16-22 DE MARZO DE 2026
CANCIÓN 20 Enviaste a Jesús, tu Hijo amado
Por qué necesitamos el rescate
“¿Quién me librará del cuerpo que está sufriendo esta muerte?” (ROM. 7:24).
TEMA
El rescate hace posibles el perdón de los pecados, la curación física y emocional, y la reconciliación con Dios.
1, 2. ¿Por qué necesitamos que se nos rescate? (Romanos 7:22-24; vea también la imagen).
IMAGINEMOS que un edificio se derrumba y una persona queda bajo los escombros. Sigue con vida, pero está atrapada y necesita que alguien la rescate. Lo único que puede hacer es gritar pidiendo ayuda y esperar que vengan a auxiliarla.
2 Cada uno de nosotros está en una situación parecida. ¿Por qué lo decimos? Cuando Adán desobedeció a su Creador, se convirtió en pecador. Todos los seres humanos venimos de él, así que todos somos pecadores. Por decirlo así, estamos atrapados bajo los escombros del pecado heredado y necesitamos que alguien nos saque de allí. En su Carta a los Romanos, el apóstol Pablo describe en qué situación nos encontramos (lea Romanos 7:22-24). Ahí suplica que alguien lo libere “del cuerpo que está sufriendo esta muerte”. Se sentía atrapado por el pecado heredado de Adán, que tarde o temprano lo haría morir (Rom. 6:23). Y nosotros estamos en las mismas: necesitamos que se nos rescate.
Tal como un hombre atrapado bajo los escombros de un edificio necesita que lo rescaten, nosotros estamos atrapados por el pecado heredado y necesitamos que alguien nos rescate. (Vea los párrafos 1 y 2).
3. ¿Qué cosas hace posibles el rescate?
3 Tras mencionar la situación tan difícil en la que estaba, Pablo dio un rayo de esperanza. Justo después de preguntar “¿Quién me librará del cuerpo que está sufriendo esta muerte?”, contestó enérgicamente: “¡A Dios le doy gracias por medio de Jesucristo nuestro Señor!” (Rom. 7:25). El apóstol se estaba refiriendo al rescatea mediante el sacrificio de Jesús. Ese rescate hace posibles 1) el perdón de nuestros pecados, 2) nuestra curación física y emocional, y 3) la reconciliación con nuestro Creador. A medida que vayamos analizando estos puntos, crecerán nuestro amor por “el Dios que da esperanza” y nuestra gratitud hacia Jesús, “mediante quien tenemos nuestra liberación por rescate” (Rom. 15:13; Col. 1:14).
HACE POSIBLE EL PERDÓN DE NUESTROS PECADOS
4, 5. ¿Por qué necesitamos todos el rescate? (Eclesiastés 7:20).
4 Necesitamos el rescate para obtener el perdón de nuestros pecados. Todos los seres humanos imperfectos pecamos, ya sea con nuestras palabras o acciones (lea Eclesiastés 7:20). Algunos pecados son especialmente graves. Por ejemplo, según la Ley mosaica, quienes cometían adulterio o un asesinato debían morir (Lev. 20:10; Núm. 35:30, 31). Y hay otros pecados que no son tan graves, pero siguen siendo pecados. El salmista David dijo: “Vigilaré mis pasos para no pecar con la lengua” (Sal. 39:1). Como vemos, es posible pecar incluso con lo que decimos (Sant. 3:2).
5 Pensemos en nuestras palabras y acciones del pasado. ¿Hemos dicho cosas que nos gustaría no haber dicho? ¿Hemos hecho cosas que lamentamos? Por desgracia, todos tenemos que contestar que sí. La Biblia explica: “Si decimos ‘No tenemos pecado’, nos estamos engañando a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros” (1 Juan 1:8).
6, 7. ¿Qué base tiene Jehová para perdonar nuestros pecados? (Vea también la imagen).
6 La justicia perfecta de Jehová requiere que haya una base válida para perdonar nuestros pecados. Él proporcionó esa base al enviar a Jesús a morir para rescatarnos (Efes. 1:7). Ahora bien, ¿significa esto que, como Jehová nos puede perdonar, a él le da igual si pecamos o no? Al contrario, sí que le importa (Is. 59:2).
7 La Ley de Moisés requería que los israelitas sacrificaran animales para expiar sus pecados (Lev. 4:27-31; 17:11). Aquellos sacrificios fueron un anticipo de algo mucho más grande: el sacrificio de Jesús y sus maravillosas bendiciones. La muerte de Jesús le daría a Jehová una base legal para perdonarnos los pecados. En una de sus cartas, Pablo les habló a los cristianos de Corinto del gran valor del sacrificio de Jesús. Después de mencionar algunas de las cosas malas que habían hecho en el pasado, les dijo: “Han sido lavados, han sido santificados, han sido declarados justos en el nombre de nuestro Señor Jesucristo y con el espíritu de nuestro Dios” (1 Cor. 6:9-11).
Los sacrificios de animales que ofrecían los israelitas fueron un anticipo del sacrificio de Jesús y de sus maravillosas bendiciones. (Vea los párrafos 6 y 7).
