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El uso de las drogas... las actitudes van cambiando¡Despertad! 1980 | 8 de diciembre
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El uso de las drogas... las actitudes van cambiando
Por el corresponsal de “¡Despertad!” en el Canadá
VIVIMOS en una época de cambio. Nuevos puntos de vista están reemplazando a los viejos. Una esfera en la cual esto se hace patente es la de las actitudes de la generación joven y de la más madura respecto al uso de las drogas.
El desafío al que han tenido que enfrentarse muchos padres con relación al creciente uso de las drogas por sus hijos se manifiesta en la siguiente protesta de un hijo adolescente: “El alcohol y el café son la preferencia de la generación de ustedes; las drogas son la preferencia de la generación mía. Cada uno de nosotros tomamos estas cosas por razones que a nosotros nos parecen buenas. La única diferencia es que las drogas de ustedes son legales mientras que las mías han sido declaradas ilegales por la generación de ustedes.”
¿Quién tiene razón? ¿Está preocupándose la gente más de lo debido por el uso de las drogas? ¿Presenta esta generalización del uso no medicinal de las drogas, y el hecho de que se les acepta cada vez más, una verdadera amenaza para usted y su familia? ¿Crea una situación verdaderamente peligrosa para la sociedad el uso “recreativo” de las drogas?
No cabe duda de que el uso no medicinal de las drogas está aumentando. Tal vez usted haya pensado que cuando la generación de los “hippies” pasó del escenario de los sucesos el uso de las drogas disminuyó, que alcanzó su punto culminante en los años sesenta y que los años setenta fueron diferentes. Sin embargo, las investigaciones de los años setenta muestran que el 70 por ciento de los estudiantes de las universidades estadounidenses han usado marihuana. El uso de ella por estudiantes de las escuelas de enseñanza secundaria en el Canadá subió de 6,7 por ciento en 1968 a 22,9 por ciento en 1974. Es probable que ahora tres millones de canadienses y entre 24 y 36 millones de estadounidenses estén usando marihuana. En algunas ciudades canadienses niños de tan tierna edad como los nueve años están inyectándose anfetaminas, y los de seis años de edad ya se han iniciado en el uso de drogas “débiles.”
En cuanto a Europa, un informe periodístico dice: “Casi toda ciudad de la Europa occidental está convirtiéndose en un centro de afición a la heroína.” En casi todas partes del mundo, especialmente entre los acaudalados, el uso de la costosa cocaína está aumentando.
El aumento en el uso de las drogas en los Estados Unidos se refleja en un informe preparado por el Dr. Peter Bourne, quien antes servía en la Casa Blanca como consejero sobre la salud. Él dijo que actualmente en esa nación solo hay dos industrias más grandes que el contrabando de la marihuana. Solo Exxon y General Motors hacen más negocio en los Estados Unidos. Afirma que en Florida el negocio de la marihuana supera aun a la industria turística, pues actualmente lleva la delantera en ganancias allí. ¿Conocía usted estos datos?
El incremento en el uso de las drogas no puede menos que causar preocupación a los padres y a otros. Les preocupan los efectos iniciales y los de largo alcance que el tomar drogas pueda tener en jóvenes y adultos, y en la sociedad en conjunto.
Hay quienes sugieren que la legalización de las drogas arrebataría el tráfico de las drogas de las manos de los criminales y permitiría mejor control por parte de las agencias gubernamentales. Los que arguyen a favor de esto se basan especialmente en la supuesta inocuidad de las drogas si se usan con moderación. Puede que hasta citen informes como el que apareció el 31 de marzo de 1979 en el Star News and Review de Montreal, en el cual se dijo: “Durante los pasados 80 años 13 importantes comisiones nacionales e internacionales han investigado el cannibis [marihuana] y en general cada comisión ha llegado a las mismas conclusiones: que los peligros han sido exagerados en gran manera.”
