprender mucho más rápido y comprender mejor las cosas cuando se les enseña en su lengua materna. “Por causa de las buenas nuevas” y con el objeto de ‘hacerse partícipes de ellas con otros’, muchos hermanos han aprendido otro idioma (1 Cor. 9:23). Una señora china recibió durante años las revistas que le llevaba una hermana de habla inglesa, pero no aceptó la invitación a estudiar la Biblia hasta que otra hermana, que estaba aprendiendo chino, le ofreció un libro en este idioma. Gustosa, aceptó tanto la publicación como el estudio. Y todo gracias al esfuerzo que hizo la segunda hermana por hablarle unas cuantas palabras en su propia lengua (compárese con Hechos 22:2).

5 Con razón, La Atalaya del 1 de noviembre de 1992 hizo el siguiente comentario: “El aprender otro idioma no solo mejorará la capacidad mental de los jóvenes, sino que también los hará más útiles en la organización de Jehová”. Muchos miembros de la familia Betel han emprendido la tarea de aprender un nuevo idioma; de este modo, los hermanos han sido de particular utilidad en congregaciones donde se les necesita para que lleven la delantera. Usted también puede prestar ayuda a una congregación o grupo extranjeros si habla otro idioma o está dispuesto a aprender (Mat. 9:37, 38).

6 Un hermano de Florida que aprendió vietnamita antes de entrar en la verdad, ahora se deleita predicando las buenas nuevas a los hablantes de esa lengua. Para aprovechar mejor sus conocimientos, se mudó con su familia al otro extremo del país, donde el campo vietnamita precisa más ayuda. Desde entonces ha obtenido magníficos resultados al estudiar la Biblia con muchos vietnamitas.

7 Una precursora de California que halló varios sordos en el territorio pidió a Jehová que la ayudara a encontrar a alguien que le enseñara el lenguaje de señas a fin de enseñarles la verdad. Cierto día, mientras hacía la compra en el supermercado del barrio, una joven sorda se le acercó y le pidió mediante una nota que la ayudara a localizar un artículo. Después de encontrarlo, la precursora escribió una nota manifestándole el deseo de aprender el lenguaje de señas para ayudar a los sordos del vecindario. “¿Por qué quiere ayudar a los sordos?”, escribió la mujer, a lo que la hermana respondió: “Soy testigo de Jehová y quiero ayudar a los sordos a entender la Biblia. Le enseñaré la Biblia con mucho gusto si usted me enseña el lenguaje de señas”. La hermana relata: “No se imaginan la alegría que sentí cuando accedió”. La hermana fue a casa de la joven todas las noches durante seis semanas. Ella aprendió el lenguaje de señas, y la joven sorda aprendió la verdad y se bautizó. Aunque aquello ocurrió hace más de treinta años, esta precursora aún sigue testimoniando a los sordos, y ahora asiste a una congregación en lenguaje de señas.

8 Si usted habla otro idioma con fluidez y tiene el deseo y las posibilidades de mudarse adonde haya más necesidad en ese campo, hable con los ancianos de la congregación. En caso de que ellos consideren que reúne los requisitos para trasladarse, pregunte al superintendente de circuito si hay algún lugar cercano donde pueda servir. De no haber uno, puede escribir a la Sociedad, siempre y cuando adjunte una carta de los ancianos en la que comenten sobre sus aptitudes y conocimiento del idioma (véase La Atalaya del 15 de agosto de 1988, páginas 21-23).

9 Utilicemos los instrumentos que recibimos: Nuestras publicaciones se editan en un gran número de idiomas. Sería bueno llevar tratados —o si no hay una congregación extranjera que predique el mismo territorio, el folleto Exige— en los idiomas que se hablan en la zona. Si es obvio que el inglés o el español no es la lengua materna de una persona, pregúntele qué idiomas lee; de esta manera será más amplia la gama de publicaciones que puede ofrecerle. Por ejemplo, es posible que alguien que hable urdu también lea árabe.

