ARTÍCULO DE ESTUDIO 44
CANCIÓN 138 Los cabellos blancos, una hermosa corona
Cómo mantener la alegría en la vejez
“En su vejez seguirán prosperando” (SAL. 92:14).
TEMA
Por qué es importante que los cristianos mayores mantengan la alegría y cómo pueden conseguirlo.
1, 2. ¿Cómo ve Jehová a los hermanos fieles que están envejeciendo? (Salmo 92:12-14; vea también la imagen).
EN ALGUNAS partes del mundo se considera todo un honor envejecer. Sin embargo, en otras, las personas hacen lo imposible por disimular el paso de los años. Por ejemplo, tan pronto ven la primera cana, se la arrancan. Pero, no porque se arranquen las canas, van a dejar de aparecer. Este ejemplo ilustra lo difícil que puede ser aceptar que nos estamos haciendo mayores.
2 Ahora bien, ¿cómo ve nuestro Padre celestial a los hermanos que están envejeciendo? (Prov. 16:31). Él los compara a árboles prósperos (lea Salmo 92:12-14). Y es una comparación muy adecuada. Los árboles que están repletos de hojas y fragantes flores suelen tener décadas de edad. Una de las especies más impresionantes y hermosas es el cerezo de flor japonés, que puede llegar a superar los 1.000 años. Al igual que estos árboles tan maduros, los cristianos de edad avanzada son bellísimos, sobre todo a los ojos de Dios. Jehová ve más allá de las canas y se fija en sus extraordinarias cualidades. Ellos le han servido fielmente durante muchos años tanto en las buenas como en las malas.
Como florecientes árboles maduros, los hermanos mayores son muy hermosos y siguen prosperando. (Vea el párrafo 2).
3. Mencione cómo usó Jehová a alguno de sus siervos de edad avanzada para cumplir su voluntad.
3 Jehová no piensa que perdamos valor con los años.a Al contrario, muchas veces usa a sus siervos de edad avanzada para cumplir su voluntad. Por ejemplo, Sara ya era bastante mayor cuando se le anunció que tendría un hijo del que saldría una nación poderosa y que sería antepasada del Mesías (Gén. 17:15-19). Igualmente, Moisés estaba muy entrado en años cuando se le encargó sacar a los israelitas de Egipto (Éx. 7:6, 7). Y también fue en su vejez cuando el apóstol Juan escribió por inspiración cinco libros bíblicos.
4. Según Proverbios 15:15, ¿qué cualidad ayuda a los hermanos mayores a encarar las dificultades? (Vea también la imagen).
4 La edad avanzada trae muchos desafíos. Una hermana dijo chistosamente: “Hacerse viejo no es para gallinas”. Pero hay una cualidad que ayuda a los hermanos mayores a encarar las dificultades: la alegríab (lea Proverbios 15:15). En este artículo veremos qué pueden hacer estos hermanos para no perderla. También analizaremos cómo puede apoyarlos el resto de la congregación. Pero antes hablaremos de por qué es un reto mantener la alegría con el paso de los años.
Una actitud alegre y positiva ayuda a los hermanos mayores a encarar las dificultades que vienen con los años. (Vea el párrafo 4).
EL RETO DE MANTENER LA ALEGRÍA
5. ¿Qué cosas podrían desanimarnos al hacernos mayores?
5 ¿Qué cosas podrían desanimarnos al hacernos mayores? Tal vez nos entristezca ser incapaces de hacer lo mismo que antes. O quizás extrañemos la juventud y la buena salud de otros tiempos (Ecl. 7:10). Una hermana que se llama Ruby cuenta: “Me resulta muy difícil vestirme porque me cuesta una barbaridad moverme y me duele todo el cuerpo. Algo tan sencillo como levantar los pies para ponerme las medias es una tortura. Como tengo las manos torpes y deformadas por la artrosis, hasta la tarea más pequeña se vuelve una odisea”. Harold, que sirvió en Betel, dice: “Me he convertido en una persona que ya no reconozco, y eso a veces me da mucha rabia. Siempre he sido muy atlético, y el béisbol era mi afición. Cuando jugábamos, los demás decían ‘¡Pásale la pelota a Harold, que nunca falla!’. Pero ahora creo que ni sería capaz de lanzarla”.
6. a) ¿Qué otras cosas podrían desanimarnos? b) ¿Qué deben tomar en cuenta los hermanos mayores para saber si deberían dejar de conducir? (Vea en esta revista el artículo “¿Debo dejar de conducir?”).
6 Puede que también nos desanime el hecho de ir perdiendo nuestra autonomía. Esto es así sobre todo cuando dependemos de un cuidador o tenemos que irnos a vivir con algún hijo. O puede que debido a nuestra mala salud o la pérdida de vista ya no podamos conducir o ir solos a los sitios. ¡Qué deprimente! Pero algo que nos puede ayudar es recordar que, aunque tal vez no podamos valernos por nosotros mismos, vivir solos o conducir, seguimos siendo muy valiosos para Jehová y los demás. Además, sabemos que Jehová comprende nuestros sentimientos. Él se fija en cómo somos por dentro: en el gran amor y aprecio que les tenemos a él y a nuestros hermanos (1 Sam. 16:7).