Sin embargo, en la misma ciudad, con solo pocos días de anterioridad, otro periódico, The Gazette (22 de marzo de 1979), informó sobre un Simposio sobre la Marihuana que se había celebrado en Reims, Francia, y dijo lo siguiente: “Más de 40 científicos de 13 países presentaron los más recientes resultados de sus investigaciones sobre la marihuana... y son alarmantes.”[Las bastardillas se han añadido.] Los informes contradictorios dejan perplejas a muchas personas.
En el caso de drogas aparte de la marihuana, los que abogan por el uso legalizado de ellas señalan a un informe periodístico como el que salió en el Sun de Vancouver que relató en cuanto al Dr. Robert Schulze, quien es médico en una prisión y quisiera que se legalizara la heroína. El Dr. Schulze afirmó que después de haber hecho muchas autopsias de personas anteriormente dadas al uso de la heroína, no había hallado daño alguno causado por esta droga. Añadió que el usar heroína durante un período extenso probablemente causaría menos daño que el usar dulce o aspirina durante un período de la misma duración. Dijo: “Es algo totalmente inocuo, que se puede tener libremente accesible en la comunidad.”
¿Le confunde esto?
Las declaraciones de un lado ciertamente contradicen las del otro. Sin embargo, puesto que las decisiones relacionadas con su actitud para con el uso de las drogas son de tan largo alcance, es necesario hacer un cuidadoso análisis. Por ejemplo, un argumento al que recurren los defensores de las drogas es que el uso de éstas está haciéndose cada vez más aceptable y por lo tanto con el tiempo y el acondicionamiento otras drogas ganarán la misma popularidad que el café, el tabaco y el alcohol. Pero, ¿es la aceptación general por parte del público prueba de que una sustancia sea necesariamente inocua? No. Ciertamente no resultó ser así la situación en el caso del tabaco.
A pesar de las contradicciones que se hallan en los diferentes estudios e informes sobre las drogas, especialmente cuando se trata del uso de la marihuana, los médicos por lo general, y muchos científicos, todavía no están dispuestos a aprobar sin reserva todas las drogas “populares.” Todavía hay graves incertidumbres acerca de los efectos de larga duración que puedan tener hasta las llamadas drogas “débiles.” Se expresa cada vez más preocupación por los efectos sobre las criaturas aún no nacidas.
La revista Maclean’s informó que, debido a que se ejercía tanta presión sobre el gobierno canadiense para que legalizara la marihuana, en marzo de 1979 “cada miembro del Parlamento recibió una carta de una docena de médicos canadienses de alto rango en la cual se instaba a que se procediera con gran cautela en este asunto problemático.” ¿Por qué? Sería prudente investigar la razón. También se debería indagar la razón por la cual, si las drogas son tan inocuas como se afirma, tantos que las usan tratan desesperadamente y repetidas veces de librarse de su uso.
Por lo tanto, es importante que contestemos la pregunta: ¿Son verdaderamente peligrosas las drogas? ¿Cómo puede usted saberlo con certeza? ¿Hay suficiente prueba como para que usted pueda adoptar con seguridad el punto de vista correcto respecto a lo que sería mejor para la salud y vida de usted mismo y de las personas a quienes ama? ¿Deberíamos examinar más de cerca nuestro propio uso de las drogas? La información que sigue debe ayudarle a contestar estas preguntas.
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¿Cuánto peligro hay, verdaderamente, en las drogas?¡Despertad! 1980 | 8 de diciembre
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¿Cuánto peligro hay, verdaderamente, en las drogas?
Por el corresponsal de “¡Despertad!” en el Canadá
TODAS las drogas encierran en sí la posibilidad de ser peligrosas. Una droga es cualquier sustancia que por su naturaleza química altera la estructura o función de un organismo vivo. Es este efecto de “alterativo” el que constituye un peligro definitivo.