8. ¿En qué podemos pensar antes de asistir a la Conmemoración este año?
8 Antes de asistir a la Conmemoración este año, dediquemos tiempo a pensar en cómo nos beneficia saber que Jehová nos perdona. Por ejemplo, gracias al rescate no tenemos que mortificarnos recordando pecados del pasado de los que ya nos hemos arrepentido. ¿Y si nos cuesta aceptar que él nos ha perdonado? Quizás pensamos: “Aunque Jehová lo haga, yo no soy capaz de perdonarme”. Pero recordemos que Jehová es el responsable de perdonar, y él le ha dado a su Hijo autoridad para juzgarnos. No nos ha encargado a ninguno de nosotros la labor de decidir quién recibirá su misericordia. La Biblia dice: “Si andamos en la luz, [...] la sangre de su Hijo Jesús nos limpia de todo pecado” (1 Juan 1:6, 7). Podemos creer en esta enseñanza bíblica tanto como creemos en todas las demás. El rescate le ha dado a Jehová la base legal para mostrarnos misericordia, y su Palabra enseña que él está “dispuesto a perdonar” (Sal. 86:5).
HACE POSIBLE NUESTRA CURACIÓN FÍSICA Y EMOCIONAL
9. ¿A qué cosas se refiere la palabra pecado? (Salmo 51:5 y la nota).
9 En la Biblia, la palabra pecado no solo se refiere a algo malo que hacemos, sino también a algo que heredamos desde el momento en que somos concebidos: la imperfección (lea Salmo 51:5 y la nota). Esta imperfección no solo nos empuja hacia lo malo, sino que también genera en nuestro cuerpo debilidades que nos hacen enfermarnos, envejecer y morir. Esto explica por qué incluso un bebé puede enfermarse y morir a pesar de que no ha hecho nada malo, y por qué sufren y mueren tanto las personas malas como las buenas. Es una situación en la que estamos todos los descendientes imperfectos de Adán.
10. ¿Cómo se sintieron Adán y Eva cuando pecaron y se volvieron imperfectos?
10 Pensemos en cómo se sintieron Adán y Eva cuando pecaron y se volvieron imperfectos. Tan pronto como violaron la ley de Dios —que estaba “escrita en sus corazones”— empezaron a sufrir en su interior las terribles consecuencias (Rom. 2:15). Se dieron cuenta de que algo dentro de ellos había cambiado para peor. Sintieron la necesidad de tapar ciertas partes de su cuerpo y de esconderse de su Creador como si fueran delincuentes (Gén. 3:7, 8). Por primera vez en su vida, experimentaron culpabilidad, ansiedad, inseguridad, dolor y vergüenza. En mayor o menor medida, estos sentimientos los acompañarían hasta el día de su muerte (Gén. 3:16-19).
11. ¿Qué efecto tiene en nosotros la imperfección?
11 Como todos somos imperfectos, a nosotros también nos acompañan los mismos sentimientos que a Adán y Eva. La imperfección es la causa de nuestro sufrimiento físico y emocional. Y, aunque nos esforcemos mucho por mejorar nuestra situación, los resultados que podemos conseguir son limitados. De hecho, la Biblia dice que la humanidad en general —y no solo cada uno de nosotros— está “sometida a la inutilidad” (Rom. 8:20). Por ejemplo, los seres humanos han intentado acabar con la contaminación, la delincuencia, la pobreza y las guerras. ¿Y qué han conseguido? Dejando aparte algún que otro pequeño avance, en general han fracasado. Sin embargo, gracias al rescate tenemos una esperanza real.
12. ¿Qué esperanza tenemos gracias al rescate?
12 El rescate hace posible que tengamos la esperanza “de que la creación misma también será liberada de la esclavitud a la corrupción” (Rom. 8:21). Esto quiere decir que, cuando estemos en el nuevo mundo y hayamos alcanzado la perfección, ya no sufriremos enfermedades físicas, mentales o emocionales ni nos atormentarán sentimientos de culpabilidad, ansiedad, inseguridad, dolor o vergüenza. Además, bajo el reinado de Jesucristo, el “Príncipe de Paz”, quien nos rescató, seremos capaces de cuidar bien de la Tierra y vivir en paz (Is. 9:6, 7).
13. ¿En qué más podemos meditar antes de asistir a la Conmemoración este año?
13 Pensemos en cómo será nuestra vida cuando ya no seamos imperfectos. Todos los días nos despertaremos sintiéndonos bien y nunca tendremos que preocuparnos por que nosotros o nuestros seres queridos vayamos a pasar hambre, enfermarnos o morir. Incluso ahora podemos sentir paz al “aferrarnos a la esperanza que está ante nosotros”, pues sabemos que “esta esperanza segura y firme que tenemos es como un ancla para el alma” (Heb. 6:18, 19). Tal como un ancla estabiliza un barco, meditar en nuestra esperanza estabiliza nuestra fe y nos ayuda a aguantar cualquier prueba. Estamos convencidos de que Jehová “recompensa a los que lo buscan con empeño” (Heb. 11:6). El consuelo que recibimos ahora y la esperanza que tenemos para el futuro son posibles únicamente gracias al rescate.