7. ¿Qué nos ayudará si nos entristece la posibilidad de no ver el fin de este sistema?
7 Otra cosa que podría entristecernos es pensar que quizás no vivamos para ver el fin de este sistema. Si nos sentimos así, nos ayudará recordar que Jehová está esperando pacientemente antes de ponerle fin a este mundo malvado (Is. 30:18). Y esa paciencia tiene un objetivo: darles tiempo a millones de personas para que conozcan a Dios y le sirvan (2 Ped. 3:9). Así que, cuando nos venza el desánimo, procuremos pensar en todas las personas —tal vez hasta de nuestra propia familia— que se beneficiarán de la paciencia de Jehová antes de que venga el fin.
8. ¿Cómo podrían afectar a los mayores los problemas de la edad?
8 Cuando no nos sentimos bien, todos —seamos jóvenes o mayores— probablemente digamos o hagamos cosas que después lamentemos (Ecl. 7:7; Sant. 3:2). Eso fue lo que le pasó al fiel Job. El sufrimiento lo empujó a usar palabras “impetuosas” (Job 6:1-3, nota). Por otro lado, un problema médico podría llevarnos a hacer o decir cosas que no son habituales en nosotros. Claro está, nadie debería tomar la edad o la salud como excusas para ser grosero o demasiado exigente. Y, si nos damos cuenta de que hemos hecho un comentario poco amable, no deberíamos dudar en pedir perdón (Mat. 5:23, 24).
CONSEJOS PARA MANTENER LA ALEGRÍA
¿Cómo podemos mantener la alegría a pesar de los retos de la vejez? (Vea los párrafos 9 a 13).
9. ¿Por qué es bueno dejarnos ayudar? (Vea también las imágenes).
9 Dejemos que nos ayuden (Gál. 6:2). Al principio, podría resultarnos difícil. Una hermana llamada Gretl dice: “A veces me cuesta aceptar que me ayuden porque no quiero ser una carga para nadie. Me ha tomado tiempo aprender a ser humilde y admitir que necesito que me den una mano”. Pero, cuando aceptamos la ayuda de los demás, les damos la oportunidad de experimentar la felicidad que viene de dar (Hech. 20:35). Y nosotros también nos sentiremos felices al ver lo mucho que nos quieren y se preocupan por nosotros.
(Vea el párrafo 9).
10. ¿Por qué no debemos olvidarnos de demostrar nuestro agradecimiento? (Vea también la imagen).
10 Demostremos nuestro agradecimiento (Col. 3:15; 1 Tes. 5:18). Cuando los demás hacen cosas por nosotros, sentimos gratitud, aunque tal vez se nos olvide demostrarla. Pero con una sonrisa y un “gracias” lograremos que sientan que apreciamos mucho lo que hacen. Leah, que cuida hermanos mayores en Betel, dice: “Una de las hermanas me deja notitas de agradecimiento. Son pocas palabras, pero están cargadas de cariño. ¡Me encantan! Me siento muy feliz de saber que valora mi ayuda”.
(Vea el párrafo 10).
11. ¿De qué maneras podemos ayudar a los demás? (Vea también la imagen).
11 Ayudemos a los demás. Cuando nos centramos en dar de nuestro tiempo y energías, será menos probable que nos centremos en nuestros propios problemas. Un proverbio africano compara a los mayores a bibliotecas que contienen un caudal de sabiduría. Pero los libros que se quedan en los estantes no enseñan nada ni cuentan historias. Así que seamos como “bibliotecas andantes” y compartamos con los más jóvenes nuestro conocimiento y experiencia. Hagámosles preguntas y luego escuchémoslos. Expliquémosles las razones por las que obedecer a Jehová es siempre lo mejor y es lo que los hará felices. Y seguro que nosotros también nos sentiremos felices al consolarlos y fortalecerlos (Sal. 71:18).
(Vea el párrafo 11).
12. ¿Qué les promete Jehová en Isaías 46:4 a sus siervos de edad avanzada? (Vea también la imagen).
12 Pidámosle fuerzas a Jehová. Aunque a veces nos sintamos agotados física o emocionalmente, Jehová “jamás se cansa ni se agota” (Is. 40:28). Él posee una energía infinita y, entre otras cosas, la usa para fortalecer a sus siervos fieles de edad avanzada (Is. 40:29-31). De hecho, promete sostenerlos (lea Isaías 46:4). Y Jehová siempre cumple sus promesas (Jos. 23:14; Is. 55:10, 11). Cada vez que experimentamos personalmente su amor y su apoyo, no podemos menos que sentirnos muy felices.
(Vea el párrafo 12).
13. De acuerdo con 2 Corintios 4:16-18, ¿qué debemos recordar? (Vea también la imagen).
13 Recordemos que la vejez y sus achaques son temporales. Comprender que algo negativo es temporal nos ayuda siempre a aguantarlo. Y la Biblia nos asegura que la vejez y la mala salud dejarán de existir (Job 33:25; Is. 33:24). ¡Cuánto nos alegra saber que nuestros mejores días no han quedado en el pasado, sino que están todavía por venir! (Lea 2 Corintios 4:16-18). Ahora bien, ¿cómo pueden los demás ayudar?