Las drogas a las que se da consideración aquí son sustancias que tienen algún efecto sobre la disposición mental y emocional, la percepción y la consciencia de las cosas. Según esta definición, varias cosas que reciben uso común, como el café, algunos tés, bebidas de tipo colas y alcohólicas, aunque no se les considere drogas en sí mismas, realmente contienen drogas. La droga que contienen las primeras tres es cafeína y, obviamente, en la última es alcohol etílico. El uso moderado de estas bebidas no es dañino, y hasta puede poseer algún valor nutritivo o contribuir a la salud. Por ejemplo, el vino se recomienda específicamente en la Biblia por razones de salud. En 1 Timoteo 5:23 se declara: “Usa un poco de vino a causa de tu estómago y de tus frecuentes casos de enfermedad.”
Pero el uso de drogas puede causar graves problemas. La tabla acompañante muestra algunas drogas y los problemas que pueden ocasionar.
Por supuesto, algunas drogas se utilizan con propósitos de curación, o para mitigar el dolor durante enfermedad o cirugía. ¿Hay abusos en tal uso medicinal de las drogas? Ciertamente que sí. Por ejemplo, no solo hay la medicación excesiva que es el resultado de que algunos médicos prescriben tranquilizantes y antibióticos sin ejercer discreción, sino que también hay el uso excesivo que las personas dan a las drogas que se pueden conseguir sin prescripción, tales como la aspirina y las píldoras para dormir. Y ese abuso, también, es dañino y peligroso. Pero este tema recibirá consideración en un número posterior de ¡Despertad!
Sin embargo, por lo general el uso de las drogas en la medicina no es lo mismo que el uso que les dan personas de propósito y motivos muy diferentes a los medicinales. Los resultados para los que las reciben suelen ser también muy diferentes.
Considere un momento lo que les sucede a los que abusan de las drogas por la razón que sea. Note cuidadosamente en lo que resulta el abusar de ellas aun durante un período breve. Pregúntese: ¿No son verdaderos los peligros a la salud y la vida? Dé su atención a solo unos cuantos ejemplos que se presentan a continuación:
ANFETAMINAS: Su uso durante un período breve resulta en pérdida de apetito, aceleración del latido del corazón y elevada presión arterial. Las dosis grandes durante períodos largos resultan en desasosiego, irritación, desnutrición, mayor propensión a las infecciones, alta presión arterial, un sentido de poder y superioridad, ilusiones poco usuales y alucinaciones, paranoia y así por el estilo. No es una lista muy bonita, ¿verdad?
BARBITÚRICOS: Los efectos de su uso durante períodos breves son habla indistinta, tambaleo, una sensación transitoria de bienestar y, en dosis grandes, inconsciencia y depresión fatal del sistema respiratorio. ¿Inocuos?
COCAÍNA: Los efectos de su uso durante períodos breves se parecen mucho a los que resultan de las anfetaminas. Las dosis mayores durante períodos largos producen comportamiento extraño, excéntrico y violento, sicosis paranoica y a veces una sensación irresistible y exasperante de hormigueo subcutáneo.
OPIO, HEROÍNA Y CODEÍNA (la última se usa en muchas medicinas para la tos que se hallan en las farmacias): Entre los efectos de usar opiatos como éstos por períodos breves están un estado de “contentamiento,” indiferencia, náuseas y vómitos. Una dosis decididamente excesiva tiene efectos adversos en la función respiratoria, con peligro de muerte. ¿Le parece libre de peligro el uso no medicinal de estas sustancias?
TRANQUILIZANTES: Los efectos adversos son: menos agudeza mental, habla indistinta, mareos, depresión, posible deterioro de la coordinación muscular, retención de orina, presión arterial baja y así por el estilo.
LSD: Usualmente los efectos son pulso rápido, percepción deformada, ansiedad o pánico, sentimientos de poder o importancia extraordinarios.
PCP: Los efectos que suelen notarse son: respiración poco profunda, aumento en la presión arterial, falta de coordinación muscular, entumecimiento de las extremidades. Con dosis mayores: náuseas, vómitos, vista nublada, pérdida de equilibrio, ilusiones, confusión, alucinaciones, coma, furia incontrolable, tendencias al suicidio u homicidio, muerte.