10 Aunque usted no hable el idioma de la persona con quien se encuentra en la predicación, aun así puede presentarle las buenas nuevas. ¿Cómo? Utilizando el folleto Buenas nuevas para todas las naciones, que contiene un breve mensaje impreso en 59 idiomas. Como indican las instrucciones de la página 2, una vez que determine qué idioma habla el amo de casa, déle a leer la información en la página correspondiente. Luego muéstrele una publicación en su idioma. Si no tiene, indíquele que tratará de volver con un ejemplar en su idioma. Pregúntele el nombre, y anótelo junto con la dirección. Quizás pueda pasar los datos a la congregación o grupo más cercanos en ese idioma, utilizando la hoja Visítese a esta persona de otro idioma (S-70a-S). Encontrará más instrucciones sobre el particular en la página 7 de Nuestro Ministerio del Reino de octubre de 1993. De no haber nadie que hable ese idioma para que se encargue de visitarlo, tal vez usted pueda aceptar el reto e incluso estudiar con él siguiendo su ejemplar en español (1 Cor. 9:19-23).

Prediquemos a los que profesan religiones no cristianas

11 Saber algo acerca de la religión del individuo contribuye a que demos un testimonio eficaz del Reino de Dios. El libro El hombre en busca de Dios nos informa sobre las principales religiones del mundo, a fin de que entendamos las creencias de la gente al grado preciso para ayudarla a conocer la verdad.

12 En el recuadro de la última página de este suplemento aparece una lista actualizada de publicaciones que la organización de Jehová ha suministrado para predicar a quienes no son cristianos. Si las leemos, sabremos cómo abordarlos con las buenas nuevas. Y no olvidemos otra herramienta útil, a saber, el libro Razonamiento. En las páginas 21 a 24 hallamos sugerencias prácticas de cómo responder a budistas, hindúes, judíos y musulmanes.

13 Cuidado con lo que decimos: Debemos tener cuidado de no formarnos un estereotipo de los partidarios de una religión, concluyendo que todos necesariamente creen lo mismo; más bien, procuremos entender el pensamiento de la persona con quien hablemos (Hech. 10:24-35). Como musulmán, Salimoon aprendió desde niño que el Corán es la palabra de Dios, pero nunca pudo aceptar totalmente la doctrina musulmana de que un Dios que es todo misericordia tortura a la gente en un infierno llameante. Cierto día, los testigos de Jehová lo invitaron a una reunión. De inmediato reconoció la verdad, y ahora es feliz sirviendo de anciano en la congregación cristiana.

14 Al testimoniar a quienes no profesan la fe cristiana, debemos tener cuidado de no echar a perder la oportunidad de hablarles de las buenas nuevas por la forma de abordarlos (Hech. 24:16). Los seguidores de algunas religiones reaccionan con suspicacia ante cualquier intento de convertirlos a otra fe. Por lo tanto, esté pendiente de los puntos que posean en común a fin de atraerlos a la verdad total de la Palabra de Dios. Los mansos como ovejas responderán a un trato bondadoso y una presentación clara de la verdad.

15 Es importante que seleccionemos las palabras para no alejar innecesariamente a las personas de la verdad. Por ejemplo, si de entrada usted dice que es cristiano, su interlocutor pudiera asociarlo de manera automática con las iglesias de la cristiandad, levantando así una barrera. También es conveniente aludir a la Biblia como “las Escrituras” o “los santos escritos” (Mat. 21:42; 2 Tim. 3:15).

16 Si se encuentra con alguien de una religión no cristiana y no se siente bien preparado para darle testimonio en ese momento, aproveche la oportunidad para conocerlo, ofrézcale un tratado, déle su nombre y pídale el suyo. Entonces vuelva uno o dos días después, cuando se haya preparado de forma adecuada para dar testimonio (1 Tim. 4:16; 2 Tim. 3:17).

