La predicación en grupo produce gozo
1 Cuando Jesús envió a 70 discípulos a predicar, les enseñó qué decir, los mandó de dos en dos y les dijo en qué territorio habían de predicar, todo lo cual contribuyó a que sintieran gozo (Luc. 10:1-17). Hoy en día, la predicación en grupo también contribuye a equipar, organizar y animar al pueblo de Dios a tal efecto.
2 Los ancianos organizan la predicación. Los ancianos desempeñan un papel vital en ayudar a todos a participar de forma regular en la predicación. El superintendente de servicio se encarga de organizar el servicio del campo entre semana. Cada superintendente de estudio de libro tiene la responsabilidad de organizar las actividades de su grupo, en especial los fines de semana. Cuando toda la congregación se reúne para el servicio del campo, por ejemplo después del estudio de La Atalaya, cada superintendente de estudio de libro debe ocuparse de su propio grupo.
3 “Decentemente y por arreglo.” El hermano asignado a dirigir la reunión para el servicio del campo debe comenzar a tiempo y limitar la duración de la reunión a 10 ó 15 minutos. Es preferible que organice los grupos de predicación y asigne el territorio (a menos que haya superintendentes de estudio de libro que se ocupen de ello, como se comentó anteriormente) antes de concluir con oración. Así no hay necesidad de que los publicadores formen grupos grandes en el territorio, ya que eso puede restarle dignidad a nuestra obra. También está en armonía con el consejo de Pablo: “que todas las cosas se efectúen decentemente y por arreglo” (1 Cor. 14:40). Todos los que asistan deben contribuir al objetivo de estas reuniones llegando a tiempo, cooperando plenamente con el hermano encargado y dirigiéndose enseguida al territorio una vez organizado el grupo.
4 Reunidos en unidad. La predicación en grupo ofrece una oportunidad excelente para conocer a otros miembros de la congregación. Aunque no hay inconveniente en que se hagan planes de antemano para predicar con alguien, también puede beneficiarnos asistir a las reuniones para el servicio del campo sin haber hecho planes previos. Quizá se nos asigne a trabajar con alguien a quien no conocemos bien, y eso nos permita ‘ensancharnos’ en nuestro amor (2 Cor. 6:11-13).
5 La predicación en grupo nos anima y nos une como “colaboradores en la verdad” (3 Juan 8). Participemos plenamente en ella.