¿Aterrador? Sí, y sin embargo la lista está lejos de ser una lista completa. Muchas personas pierden la vida bajo el efecto de estas drogas. El libro Mind Drugs (Drogas mentales) contiene el relato de una joven que, después de haber tomado LSD, saltó a su muerte en una playa rocosa porque el mar abajo tenía para ella la apariencia de un pañuelo sedoso. También está el caso de los jóvenes que querían ‘hacerse uno’ con el tráfico en una calle muy transitada. Y se relata acerca del estudiante a quien hubo que restringir para que no saltara por la ventana de su apartamento porque quería demostrar su recién adquirida capacidad para el vuelo. Es larga la lista que cuenta de los que se han suicidado o han perpetrado crímenes terribles después de haber usado PCP o LSD.
Imagínese el poder de esta droga: Un cuentagotas lleno de la droga LSD sería suficiente para producir una “experiencia” de LSD en 10.000 personas. El libro Mind Drugs dice: “Por peso es aproximadamente tres millones de veces más poderosa que la marihuana cruda o verde.”
Además del efecto directo de las sustancias químicas en sí mismas, muchas veces al administrar las drogas se emplean agujas hipodérmicas no esterilizadas, lo cual añade peligros de tétano, flebitis, hepatitis e inflamación de la superficie interna del corazón y sus válvulas. Además, tarde o temprano, si una persona se envicia con las drogas o depende de ellas, se halla en la compañía de elementos criminales y en vecindades peligrosas al ir en busca de fuentes para sus drogas. Todo esto constituye una amenaza a su salud y vida.
¿Qué probabilidades hay de supervivencia en las carreteras en estos días cuando hay tantas personas bajo los efectos de las drogas? ¿Se sentiría usted tranquilo en una carretera de noche si supiera que estuviera viniendo hacia usted, desde la dirección opuesta, una joven que, debido al resurgimiento de los efectos de una droga que hubiera tomado en otro tiempo, en realidad viera 1.000 pares de faros enfrente de ella, de modo que no supiera de seguro cuáles serían los faros verdaderos del automóvil en que usted viene y cuáles serían ilusiones? En el caso de esta joven, los faros inician el resurgimiento de los efectos de la droga.
¿Y se siente usted tranquilo en la carretera cuando sabe que uno de los efectos de la marihuana es el deterioro de la capacidad para juzgar distancia y tiempo, o si sabe que la marihuana disminuye la rapidez de la coordinación y afecta la capacidad para tomar decisiones? ¿Qué significaría eso para usted y su familia si viajaran en una carretera muy transitada en la cual muchos automóviles estuvieran pasándose uno al otro? ¿Peligroso? ¡No cabe duda!
Imagínese también, en el trabajo, el peligro que existe para las personas, aparte de las que toman las drogas. Piense en el peligro que representa para la vida el que personas que sufran de mareos, pérdida de control, vista nublada y alucinaciones estén trabajando con maquinaria y equipo de rápido movimiento, que estén manejando grúas para levantar objetos pesados por encima de la cabeza de otras personas, o que estén manejando peligrosos líquidos explosivos. Estas personas realmente ponen en peligro su propia vida y la de sus compañeros de trabajo. ¿Tiene la gente el derecho de poner en peligro así la vida de otros? Este problema relacionado con la seguridad es relativamente nuevo y tiene muy preocupados a los empresarios y a los oficiales médicos de las plantas grandes. ¡Con razón algunas solicitudes le preguntan al aspirante acerca de su previo uso de drogas, si es que las ha usado!
Hay quienes insisten en que hacen mejor trabajo cuando han usado las drogas para agudizar su consciencia de las cosas y su facultad creadora. Pero los hechos demuestran lo contrario. Considere el caso de cierto señor que había prosperado como abogado internacionalmente. Por meses después de su experiencia con LSD simplemente estuvo vagando por el desierto, reflexionando sobre su “experiencia” y el significado de ésta.