17 Predicación a los budistas: (Véase el capítulo 6 del libro El hombre en busca de Dios.) Las creencias budistas difieren grandemente de un seguidor a otro. En vez de propugnar la existencia de un Creador personal, el budismo tiene por ideal religioso a Gautama Buda, varón indio del siglo VI a.E.C. Desde que este vio por primera vez a un enfermo, a un viejo y a un cadáver, pasó mucho tiempo tratando de encontrar el sentido de la vida. ‘¿Nacieron los hombres sólo para sufrir, envejecer y morir?’, se preguntaba. Por supuesto, nosotros podemos contestar dichas preguntas a los budistas sinceros que deseen saber las respuestas.

18 Al hablar con personas budistas, limítese al mensaje positivo y a las verdades claras del mayor de todos los libros santos, la Biblia. Los budistas, como la mayoría de la gente, se interesan mucho en la paz, la moralidad y la vida familiar, y a menudo aceptan con agrado hablar de estos temas. Esto puede crear una oportunidad para subrayar la importancia del Reino como la verdadera solución a los problemas del género humano.

19 En algunas zonas metropolitanas del país se siente la influencia de la población china que sigue el budismo y otras filosofías orientales. Muchos cursan estudios universitarios en Estados Unidos. Cuando una hermana de Montana vio a un chino en una tienda de comestibles, le entregó un tratado en su idioma y le ofreció un estudio de la Biblia. “¿Quiere decir la Santa Biblia? —preguntó él—. ¡Es lo que he estado buscando toda la vida!” Aquella misma semana empezó a estudiar y a acudir a todas las reuniones.

20 Una hermana precursora de Nevada lleva más de una década enseñando la verdad a estudiantes chinos. Al predicar en un edificio de ocho apartamentos ocupados por alumnos, le pidió a Jehová que la ayudara a iniciar un estudio en cada apartamento. Al cabo de dos semanas ya tenía por lo menos un estudiante en cada uno. Una presentación que le ha dado resultado es mencionar que ha hallado entre los estudiantes una preocupación común: todos desean paz y felicidad. Entonces les pregunta si a ellos también les preocupa lo mismo. Siempre dicen que sí. Ella dirige su atención al folleto Lasting Peace and Happiness—How to Find Them (Cómo hallar paz y felicidad duraderas), concebido para los chinos. Después de tan solo cinco sesiones, un estudiante le dijo que llevaba mucho tiempo buscando la verdad, pero que ya la había encontrado.

21 Predicación a los hindúes: (Véase el capítulo 5 del libro El hombre en busca de Dios.) El hinduismo no tiene un credo definido, y su filosofía es muy compleja. Los hindúes poseen un concepto trinitario de su dios principal, Brahmán (Brahma el Creador, Visnú el Preservador y Siva el Destructor). La creencia en el alma inmortal es básica para su doctrina de la reencarnación, la cual los lleva a un concepto fatalista de la vida (véase el libro Razonamiento, páginas 296-300, y La Atalaya del 15 de mayo de 1997, páginas 3-8). El hinduismo enseña la tolerancia, que todas las religiones conducen a la misma verdad.

22 Una manera de dar testimonio a un hindú es explicarle nuestra esperanza bíblica de vivir para siempre en perfección humana en la Tierra, así como las respuestas satisfactorias que da la Biblia a las cuestiones importantes que afronta la humanidad.

23 Predicación a los judíos: (Véase el capítulo 9 del libro El hombre en busca de Dios.) A diferencia de las demás religiones no cristianas, el judaísmo hunde sus raíces en la historia, no en la mitología. Las Escrituras Hebreas inspiradas suministran un eslabón fundamental en la búsqueda del Dios verdadero por parte de la humanidad. Y, sin embargo, en contraposición a la Palabra de Dios, una de las doctrinas básicas del judaísmo moderno es la inmortalidad del alma humana. Podemos establecer una base común confirmándoles que adoramos al Dios de Abrahán y reconociendo que todos nos encaramos a las mismas dificultades en el mundo actual.

24 Si se encuentra con un judío que tiene poca fe en Dios, el preguntarle si siempre se ha sentido así puede ayudarle a comprender qué tema le atraería más. Por ejemplo, quizás nunca haya oído una explicación satisfactoria de por qué Dios permite el sufrimiento. Se puede animar a los judíos sinceros a volver a examinar la identidad de Jesús como el Mesías, no a través de la imagen distorsionada de la cristiandad, sino como lo presentan los escritores judíos de las Escrituras Griegas.

