Una solución completa... ¿es posible?
ALGUNAS personas dicen: “¡Imposible! Pues, para quitar por completo la depresión de sobre la Tierra se exigirían cambios radicales. La depresión ha existido por miles de años y según las perspectivas parece que existirá por muchos años más.”
Consideremos solo unas cuantas de las condiciones que contribuyen a la depresión... un ambiente opresivo, fricción en nuestros tratos con otras personas, malas condiciones de vida, flaquezas personales, sentimiento de culpabilidad y la enfermedad. Parece imposible que se puedan remediar todas estas condiciones.
Promesas alentadoras
La Biblia promete que Dios hará que su hijo glorificado, Jesucristo, en calidad de rey celestial, elimine todo el ambiente que hoy causa la depresión. De manera profética la Biblia declara: “Aplaste [el rey de Dios] al defraudador. Porque él librará al pobre que clama por auxilio, también al afligido y a cualquiera que no tiene ayudador. Le tendrá lástima al de condición humilde y al pobre, . . . De la opresión y de la violencia les redimirá el alma.”—Salmo 72:4, 12-14.
Desaparecerá para siempre este sistema inicuo que ha promovido la crueldad, la insensibilidad y la opresión. ¡Imagínese el alivio en que resultará esto! Pero, además, la Biblia promete alivio de las presiones internas. Los efectos del pecado y de la imperfección se desvanecerán. (Romanos 8:20-22; Revelación 21:3, 4) Las enfermedades y los males —incluso la depresión— desaparecerán. Los sentimientos de culpabilidad y de ser indignos cederán al sentimiento de estimación propia, puesto que entonces las personas podrán elevarse cabalmente a la altura de las normas de Dios con respecto a cómo vivir. Los tratos con otras personas reflejarán comprensión y amor a grado perfecto.
Hay otras promesas bíblicas que ya se han cumplido con exactitud. Los acontecimientos actuales están cumpliendo las profecías bíblicas que se escribieron casi dos mil años atrás. (Mateo 24:3, 7-14; 2 Timoteo 3:1-5) El aspecto práctico de los pasajes bíblicos a los que se ha hecho referencia en esta serie de artículos revela gran sabiduría. ¿No le parece lógico que estos pasajes se hayan originado de una Fuente que realmente conoce nuestra naturaleza —emocional y física— a saber, de Dios?
Millones de personas en más de 200 países tienen la seguridad de que todas estas promesas de Dios pronto se realizarán. Esta esperanza las sostiene hasta en tiempos de grave depresión. “El saber que dentro de poco estos problemas dejarán de ser, y el reflexionar sobre las maravillosas condiciones que prevalecerán en la ‘nueva tierra,’ me ayudó a seguir adelante,” dijo una persona que había aguantado una lucha larga con la depresión.—2 Pedro 3:13.
Esta confianza, unida al esfuerzo diligente por aplicar lo que la Biblia dice en cuanto a nuestra conducta, resulta en felicidad duradera. Los testigos de Jehová están muy deseosos de ayudarle a desarrollar dicha seguridad. Ellos le ayudarán a acercarse aún más al Dios de quien la Biblia dice que puede “reanimar el espíritu de los humildes y reavivar el corazón de los abatidos.”—Isaías 57:15, Versión Cantera-Iglesias.