En el informe que un médico preparó para ejecutivos sobre los problemas ocasionados por el aumento de fumar marihuana se señaló que el uso de ésta tiene “un efecto adverso en la ejecución de trabajos de nivel elevado. El que la usa suele tornarse letárgico, carece de iniciativa, tiende a cometer muchos errores, tiene dificultad en recordar detalles importantes, y no puede pensar de modo práctico acerca del futuro.” ¿Cómo puede ser realmente beneficiosa para el cerebro de alguien una sustancia que estorba la percepción?
En otro caso un médico describe la transformación de un estudiante que anteriormente había sido brillante y que estaba estudiando para conseguir su licencia en derecho y título de doctor en filosofía. Los cambios vinieron con el uso de la marihuana.
Andando el tiempo, ya no podía pensar con claridad, se le hizo cada vez más difícil concentrarse en sus tareas escolares y tuvo problemas al no poder terminar su trabajo. Más tarde, se pusieron de manifiesto reacciones hostiles y sospechaba de otros. El estudiante y dos compañeros murieron poco después cuando el avión pequeño que él pilotaba se estrelló.
En cuanto a la cocaína, un informe en la publicación Psychology Today dijo que esta droga “da una sensación frecuentemente engañosa de una mejorada capacidad intelectual y física.” Añadió: “La euforia y confianza inducidas por la cocaína pueden hacer que el que la usa atribuya a la droga efectos que nada tienen que ver con ella, y que evalúe en más de lo debido los cambios que sí produce.” Aunque las anfetaminas, puesto que son estimulantes, parecen mejorar la ejecución de tareas sencillas, “no mejoran la ejecución de tareas más complejas,” explicó la misma revista.
Parece que, en lo relativo al uso de las drogas, el que las usa se cree que está en mejor condición que nunca, pero realmente no es así. Una realidad de la vida que se debe reconocer al considerar este asunto es que ninguna droga puede desarrollar de manera mágica un talento o una capacidad que la persona no tenga originalmente.
Algo que realmente preocupa a los médicos y a muchos padres en la actualidad es el resultado que puede tener en una criatura en gestación el que la madre use drogas. La vía de alimentación para el bebé es la corriente sanguínea de la madre. Por eso, las muchas cosas que la madre come, bebe o de otro modo introduce en su cuerpo, con el tiempo se ponen de manifiesto en el infante.
¿Quién puede olvidar los trágicos resultados que experimentaron criaturas en gestación en el caso de las madres que tomaron talidomida en la forma de píldoras para inducir sueño? Los bebés nacieron sin extremidades o con los miembros malformados. También se ha informado más de un caso en que el infante de una madre que ha estado tomando drogas ha nacido con síntomas de privación, y en que el bebé de una alcohólica ha nacido alcohólico. Ahora se cree que los tranquilizantes también presentan peligros para los jóvenes.
Con razón se advierte cada vez más a las mujeres embarazadas y a las que piensan tener hijos acerca de los riesgos envueltos en las drogas, en el tabaco, hasta en la aspirina, el té y el café. El Dr. Conrad Schwarz, jefe del departamento de siquiatría del Hospital St. Paul’s, de Vancouver, dijo que los resultados científicos han demostrado que “en las preñeces, el ingrediente activo de la marihuana se transmite por la placenta al feto,” y que “el ingrediente también se transmite por la leche materna.”
Añada a eso las consecuencias adversas que el abuso de los barbitúricos y la inhalación de los humos de diferentes disolventes producen en los riñones, el cerebro y el hígado. ¡Qué pésimo principio dan a sus hijos en la vida las mujeres que toman drogas!