25 Predicación a los musulmanes: (Véase el capítulo 12 del libro El hombre en busca de Dios.) Los musulmanes (o muslimes) son los seguidores del islamismo (o mahometismo), el cual enseña que Alá es su única deidad y que Mahoma (570-632 E.C.) fue su último y más importante profeta. Como no creen que Dios tuvo un hijo, reconocen a Jesucristo como un profeta menor de Dios y nada más. El Corán, que cuenta con menos de mil cuatrocientos años de antigüedad cita tanto de las Escrituras Hebreas como de las Griegas. Existen grandes similitudes entre el islamismo y el catolicismo. Ambas religiones enseñan la inmortalidad del alma, el tormento temporal y el infierno.

26 Un punto obvio que tenemos en común es nuestra creencia de que solo hay un Dios verdadero y que este inspiró la Biblia. El lector cuidadoso del Corán ha visto referencias a la Torá, los Salmos y los Evangelios como la Palabra de Dios, y ha leído que debe reconocerlos y obedecerlos como tal. Por lo tanto, puede ofrecerse a estudiar estas porciones de la Escritura con la persona.

27 La siguiente presentación puede ser útil con un musulmán: “No he hablado con muchos musulmanes, pero he leído un poco de algunas doctrinas de su religión en este libro [remítase a la página 24 del libro Razonamiento]. Aquí dice que ustedes creen que Jesús fue un profeta, pero que Mahoma fue el último y más importante de los profetas. ¿Creen también que Moisés fue un profeta verdadero? [Deje que responda.] ¿Me permite mostrarle lo que Moisés aprendió de Dios sobre su nombre personal?” Entonces lea Éxodo 6:2, 3. En la revisita, puede analizar el subtítulo “Un Dios, una religión”, en la página 13 del folleto El tiempo para verdadera sumisión a Dios.

28 En la actualidad, muchos están obrando en armonía con las palabras de Isaías 55:6, que dice: “Busquen a Jehová mientras pueda ser hallado. Clamen a él mientras resulte estar cerca”. Estas palabras les aplican a todas las personas sinceras, sea cual sea su idioma o religión. Podemos confiar en que Jehová bendecirá nuestros esfuerzos para ir y ‘hacer discípulos de gente de todas las naciones’ (Mat. 28:19).

[Recuadro de la página 6]

PUBLICACIONES DIRIGIDAS A PERSONAS NO CRISTIANAS

Budistas

*In Search of a Father (En busca de un padre)

(Folleto)

“¡Mira! Estoy haciendo nuevas todas las cosas”

(Folleto)

Chinos

*Lasting Peace and Happiness—How to Find Them

(Cómo hallar paz y felicidad duraderas)

(Folleto)

Hindúes

*From Kurukshetra to Armageddon—And Your Survival

(De Kuruksetra a Armagedón, y cómo puede usted

sobrevivir) (Folleto)

*Our Problems—Who Will Help Us Solve Them?

(Nuestros problemas: ¿quién puede ayudarnos

a resolverlos?) (Folleto)

¿Por qué debemos adorar a Dios con amor y verdad?

(Folleto)

*The Path of Divine Truth Leading to Liberation

(La senda de la verdad divina que conduce

a la liberación) (Folleto)

*Victory Over Death—Is It Possible for You?

(Victoria sobre la muerte, ¿puede usted

conseguirla?) (Folleto)

Judíos

Un nuevo mundo pacífico. ¿Vendrá?

(Tratado núm. 17)

Los testigos de Jehová, ¿qué creencias tienen?

(Tratado núm. 18)

¿Habrá algún día un mundo sin guerra? (Folleto)

Musulmanes

Cómo hallar el camino al Paraíso (Tratado)

El tiempo para verdadera sumisión a Dios

(Folleto)

* No está disponible en español

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