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  • ¿Qué causa el crepúsculo?
  • Intervalos del crepúsculo vespertino
  • Fenómenos del crepúsculo
  • Efecto en plantas y animales
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¡Despertad! 1971
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El crepúsculo que sosiega

¿QUÉ pasaría si la oscuridad viniera súbitamente cada noche, como si alguien hubiese usado un interruptor para apagar la luz? ¿Echaría usted de menos el crepúsculo?

Para muchas personas el crepúsculo es una parte atesorada del día. Les encanta el cambio de colores y el oscurecimiento gradual del cielo. El crepúsculo vespertino ha inspirado a muchos artistas a expresarse bellamente.

¿Qué causa el crepúsculo?

Si no hubiese atmósfera alrededor de la Tierra, quedaríamos sumidos abruptamente en oscuridad completa al ponerse el Sol, como si se apagara una luz por medio de un interruptor. Esto es lo que sucede cuando el Sol se hunde bajo el horizonte en la Luna, que no tiene atmósfera.

Pero en la Tierra, cuando el Sol desaparece de la vista en la tarde, continúa iluminando por un tiempo las capas superiores de la atmósfera. La atmósfera de la Tierra, con sus muchas partículas de polvo, continúa reflejando luz del Sol, y suministra a la Tierra luz indirecta, o el crepúsculo. Así la oscuridad va presentándose gradualmente a medida que el Sol continúa hundiéndose en el horizonte e ilumina una parte menor de la atmósfera superior. El mismo fenómeno, pero a la inversa, sucede por la mañana antes de salir el Sol. Esto, también, se llama crepúsculo, o, más a menudo, aurora.

No toda la gente experimenta el crepúsculo al mismo grado en la Tierra. Esto se debe a que su duración varía en latitudes diferentes. Por ejemplo, en las regiones ecuatoriales, en latitudes inferiores, el Sol sale y se pone casi verticalmente en relación con el horizonte. Por lo tanto “viaja” rápidamente a debajo del horizonte hasta que sus rayos no tocan siquiera las capas más elevadas de la atmósfera de la Tierra. Por eso el crepúsculo es muy breve cerca del ecuador.

Sin embargo, en las regiones templadas, a latitudes superiores, la senda del Sol está sesgada en relación con el horizonte. De modo que el Sol tarda más en “descender” bajo el horizonte hasta un punto desde el cual sus rayos no se reflejen en la atmósfera superior. De modo que el crepúsculo dura más allí.

La duración del crepúsculo también varía en la misma ubicación durante diferentes estaciones del año. Esto se debe a la inclinación del eje de la Tierra, que hace que el Sol aparezca en diferentes posiciones en el cielo a diferentes tiempos del año a medida que la Tierra gira alrededor del Sol.

Intervalos del crepúsculo vespertino

A veces se divide el crepúsculo en tres intervalos. Primero, hay el llamado crepúsculo civil. Comienza al ponerse el Sol y dura hasta que el Sol ha bajado seis grados en el horizonte. Esto corresponde aproximadamente con el tiempo en que la iluminación natural permite actividades exteriores comunes y es cuando aparece la primera estrella.

Luego viene el crepúsculo náutico, que continúa a medida que el Sol se hunde hasta doce grados bajo el horizonte. En este punto solo se disciernen las formas borrosas generales de los objetos, el horizonte no se puede distinguir bien y se pueden ver las estrellas más brillantes.

Finalmente el crepúsculo astronómico termina cuando el Sol llega a dieciocho grados bajo el horizonte. La iluminación del Sol es imperceptible entonces y entra la oscuridad “completa.”

Fenómenos del crepúsculo

A veces el crepúsculo presenta un hermoso despliegue de colores. Cuando el Sol está a aproximadamente dos grados bajo el horizonte, quizás aparezca un suntuoso color púrpura. Este color es un fenómeno sumamente variable, pero por lo general se ensancha rápidamente y parece intensificarse, dando un matiz púrpura a los objetos en la tierra. La luz púrpura dura hasta que el Sol está a unos seis grados bajo el horizonte. Se dice que se produce cuando se esparce la luz del Sol desde una capa brumosa a unos diez kilómetros de altura.

Ahora quizás parezca que un indescriptible color azul se extiende todo alrededor en el aire y sobre el suelo. Especialmente sucede esto donde hay un paisaje invernal en que todo está cubierto de nieve. Este resplandor crepuscular en el cielo gradualmente se hunde en el horizonte y desaparece a medida que el Sol va alcanzando dieciocho grados bajo el horizonte.

Efecto en plantas y animales

El cambio gradual del día a la noche suministra un tiempo de ajuste a las plantas y a los animales. Algunas plantas cierran lentamente sus hojas y flores en el crepúsculo, aparentemente para ocultar de la noche sus partes frágiles. Parece que otras plantas se abren para atrapar o inhalar algo que perdieron durante el día. Evidentemente están controladas por un reloj intraconstruido, que funciona por los cambios de luz y oscuridad.

Un proceso similar acontece en el reino animal. Algunos animales se sosiegan y se dirigen a sus nidos y guaridas a dormir. Pero otros animales se despiertan y se preparan para sus actividades nocturnas. Poéticamente expresó este ritmo de los animales hace casi 3.000 años un salmista bíblico de Israel, dando a Jehová Dios el crédito por ello, diciendo: “Tú causas oscuridad, para que se haga de noche; en ella todos los animales salvajes del bosque se ponen en movimiento.”—Sal. 104:20.

Efecto en el hombre

Para el hombre, también, el crepúsculo puede ser una parte sana y agradable del día. Da tiempo para adaptar la mente a la noche que se avecina, y un ajuste agradable de los ojos de la luz del día a la oscuridad. Puede calmar una mente intranquila y a menudo produce una maravillosa sensación de contentamiento. Dice un poeta: “No es sino hasta que llega el crepúsculo que vienen el refrigerio y el alivio.”

El crepúsculo puede ser una hora ideal para la meditación. Invita al hombre a elevar sus pensamientos a niveles superiores a los que sus tareas diarias requieren. Sintoniza la mente del hombre con el pensamiento más profundo y le ayuda a escudriñar su corazón.

Pero es necesario también estar alerta. Pues el efecto del crepúsculo en las emociones del hombre también pueden extraviarlo. Sus pensamientos pueden vagar y despertar sus deseos eróticos, induciéndole a satisfacerlos de manera inmoral. El sabio rey Salomón amonestadoramente escribió acerca de esto en el libro bíblico de Proverbios. Describe a un joven falto de corazón que pasa por la calle cerca de la casa de una prostituta “en el crepúsculo, al atardecer del día, al acercarse la noche y las tinieblas.”—Pro. 7:7-9.

Ciertamente esto pone de relieve la necesidad de que las personas temerosas de Dios usen apropiadamente el período del crepúsculo, así como otras horas del día. Hay necesidad vital de pensar en los principios limpios y ensalzados que se expresan en la Biblia, la Palabra de Dios, y elevar uno sus pensamientos en oración al Magnífico Creador del crepúsculo que sosiega, Jehová Dios.

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