Uno de los resultados casi seguros de empezar a tomar drogas es que con el tiempo se toman otras drogas. Por eso, no es poco común hallar que los que usan heroína también usan marihuana, y que algunos que toman anfetaminas para lograr un estado de exaltación más tarde toman un sedante para que los calme, y así recurren a drogas de esta clase como tranquilizantes, o al alcohol. El riesgo que se corre al mezclar estas drogas se puede ver en la siguiente explicación:
El efecto que se desea de una droga, digamos de un sedante como tranquilizante, puede ser cancelado si se toma un estimulante a aproximadamente el mismo tiempo. Por ejemplo, si se toman seis tazas o más de café, que contiene cafeína, queda anulado el “beneficio” de un tranquilizante. Por otra parte, si se toman dos drogas de la misma clase, como dos sedantes o dos estimulantes, eso intensifica el efecto... pero no resulta en simplemente hacer doble el efecto. Y aquí es donde se encuentra un peligro verdaderamente grave. Se dice que una bebida alcohólica más un barbitúrico puede tener la fuerza de cinco o seis copas de bebida alcohólica. O, según lo expresó un folleto emitido por un ministerio provincial de salubridad: “Si usted pesa 68 kilos, el tomar siete copas en unas dos horas probablemente lo embriague. Si ha tomado también una cápsula para combatir el resfriado o alguna medicina para la tos, puede que usted quede inconsciente. Si además de eso ha tomado un barbitúrico, bien puede ser que llegue a hallarse en la sala de emergencia, o tal vez en el depósito municipal de cadáveres.”
¿Qué se puede decir de los que no son adictos a las drogas, sino que simplemente ‘toman lo que el médico prescribe’? Estas personas también tienen que proceder con cuidado y estar informadas. Tal vez uno esté tomando tranquilizantes o quizás haya tomado una dosis de una medicina para la tos que haya comprado en la farmacia de la vecindad. Cualquiera de las dos mezcladas con un vaso de cerveza puede tener el impacto de tres o cuatro bebidas. La persona que está aceptando medicación para presión arterial, problemas cardíacos, diabetes, epilepsia o alergias, siempre debe preguntar al médico o al farmacéutico si alguna preparación de drogas que se le haya recetado es peligrosa con café, té, o bebidas alcohólicas. Además, dígale a su médico o farmacéutico qué otras drogas usted ya está tomando cuando se le prescribe otra o está comprando otra de su farmacéutico local. ¡No vaya a convertirse en un detalle estadístico en los archivos de los que han mezclado drogas con resultados fatales!
Las drogas alteran funciones corporales cuyo propósito es hacer que la vida continúe. Cualquier interferencia en la composición química del cuerpo o alteración de ella puede ser peligrosa y hasta mortífera. Las drogas causan algún desequilibrio en el organismo. El uso cuidadoso de las drogas como medicina prescrita puede tener el efecto beneficioso de contrarrestar algún desequilibrio químico, pero el uso continuo de drogas como experimento, recreo o sin fines medicinales es poner en peligro la vida. Y, si alguien está haciendo eso, entonces, en el caso de los que están trabajando y conduciendo automóviles, o en el caso de mujeres encintas, esa persona está poniendo en peligro la vida de otras personas, sí, hasta de bebés inocentes. ¿Es eso amor al prójimo? Con toda sinceridad, ¿hay alguna razón válida para la actual cosecha abundante de abuso de las drogas?
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¿Prioridades de la juventud?¡Despertad! 1980 | 8 de diciembre
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¿Prioridades de la juventud?
Estudiantes de periodismo avanzado en la escuela secundaria de Gross Pointe South, en el estado de Michigan, E.U.A., realizaron una encuesta que pudiera ser útil respecto a revelar qué es lo que muchos jóvenes colocan en primer lugar en la vida. La encuesta reveló que el estudiante de término medio en esa escuela secundaria gasta anualmente unos 4.400 dólares, y que, de esta suma, gasta casi dos veces más en cigarrillos, alcohol y drogas que en almuerzos y ropa. Se dijo que en un mes el estudiante de término medio hace los siguientes gastos en dólares: Alcohol y drogas, $80,84; cigarrillos, $37,60; ropa, $46,29; almuerzos, $21,12; gastos automovilísticos, $24,11. ¿Cuáles serán las prioridades de la próxima generación?
[Gráfico en la página 7]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
Lo que se gastó en cigarrillos, $118,44 al mes
alcohol y drogas
Lo que se gastó en almuerzos $67,41 al mes
y ropa
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