-
¿Es idolatría la veneración a María?La Atalaya 1954 | 15 de noviembre
-
-
Y ¿qué hay acerca de que María sea la “Mediadora de todas las gracias”? Se nos dice que “uno es Dios, uno también el mediador entre Dios y los hombres, el hombre Cristo Jesús, que se entregó a Sí mismo para redención de todos.” (1 Tim. 2:5, 6, NC) Jesús mismo declaró que “nadie viene al Padre sino por mí.” Juan habla de que sólo Jesús es el “abogado [que] tenemos para con el Padre.” El pacto de la ley entre Dios y la nación de Israel no necesitó una medianera, ni la necesita el nuevo pacto que lo reemplazó. Repetidamente Jesús es llamado el mediador del nuevo pacto pero en ninguna parte leemos de una mediadora de ese pacto.—Juan 14:6; 1 Juan 2:1.
Y finalmente preguntamos: ¿Apoyan las Escrituras la pretensión de que María participará “con su Hijo en el poder de gobernar al Mundo”? Después de su resurrección Jesús declaró que “Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra.” (Mat. 28:18, NC) Él no dijo nada acerca de que su madre gobernaría con él. David, Isaías, Daniel y otros predijeron el glorioso reinado de Cristo pero en ninguna parte indican que él tendrá a su madre como reina junto con él. Pablo declara que Cristo reinará hasta que todas las cosas sean sujetadas a sus pies, y que esta expresión “todas las cosas” incluye todo salvo a Jehová Dios. Incluída por lo tanto está su madre María; ella también estará en sujeción a él, no reinando como reina junto con él. Participando del gobierno de Cristo estará su esposa, su iglesia, no su madre.—Apo. 19:7, 8.
Tampoco puede usarse la visión apocalíptica de una mujer vestida del sol para probar que María será reina con Cristo. (Apo. 12:1-6) Esa mujer no podría ser María, porque la visión de Juan aplicaba al futuro, y fué dada cien años después que María había dado a luz a Jesús. (Apo. 1:1-3) Esa mujer es la mujer de Dios, su organización: “la Jerusalén de arriba” y “la cual es madre nuestra.”—Gál. 4:26, BC.
Claramente, en vista de todo lo susodicho, la devoción y la prominencia siempre en aumento que se le tributan a María están en contradicción de las Escrituras e indican que la veneración a María es una forma de idolatría.
-
-
Nuevas que producen sobriedadLa Atalaya 1954 | 15 de noviembre
-
-
Nuevas que producen sobriedad
● Un matrimonio que estaba trabajando de precursores fué a Marilia, una ciudad próspera en el interior del estado de Sao Paulo, Brasil. En aquel tiempo no había una congregación allí, pero muchos demostraron interés como resultado de una serie de conferencias al aire libre presentadas por el precursor. En una de estas conferencias un borracho prestó atención y luego ofreció pagar al orador para que fuera a su hogar y presentara la misma conferencia a su familia, que constaba de 22 miembros y parientes. La mayoría de ellos eran presbiterianos, y el borracho nunca pudo llegar a estar lo suficientemente sobrio para unirse a la iglesia de ellos. Pero ahora se ocupó en estudiar la verdad, dejando por completo de beber, y arreglando sus asuntos morales. Esto causó profunda impresión en sus conocidos y parientes, porque si los testigos de Jehová podían darle sobriedad y hacer que se interesara en la Biblia, algo tenían. De modo que con gusto escucharon conferencias de sala (pronunciadas gratis, por supuesto), y uno tras otro empezaron a progresar en la verdad. El ex borracho para este tiempo era tan celoso publicador que en espacio de unos pocos meses ingresó en el servicio de precursor y más tarde fué nombrado siervo de congregación al formarse la nueva congregación de Marilia. Por medio de trabajar también en territorio contiguo, este nuevo precursor, ayudó a organizar varias congregaciones en ciudades vecinas. Ahora la congregación de Marilia cuenta con 112 publicadores y un Salón del Reino magnífico y bien localizado. Si las rameras y los publicanos pueden entrar en la sociedad del Nuevo Mundo antes que el clero fariseo pagado de su propia rectitud, lo mismo pueden hacer los borrachos si aman la verdad lo suficiente y hacen el esfuerzo necesario para ganar su batalla contra la sed inmoderada de licor.
-