Ponderando las noticias
Las emociones y la salud
● Según se informa en un artículo que apareció en Times Magazine de Nueva York, “en centros médicos por toda la nación, se está acumulando evidencia de que el sufrimiento, el gozo . . . afectan nuestros cuerpos mucho más de lo que los científicos habían creído hasta ahora.” Se ve ahora que las emociones negativas desempeñan cierto papel en “disminuir el nivel crítico de resistencia.” Dice el artículo: “las investigaciones indican que la ira y la ansiedad parecen desempeñar un papel importante en permitir que el virus común llamado herpes simplex venza al sistema de inmunización de modo que se producen úlceras ubicuas.”
El artículo también informó acerca de los hallazgos de la doctora Barbara Betz, quien estudió a graduados de la escuela de medicina Johns Hopkins. Durante un período de 30 años, ella halló que entre los que tenían buena salud mental y emociones positivas, solo el 26 por ciento sufrió de ataques al corazón o de cáncer. Pero entre los que eran malhumorados e irritables, el número de las personas afectadas aumentó a 77 por ciento. Dice ella “el temperamento y la actitud hacia la vida ciertamente parecen afectar la resistencia a la enfermedad.”
Aunque algunos miembros de la profesión médica hayan tardado en discernir la relación entre las emociones y la salud, la Biblia hace mucho tiempo la reveló claramente, pues dice: “Un corazón que está gozoso hace bien como sanador, pero un espíritu que está herido seca los huesos.”—Pro. 17:22.
Mal consejo de un clérigo
● Recientemente, en una columna del periódico Star de Toronto intitulada “Youth Clinic” (Clínica para jóvenes), se publicó la pregunta de una joven de 18 años de edad que quería saber si la Biblia prohíbe las relaciones sexuales antes del matrimonio. Graham Cotter, sacerdote anglicano, respondió como sigue: “No hay ningún pasaje específico en la Biblia que prohíba el tener relaciones sexuales antes del matrimonio en todo caso.” Pero los publicadores del periódico recibieron cartas en las que se indicó que muchos pasajes específicos de la Biblia sí condenan las relaciones sexuales premaritales. El periódico trató de explicar que el clérigo no estaba “defendiendo la promiscuidad sexual,” sino que estaba enfrentándose al problema de determinar “lo que constituye el matrimonio.”
Acerca de “lo que constituye el matrimonio,” la Biblia dice: “Que el matrimonio sea honorable entre todos, y el lecho conyugal sea sin contaminación, porque Dios juzgará a los fornicadores y a los adúlteros.” (Heb. 13:4) Para ser “honorable,” el matrimonio ciertamente tiene que tener un fundamento sólido desde el punto de vista legal y moral. Por lo tanto, las relaciones sexuales antes del matrimonio no son base para un matrimonio “honorable.” Por eso, las Escrituras clasifican como fornicación las relaciones sexuales fuera del matrimonio, y aconsejan: “Huyan de la fornicación.” Además, la Palabra de Dios advierte: “Ni fornicadores . . . ni adúlteros . . . heredarán el reino de Dios.”—1 Cor. 6:9, 10, 18.
Cuando un clérigo procura complacer a una generación dada a la promiscuidad sexual por medio de tolerar la fornicación, o no poner en claro lo que ésta es, está dando consejo malo. La joven necesitaba consejo sano acerca de lo sabio que es ejercer dominio propio tanto antes como después del matrimonio. El rehusar dirigir a las personas hacia tal comportamiento decente no resulta en buen servicio para Dios ni para el hombre.
“Falsos sistemas de casta”
● Hay “indicios que dan razón de esperar que el clericalismo excesivo que ha estrangulado a la iglesia por siglos está empezando a desmoronarse.” Así dijo un sacerdote anglicano en Mississauga, Ontario, Canadá. Agregó que “está habiendo un emocionante redescubrimiento del modelo de ministerio que presenta el Nuevo Testamento, según el cual los clérigos ordenados son reconocidos como ‘siervos de los siervos.’” Pero advierte: “Claro, no es una tarea fácil invertir un falso sistema de casta que ha existido desde la Edad Media.” El resultado es que “hemos . . . convertido la iglesia en una institución compuesta de activos proveedores clericales y pasivos consumidores laicos.”
Es interesante que por años los testigos de Jehová han seguido la directiva del fundador del cristianismo de que “todos ustedes son hermanos,” de modo que no hay entre ellos ninguna clase clerical. También son conocidos mundialmente por la obra de evangelización que todos los miembros de las congregaciones locales efectúan en sus vecindarios respectivos. Este mismísimo arreglo organizado y esta mismísima actividad les han acarreado mucha crítica del clero. Pero aun Jesucristo en su tiempo se enfrentó a la oposición clerical de parte de aquellos que querían tener títulos y posiciones que los distinguieran de sus compañeros de culto.—Mat. 23:8-12; 26:3-5.