(Vea el párrafo 13).
¿CÓMO PODEMOS AYUDAR A LOS MAYORES?
14. ¿Por qué es importante llamar y visitar a los hermanos mayores?
14 Visitándolos y llamándolos periódicamente (Heb. 13:16). Las personas mayores suelen sentirse solas. Un hermano llamado Pierrec dice: “Como no puedo salir de casa en todo el día, me aburro terriblemente. A veces me siento como un viejo león enjaulado: nervioso y agobiado”. Cuando visitamos a nuestros mayores, les demostramos que nos importan y que los queremos. Pero es probable que todos recordemos ocasiones en las que pensamos visitar o llamar a algún hermano de la congregación, y al final no lo hicimos. En vista de que todos llevamos vidas muy ocupadas, ¿qué nos ayudará a centrarnos en las “cosas [...] más importantes”, como visitar a los mayores? (Filip. 1:10). Tal vez nos resulte útil ponernos un recordatorio en el calendario para enviarles un mensaje o llamarlos. Y, cuando queramos visitarlos, hagamos planes concretos y no lo dejemos a la casualidad.
15. ¿Qué pueden hacer juntos jóvenes y ancianos?
15 ¿Eres una persona joven? Entonces, tal vez te preguntes de qué temas puedes hablar con los mayores y qué actividades pueden realizar juntos. Pero no le des tantas vueltas. Solo hay que ser un buen amigo (Prov. 17:17). Conversa con ellos antes o después de las reuniones. Podrías pedirles que te cuenten cuál es su texto favorito o alguna anécdota graciosa de su infancia. Otra opción es invitarlos a ver un programa de JW Broadcasting®. También podrías ayudarlos de maneras prácticas, como por ejemplo actualizándoles sus dispositivos electrónicos o descargándoles las últimas publicaciones de estudio. Una hermana que se llama Carol hace esta sugerencia: “Invítalos a hacer lo que más te guste a ti. Aunque tengo mis añitos, sigo disfrutando de la vida. Me gusta ir de compras, salir a comer y ver la creación”. Y otra hermana, llamada Maira, cuenta: “Una de mis amigas tiene 90 años, así que me lleva 57 años. Pero muchas veces ni pienso en eso, pues nos pasamos todo el tiempo riendo y viendo pelis juntas. Y acudimos la una a la otra siempre que necesitamos consejo”.
16. ¿Por qué puede ser conveniente acompañar a los mayores al médico?
16 Acompañándolos al médico. Además de llevarlos a las citas, podemos ofrecernos a quedarnos con ellos para asegurarnos de que los tratan bien y les dan toda la atención que necesitan (Is. 1:17). Incluso podríamos tomar notas de lo que diga el médico. Una hermana llamada Ruth explica: “Cuando voy sola, los doctores no suelen tomarme en serio. Quizás me hagan comentarios como ‘El problema que usted tiene es psicológico; está solo en su cabeza’. Pero, cuando voy acompañada, el trato es muy diferente. Les estoy muy agradecida a los hermanos y hermanas que sacan tiempo para ir conmigo”.
17. ¿En qué facetas del ministerio podemos participar con los mayores?
17 Participando con ellos en el ministerio. A veces los hermanos mayores no tienen las fuerzas para predicar de casa en casa. ¿Hemos pensado en invitarlos a estar en el carrito con nosotros? Incluso podríamos llevarles una silla para que se sienten. ¿O qué tal invitarlos a que nos acompañen a un curso bíblico, tal vez hasta dirigiéndolo en su hogar? Los ancianos pueden organizar reuniones para la predicación en la casa de estos hermanos para que les resulte más fácil salir al ministerio. Valdrá la pena cualquier esfuerzo que hagamos por honrarlos (Prov. 3:27; Rom. 12:10).
18. ¿De qué tratará el siguiente artículo de estudio?
18 Este artículo nos ha recordado que Jehová y toda la congregación aman y valoran a los mayores. Es cierto que envejecer es una etapa difícil, pero con la ayuda de Jehová es posible mantener la alegría (Sal. 37:25). ¡Cuánto nos anima saber que nuestros mejores días no han quedado en el pasado, sino que están todavía por venir! Ahora bien, ¿y si somos nosotros quienes estamos cuidando de un familiar mayor, un hijo o un amigo enfermo? ¿Qué nos ayudará a no perder la alegría? En el siguiente artículo de estudio veremos la respuesta.
CANCIÓN 30 Mi Amigo, mi Padre, mi Dios
a Vea en jw.org y en JW Library® el video Nuestros hermanos mayores son de enorme valor.
b IDEA IMPORTANTE: La alegría está estrechamente relacionada con la felicidad, que forma parte del fruto del espíritu (Gál. 5:22). Así que la clave para vivir alegres y felices es tener una amistad cercana con Jehová.
c Se ha cambiado el nombre.