La actual escasez de alimento... ¿cumple profecía bíblica?
LA ESCRITURA de la Biblia quedó completa hace casi 1.900 años. ¿Sería posible, por lo tanto, que la Biblia hablara acerca de las hambres modernas? ¿Pudo prever los precios altos que usted paga en el mercado como resultado de los abastecimientos alimenticios limitados?
‘No... ¡eso es imposible!’ responden algunas personas.
Pero se muestra sabiduría al examinar cuidadosamente la evidencia antes de contestar. Si la Biblia predijo correctamente la actual situación del alimento, entonces podríamos esperar que las otras cosas que predice también se cumplan. Este hecho hace que el asunto sea digno de nuestra atención.
LAS PROFECÍAS BÍBLICAS
Ante todo, ¿qué predice exactamente la Biblia acerca de escaseces de alimento? A Jesucristo, antes de su muerte, se le preguntó: “¿Qué será la señal de tu presencia y de la conclusión del sistema de cosas?” En respuesta, entre otras cosas, Jesús dijo: “Se levantará nación contra nación y reino contra reino, y habrá escaseces de alimento y terremotos en un lugar tras otro.”—Mat. 24:3, 7; Luc. 21:11.
Esa profecía se cumplió en pequeña escala entre el año 33 E.C. (cuando Jesús la pronunció) y el año 70 E.C., cuando fue destruida la ciudad de Jerusalén. Durante ese período de treinta y siete años, la historia bíblica y antigua nos dice que hambres azotaron a Palestina, Roma y Grecia.—Hech. 11:28-30.
Pero las palabras de Jesús habrían de tener un cumplimiento más extenso, mayor cuando él llegara en poder real. (Mat. 25:31) Los hechos muestran que la humanidad ha visto el cumplimiento de esa profecía desde 1914.
Pero ¿no ha habido escaseces de alimento muchas veces antes de 1914? Sí. Entonces ¿de qué manera son diferentes éstas desde 1914 de las del pasado? Hay una diferencia verdaderamente sobresaliente.
La profecía de Jesús, cuando se considera con Revelación 6:1-8, está prediciendo escasez de alimento de alcance mundial. El docto bíblico A. B. Bruce explicó que las palabras de Jesús de que “habrá escaseces de alimento . . . en un lugar tras otro” literalmente significan que habría escaseces “aquí, allí, en todas partes.” ¿Quién negará que de veras ha habido escaseces de alimento “aquí, allí, en todas partes” desde 1914? Simplemente considere el reciente cuadro internacional en cuanto a los alimentos.
CONDICIONES ALIMENTICIAS MUNDIALES
La sequía ha azotado al continente africano. Un informe de las Naciones Unidas dice que en la nación de Etiopía entre 50.000 y 100.000 personas, en su mayoría mujeres y niños, murieron entre abril y agosto de 1973. Algunos informes muestran un número de muertes aun más alto; se dice que todavía ocurren 1.000 muertes por semana de inanición. Más al oeste, más abajo del desierto del Sáhara, millones de personas están en peligro de morir de inanición en lo que se ha llamado ‘la peor sequía de la historia registrada de África.’
En el ínterin, Asia sufre de una arrolladora escasez de arroz. La provisión de arroz por persona en Asia, según algunos cálculos, es la más baja en treinta años y los precios han subido vertiginosamente de 200 a 300 por ciento.
Pero muchas personas, quizás incluso usted, no viven ahora en obvias condiciones de hambre. Es posible que usted todavía tenga acceso a una abundancia de alimento, hablando relativamente. Sin embargo, A. H. Boerma, director-general de la Organización de las N.U. para la Agricultura y la Alimentación, dice que en el futuro habrá condiciones peores para todo el mundo. El biólogo Paul Ehrlich cree que se está aproximando hambre mundial efectiva. ¿Cuándo? Allá en 1970 declaró: “Me parece que el cálculo de 1975 todavía es el mejor que podemos hacer, pero podría ser cualquier año entre 1972 y 1985, dependiendo principalmente de la suerte. Me parece que la fecha efectiva es una evasiva.”
La evidencia de escasez mundial ya se ve en la mayoría de los países “desarrollados.” ¿No han sufrido una subida aguda los precios de los alimentos en meses recientes en los EE. UU., Europa occidental y otras partes? ¿Por qué? El abastecimiento de alimentos está limitado. De modo que la mayor demanda hace que los precios suban.
En estos países más personas con ingresos fijos se ven obligadas ahora a vivir con menos alimento. Los agricultores en algunas zonas mantienen vigilancia las veinticuatro horas del día protegiendo los campos de robos, que ahora acontecen aun a la luz del día. Debido al alto costo de la carne, el hurtar ganado y robar caza de los vedados viene haciéndose cada vez más común.
La actual escasez de alimentó es verdadera; sus efectos se están sintiendo virtualmente en todas partes. Pero, ¿a qué se debe la escasez?
CAUSAS DE LA ESCASEZ DE ALIMENTO MUNDIAL
Parte de la respuesta a esa pregunta se encuentra en las palabras de Jesús concomitantes a lo que dijo en cuanto a la escasez de alimento. El relato del Evangelio de Lucas muestra que Jesús predijo que acontecerían guerras grandes junto con escaseces de alimento durante “la conclusión del sistema de cosas.” (Luc. 21:10, 11) Se han visto más guerra desde 1914 que en cualquier período comparable de la historia. ¿Con qué resultado? Las economías nacionales han sido desbaratadas, tierras de labranza y abastecimientos de agua han sido arruinados. Millones de jóvenes fuertes que pudieran haber sido agricultores han muerto en los campos de batalla. Hambres horribles han acompañado y seguido a esas guerras.