HACE POSIBLE LA RECONCILIACIÓN
14. Cuando Adán y Eva pecaron, ¿qué pasó con nuestra amistad con Jehová, y por qué?
14 Desde que Adán y Eva pecaron, los seres humanos están separados de Dios (Col. 1:21). De hecho, la Biblia dice que la humanidad está en enemistad con el Creador (Rom. 8:7, 8). ¿Por qué? Porque Jehová es perfecto y sus justas normas no le permiten aprobar el pecado. Un escritor bíblico le dijo: “Tus ojos son demasiado puros para ver lo que es malo, y no puedes tolerar la maldad” (Hab. 1:13). Como vemos, el pecado ha abierto un abismo entre Dios y los seres humanos. Ninguno de nosotros puede tener una relación con Jehová a menos que se construya un puente para reconciliarnos con él. El rescate es ese puente que hace posible la reconciliación.
15. ¿En qué sentido apaciguó el rescate a Jehová?
15 La Biblia dice que Jesús es “un sacrificio de reconciliación por nuestros pecados” (1 Juan 2:2). La palabra griega que aquí se traduce “sacrificio de reconciliación” significa literalmente “sacrificio propiciatorio” y puede referirse a un “medio para apaciguar”. ¿En qué sentido apaciguó el rescate a Jehová? Esto no quiere decir que la muerte de su Hijo de alguna manera lo calmó o tranquilizó, sino que logró apaciguar o satisfacer su norma de justicia. Ahora Jehová tenía una base para restablecer su buena relación con los seres humanos (Rom. 3:23-26). Gracias al rescate, incluso pudo considerar justos a quienes le habían servido fielmente antes de la muerte de Cristo (Gén. 15:1, 6). ¿Por qué? Porque estaba absolutamente convencido de que su Hijo, Jesús, pagaría ese rescate (Is. 46:10). Como vemos, el rescate abre la puerta para que los seres humanos se reconcilien con Dios.
16. ¿En qué otra cosa podemos reflexionar antes de asistir a la Conmemoración este año? (Vea también la imagen).
16 Pensemos en el efecto que ha tenido en nuestra vida reconciliarnos con Dios. Por ejemplo, podemos llamar “Padre” a Jehová, tal como Jesús nos enseñó (Mat. 6:9). Y es probable que con frecuencia digamos que Dios es nuestro amigo. Pero debemos hacer las dos cosas siempre con humildad y profundo respeto. ¿Por qué? Porque somos imperfectos. Si podemos sentirnos cerca de Jehová y ser sus amigos no es por nuestros propios méritos, sino únicamente gracias al rescate. Jehová hizo posible mediante Jesús “reconciliar consigo mismo todo lo demás [...] estableciendo la paz mediante la sangre que él derramó en el madero de tormento” (Col. 1:19, 20). Por eso podemos tener una buena relación con Jehová a pesar de ser imperfectos.
La muerte de Jesús es la base legal para que Jehová restablezca su buena relación con los seres humanos. (Vea el párrafo 16).
MUESTRA QUE JEHOVÁ ES MISERICORDIOSO
17. ¿Por qué el rescate muestra claramente que Jehová es misericordioso? (Efesios 2:4, 5).
17 El rescate muestra claramente que Jehová “es rico en misericordia”, pues “nos dio vida [...] cuando estábamos muertos debido a nuestras ofensas” (lea Efesios 2:4, 5). Quienes tienen “la actitud correcta para obtener vida eterna” son conscientes de que están atrapados bajo los escombros del pecado heredado y de que necesitan ser rescatados (Hech. 13:48). Por eso piden ayuda a gritos, y Jehová acude en su auxilio mediante el mensaje del Reino para que puedan llegar a conocerlos a él y a su Hijo (Juan 17:3). Si Satanás pensó que la desobediencia de Adán y Eva frustró el propósito de Jehová, estaba muy equivocado.
18. Al meditar en el rescate, ¿qué no debemos olvidar?
18 Además de meditar en los beneficios personales del rescate, no debemos olvidar que hay un asunto mucho más importante en juego. Jehová no dio este regalo solo para salvarnos, sino para responder al desafío que Satanás lanzó en el jardín de Edén (Gén. 3:1-5, 15). Por medio del rescate, Jehová santifica su nombre y limpia su reputación. También nos libera del pecado y la muerte, y así demuestra que es un Dios de amor. Además, debido a su bondad inmerecida, nos permite, a pesar de ser imperfectos, aportar nuestro granito de arena para responder al desafío de Satanás (Prov. 27:11). ¡Qué agradecidos estamos por el rescate! ¿Cómo podemos demostrarlo? Lo veremos en el siguiente artículo.
CANCIÓN 19 La Cena del Señor
a IDEA IMPORTANTE: Un rescate es el precio que se paga para liberar a alguien del cautiverio. Al dar su vida en sacrificio, Jesús pagó un rescate que libera del pecado y la muerte a los seres humanos obedientes.