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¿Por qué se habla tanto sobre Armagedón?La Atalaya 1985 | 1 de enero
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Neue Presse se dijera que, para los supersticiosos, esto “bien podría presagiar de nuevo el Armagedón”.
Pero nada de eso es el verdadero Armagedón. Hoy se oye otra voz que proclama el Armagedón... una que va aumentando en intensidad y que proviene de más de dos millones y medio de personas. ¿La ha oído usted? Si escucha esta voz, usted podrá aprender no solo lo que Armagedón no es, sino, más importante aún, lo que realmente es.
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Armagedón... lo que no esLa Atalaya 1985 | 1 de enero
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Armagedón... lo que no es
Desde Haifa usted solamente tiene que viajar una corta distancia en automóvil para llegar a su destino. Bajo el resplandor del Sol en el Oriente Medio, el automóvil va corriendo por el sur del serpenteante río Cisón hasta que el valle se angosta. Usted pasa a través de una brecha angosta entre la elevada cordillera del Carmelo y las colinas de Galilea, hasta que de repente el valle se extiende ante usted como un platillo extenso... la llanura de Esdrelón. Va viajando por la parte sur de la llanura cuando divisa cierta colina que tiene una cima, semejante a meseta, extraordinariamente plana. ¡He allí lo que usted ha estado buscando! El tell, o montículo, de Megido, la fuente de la palabra Armagedón.
ARMAGEDÓN está envuelto en misterio y conceptos erróneos. Abundan las ideas acerca de su significado. No obstante, la palabra Armagedón se deriva de Har–Magedón, o montaña de Megidoa. Es una palabra bíblica que se encuentra en Revelación 16:16, donde se declara: “Y los reunieron en el lugar que en hebreo se llama Har–Magedón [o Armagedón]”.
¿A quiénes se reúne en Armagedón, y por qué? Revelación 16:14 responde: “A los reyes de toda la tierra habitada” se les reúne “a la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso”.
Estas respuestas hacen surgir otra serie de preguntas. ¿Contra quién luchan “los reyes”, y debido a qué asunto? ¿Dónde pelearán? ¿Utilizarán armas nucleares? ¿Puede evitarse la guerra? De hecho, ¿qué es realmente Armagedón?
No es un lugar geográfico
Armagedón no pudiera ser un lugar geográfico. En la actualidad no existe ninguna montaña que tenga dicho nombre... aunque hasta el día de hoy existe un montículo llamado Megido. El verdadero significado de Armagedón se remonta en la historia al guerrear que tuvo como centro la zona de Megido.
Megido ha sido el escenario de algunas de las batallas más encarnizadas y decisivas de la historia del Oriente Medio. Todo empezó durante el segundo milenio a. de la E.C. con la victoria aplastante del gobernante egipcio Tutmés (Tutmosis) III sobre gobernantes palestinos y sirios, y se extendió a través de los siglos hasta el año 1918, cuando el vizconde Allenby, mariscal de campo, infligió a los turcos una derrota aplastante.
Pero más importante para los estudiantes de la Biblia es el hecho de que en Megido tuvo lugar la magnífica victoria de las fuerzas israelitas bajo el mando del juez Barac sobre el poderoso ejército cananeo del rey Jabín, dirigido por el jefe de guerra Sísara. Jehová Dios intervino y proporcionó a los israelitas un triunfo resonante. (Jueces 4:7, 12-16, 23; 5:19-21.)
Por consiguiente, se empieza a ver que Armagedón consiste en una batalla crucial, en la cual hay claramente un solo vencedor.
No es una guerra entre naciones terrestres
La cuestión en torno a la batalla de Armagedón —la gobernación mundial— es la gran cuestión de hoy día. Pero, aunque dos superpotencias contrarias están actualmente luchando por la dominación mundial, Armagedón no será una guerra mundial, en la cual una se mida con la otra. Es cierto que el mundo está envuelto en la carrera de armamentos más costosa y frenética de toda la historia, lo cual incitó el siguiente comentario, que apareció en India Today: “Todo esto está empujando inexorablemente al planeta al borde de Armagedón... la guerra final entre las naciones”. Pero Revelación 16:14 indica que “los reyes de toda la tierra habitada” movilizan sus fuerzas y forman un frente unido en “la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso”.
Por lo tanto, Armagedón no es una guerra del hombre. Es la guerra de Dios. En Armagedón todas las naciones de la Tierra se unirán para pelear contra ‘los ejércitos del cielo’ bajo el mando militar del “Rey de reyes y Señor de señores”, Cristo Jesús. Éste es quien tiene el derecho de gobernar el mundo, porque Dios también “sujetó todas las cosas debajo de sus pies [los de Cristo]”. (Revelación 19:14, 16; Efesios 1:22.)
No es una destrucción nuclear mundial
Para muchas personas, una guerra nuclear es demasiado espeluznante para pensar en ella. En un estudio colectivo que 40 científicos hicieron en 1983 se calculó que en una guerra nuclear sin cuartel moriría inmediatamente entre una tercera parte y la mitad de la población total del mundo. El informe de ellos, publicado en la revista Science, predice un futuro horrendo para los sobrevivientes. Advierte: “En cualquier intercambio nuclear en gran escala entre las superpotencias es probable que haya mundialmente cambios ambientales que basten para provocar la extinción de una parte principal de las especies vegetales y animales de la Tierra. En tal caso, no se puede excluir la posibilidad de la extinción de Homo sapiens”.
¿Permitiría el Dios Todopoderoso, Jehová, que ocurriera un horror como ése? ¡No! Él no creó la Tierra “sencillamente para nada”, sino que, como nos asegura, “la formó aun para ser habitada” (Isaías 45:18). En Armagedón, Dios ‘causará la ruina de los que están arruinando la tierra’, no la quemará en una destrucción nuclear mundial. (Revelación 11:18.)
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