Además, hay el asunto de la población mundial que aumenta rápidamente. Ahora hay casi cuatro mil millones de personas en la Tierra; cada año se añaden otros setenta y cinco millones.
La población aumentante de la Tierra clama por alimento. Y a medida que las naciones del mundo llegan a ser más opulentas materialmente, quieren lo que consideran una dieta mejor, que incluye, en particular, carne. El deseo de carne de res está poniendo más tirante a un sistema agrícola mundial ya tirante. ¿De qué manera?
Pues, para producir cada libra (0,454 kilos) de carne de res se requiere, en promedio, unas siete libras de grano para alimentar el ganado. Por lo tanto se requieren 2.000 libras de grano cada año para alimentar al estadounidense y canadiense de término medio. Más del 90 por ciento de este grano se consume para producir carne, productos lácteos y huevos. Por otra parte, personas que viven en países menos desarrollados solo comen aproximadamente 400 libras de grano anualmente, y la mayoría de esto lo consumen directamente. A medida que se intensifica el deseo de una dieta de más carne, también se intensifica la necesidad de mayores cantidades de grano.
Sin embargo, algo que agrava más el problema alimenticio es el hecho de que hay menos agricultores. Las ciudades grandes, sus industrias y vida social, atraen a muchos alejándolos de un modo de vida agrícola. Al tiempo presente, por ejemplo, solo el 5 por ciento de la fuerza de trabajadores de los EE. UU. se ocupa en la agricultura. El número de agricultores en Europa occidental está disminuyendo rápidamente.
Aun en naciones que se consideran grandemente agrícolas, la granja no atrae ya. El hecho de que éste es el caso lo muestra un informe de la Prensa Unida Internacional procedente de Guyana que dice que el ministro de agricultura de nuevo está tratando de convencer al pueblo de Guyana de “que la agricultura es una vocación digna” y que “los obstáculos psicológicos contra el trabajar la tierra” tienen que ser removidos.
En consecuencia, menos agricultores tienen que cultivar aun más siembras. Para tratar de efectuar esto se han convencido de que hay que confiar en métodos más sofisticados y en la tecnología moderna. Pero éstos no resultan enteramente satisfactorios. ¿Por qué?
FRACASO DE LA TECNOLOGÍA MODERNA
Bueno, para producir más cosechas los agricultores se han hecho especialistas, cultivando una o dos variedades de siembras en muchos acres de terreno. Esto puede ser desastroso. ¿Por qué? Una variedad de planta solo necesita una variedad de plaga o insecto para acabar con toda la siembra.
Los modernos métodos de labranza también han contribuido a la escasez de alimento de otra manera. Las granjas modernas necesitan petróleo. Pero actualmente hay una escasez de petróleo. La industria alimenticia de los EE. UU., que usa más petróleo que cualquier otra industria individual de esa nación, requiere petróleo para su maquinaria. Además, en un gran porcentaje de la enorme siembra de los EE. UU. los abonos que usan tienen como base el petróleo. El propano, derivado del petróleo, se necesita para secar las cosechas para almacenarlas o transportarlas.
Cuán vívidamente podemos ver que la tecnología del hombre no ha podido superar los tremendos problemas para proveer al mundo suficiente alimento que comer. Realmente, a menudo la tecnología ha constituido parte del problema. Sin embargo, hay causas detrás del problema alimenticio que no son tan manifiestas. ¿Cuáles son éstas?
OTRAS FUENTES DEL HAMBRE
Un problema principal es la codicia. Las rivalidades económicas, políticas y nacionales han dividido a la gente, y, en consecuencia, miles de millones de personas han sufrido. Por lo tanto, aunque un problema principal como la población de la Tierra fuera controlado por los hombres, ¿cree usted honradamente que terminaría el hambre? Bueno, considere:
¿Compartían libremente su alimento las naciones que tenían abundantes abastecimientos de alimento cuando la situación de la población no era tan crítica? No. ¿Han hecho provisión plena las naciones más ricas para los hambrientos y pobres dentro de su propio país? No. Entonces, ¿por qué creer que si se resolviera el problema de la población súbitamente toda la gente tendría suficiente que comer? La codicia del hombre lo impediría.
Lo que vemos que sucede hoy en lo que toca a escasez de alimento de veras cumple profecía bíblica. Sin embargo, la profecía también revela que en breve este sistema egoísta mundial será eliminado para siempre. La Palabra de Dios promete que después de eso la Tierra será convertida en un paraíso que producirá abundantemente para alimentar a todos los hombres justos. Usted puede estar vivo durante el tiempo en que, como dice la Biblia, “Jehová de los ejércitos ciertamente hará para todos los pueblos, en esta montaña, un banquete de platos con mucho aceite, un banquete de vino mantenido sobre las heces, de platos con mucho aceite llenos de médula, de vino mantenido sobre las heces, filtrado.”—Isa. 25:6.
[Ilustraciones de la página 515]
LAS ESCASECES SE REFLEJAN EN LOS PRECIOS ALTOS EN EL MERCADO . . .
. . . Y EN LA INANICIÓN QUE MILLONES SUFRIRÁN