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Cómo otras personas pueden ayudar¡Despertad! 1982 | 22 de enero
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lo siguiente: “No era demasiado orgullosa para pedir ayuda.”—Santiago 5:14, 15.
Dependiendo de las circunstancias, hay muchas cosas que las personas pueden hacer. Si el paciente no puede dormir, permanezca despierto con él. Si no quiere comer, no lo presione, sino trate de inducirlo por medio de ofrecerle cantidades pequeñas de alimento nutritivo que se haya preparado de modo sabroso. Si no quiere hacer ejercicios, entonces llévelo a dar una caminata o participe con él en algún tipo de ejercicio físico vigoroso. Puede que no sea fácil ayudar al paciente de estas maneras.
Cierta mujer generosa ha ayudado a varias personas que padecían de depresión grave. Una de éstas, a quien invitó a vivir con ella hasta que se recuperara, estaba pasando por un mal momento. Muy afectuosamente, Doreen dijo a esta joven: “Ponte el abrigo, el sombrero y las botas.” Pero ella respondió: “No quiero ir de paseo.” “De manera bondadosa, pero firme le dije: ‘Sí, vas a venir. Póntelos,’” explicó Doreen. “Ella lo hizo. Caminamos cuatro millas. Cuando regresamos ella estaba cansada, pero se sentía mejor. Nadie cree lo beneficioso que es el ejercicio vigoroso sino hasta que se les obligue a hacer algún ejercicio. Entonces se dan cuenta.”
El prestar apoyo también pudiera incluir ayudar a la persona que está en un grave estado de depresión a conseguir ayuda profesional apropiada. Puede que en casos de depresión más graves se necesite la ayuda de personas que tienen un adiestramiento especializado para tratar con la enfermedad. Actualmente hay una variedad de tratamientos disponibles.
Otras acciones beneficiosas que mencionaron las personas deprimidas fueron: “No invite a tantas personas a visitar el enfermo; impida que otros hagan ruido innecesario... como música estrepitosa.” “Las visitas breves de personas que muestran interés sincero son agradables.” “Mi familia cuidaba de mí, me llamaban regularmente por teléfono, me llevaban a pasear y, en algunas ocasiones, hasta me ayudaban a vestirme.”
A menudo es cuestión de simplemente estar muy cerca y mostrar amor. Cierta mujer, que anteriormente se hallaba deprimida, declaró qué fue lo que le ayudó a por fin salir de nueve meses de sentirse “atrapada en una terrible pesadilla.” En cierto momento ella dijo sollozando a su esposo: “¡Ya no puedo aguantarlo más! No me estoy reponiendo. ¡Parece que la situación es como un hoyo que me está tragando!” Él le respondió tiernamente: “¡Si te traga, entonces dejaré que me trague contigo!” Al reflexionar en esto, la mujer dijo: “En otras palabras... él siempre estaba conmigo para brindarme apoyo.”
Sí, el apoyo genuino, acompañado de palabras consoladoras, y un oído que escuche es la mejor ayuda que otras personas pueden dar a “las almas abatidas.”
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Una solución completa... ¿es posible?¡Despertad! 1982 | 22 de enero
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Una solución completa... ¿es posible?
ALGUNAS personas dicen: “¡Imposible! Pues, para quitar por completo la depresión de sobre la Tierra se exigirían cambios radicales. La depresión ha existido por miles de años y según las perspectivas parece que existirá por muchos años más.”
Consideremos solo unas cuantas de las condiciones que contribuyen a la depresión... un ambiente opresivo, fricción en nuestros tratos con otras personas, malas condiciones de vida, flaquezas personales, sentimiento de culpabilidad y la enfermedad. Parece imposible que se puedan remediar todas estas condiciones.
Promesas alentadoras
La Biblia promete que Dios hará que su hijo glorificado, Jesucristo, en calidad de rey celestial, elimine todo el ambiente que hoy causa la depresión. De manera profética la Biblia declara: “Aplaste [el rey de Dios] al defraudador. Porque él librará al pobre que clama por auxilio, también al afligido y a cualquiera que no tiene ayudador. Le tendrá lástima al de condición humilde y al pobre, . . . De la opresión y de la violencia les redimirá el alma.”—Salmo 72:4, 12-14.
Desaparecerá para siempre este sistema inicuo que ha promovido la crueldad, la insensibilidad y la opresión. ¡Imagínese el alivio en que resultará esto! Pero, además, la Biblia promete alivio de las presiones internas. Los efectos del pecado y de la imperfección se desvanecerán. (Romanos 8:20-22; Revelación 21:3, 4) Las enfermedades y los males —incluso la depresión— desaparecerán. Los sentimientos de culpabilidad y de ser indignos cederán al sentimiento de estimación propia, puesto que entonces las personas podrán elevarse cabalmente a la altura de las normas de Dios con respecto a cómo vivir. Los tratos con otras personas reflejarán comprensión y amor a grado perfecto.
Hay otras promesas bíblicas que ya se han cumplido con exactitud. Los acontecimientos actuales están cumpliendo las profecías bíblicas que se escribieron casi dos mil años atrás. (Mateo 24:3, 7-14; 2 Timoteo 3:1-5) El aspecto práctico de los pasajes bíblicos a los que se ha hecho referencia en esta serie de artículos revela gran sabiduría. ¿No le parece lógico que estos pasajes se hayan originado de una Fuente que realmente conoce nuestra naturaleza —emocional y física— a saber, de Dios?
Millones de personas en más de 200 países tienen la seguridad de que todas estas promesas de Dios pronto se realizarán. Esta esperanza las sostiene hasta en tiempos de grave depresión. “El saber que dentro de poco estos problemas dejarán de ser, y el reflexionar sobre las maravillosas condiciones que prevalecerán en la ‘nueva tierra,’ me ayudó a seguir adelante,” dijo una persona que había aguantado una lucha larga con la depresión.—2 Pedro 3:13.
Esta confianza, unida al esfuerzo diligente por aplicar lo que la Biblia dice en cuanto a nuestra conducta, resulta en felicidad duradera. Los testigos de Jehová están muy deseosos de ayudarle a desarrollar dicha seguridad. Ellos le ayudarán a acercarse aún más al Dios de quien la Biblia dice que puede “reanimar el espíritu de los humildes y reavivar el corazón de los abatidos.”—Isaías 57:15, Versión Cantera-Iglesias.
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Los matrimonios basados en esta clase de amor nunca fallan¡Despertad! 1982 | 22 de enero
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Los matrimonios basados en esta clase de amor nunca fallan
“El amor es sufrido y bondadoso. El amor no es celoso, no se vanagloria, no se hincha, no se porta indecentemente, no busca sus propios intereses, no se siente provocado. No lleva cuenta del daño. No se regocija por la injusticia, sino que se regocija con la verdad. Todas las cosas las soporta, todas las cree, todas las espera, todas las aguanta. El amor nunca falla.”—1 Corintios 13:4-8.
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