Ponderando las noticias
Unión extraña
Ha habido una transformación poco común en la relación que hay entre la cristiandad y el judaísmo. Después de estar apartados por siglos, se está forjando un vínculo de amistad. Cada vez más grupos eclesiásticos renuncian al punto de vista de que Dios ha rechazado a Israel, y también al de que los judíos solo pueden llegar al Padre mediante Jesús. “Protestantes y católicos han hecho este asombroso cambio, y en ambos lados del Atlántico”, declara Paul M. Van Buren, famoso teólogo de la Universidad Temple de Pensilvania.
Hasta grupos fundamentalistas y evangélicos están abrazando y apoyando a líderes judíos. El primer ministro de Israel ha dado la bienvenida a predicadores evangélicos y bautistas y se ha reunido con ellos. “Israel tiene cierto atractivo para la derecha evangélica, y hay la creencia de que hay que apoyar todo lo que hace Israel, porque Dios está del lado de Israel”, dice Timothy Smith, profesor de teología de la Universidad de Johns Hopkins, según lo citó el periódico The New York Times.
Muchas personas quizás consideren que esa reconciliación es algo excelente. Pero si ésta está basada en el error, ¿es verdaderamente provechosa? Jesús dijo a sus oyentes judíos: “Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por mí” (Juan 14:6). Además, el apóstol Pablo dijo claramente que solo mediante Cristo, y no mediante compromisos de hechura humana, pueden unirse los dos grupos. “Cristo es nuestra paz. Él hizo de judíos y de no judíos [gentiles] un solo pueblo, al destruir el muro de enemistad que los separaba.” (Efesios 2:14, Versión Popular.)
‘En vez de leche y miel, lágrimas’
Millares de extranjeros entraron a raudales en Nigeria, atraídos por las riquezas de este país. De repente, su sueño de riqueza se transformó en una pesadilla. Los precios mundiales del petróleo disminuyeron, la economía de Nigeria quedó en malas condiciones. El país más rico de África ordenó que todos los extranjeros ilegales salieran del país dentro de dos semanas. Dos millones de personas huyeron. Docenas de personas murieron mientras emigraban a sus tierras natales en Togo, Benín, Alto Volta, Camerún, Malí, Chad, Níger y Ghana. Cierto ghanés que observaba el flujo continuo de trabajadores extranjeros que regresaban dijo: “Iban en busca de leche y miel, y regresan derramando lágrimas”.
La historia mundial está salpicada de cambios rápidos e inesperados como éste. Incontables millones de personas han visto derrumbarse su porvenir debido a confiar en que el muro protector de las cosas materiales los proteja de la calamidad. Se parecen al tipo de personas que se describe en Proverbios 18:11: “Las cosas valiosas del rico son su pueblo fuerte, y son como un muro protector en su imaginación”. En cambio, el versículo que le precede señala en qué puede cifrarse la confianza para no sufrir decepción: “El nombre de Jehová es una torre fuerte. A ella corre el justo y se le da protección”. (Proverbios 18:10.)
Aumenta el uso ilegal de las drogas
Jesús predijo que “el aumento del desafuero” sería parte de la prueba de que habían comenzado los últimos días (Mateo 24:12). El uso ilegal de drogas se ha convertido en la causa principal de los delitos. De hecho, la Junta Internacional para el Control de Narcóticos, en Viena, Austria, ve el aumento en el uso ilegal de las drogas como un catalizador para los delitos violentos y la inestabilidad política. Esta agencia de las Naciones Unidas ha publicado un informe franco de 32 páginas sobre la producción mundial y el uso ilegal de las drogas. El informe declara que, en los últimos dos años, cosechas abundantes de adormideras provenientes del llamado Triángulo Dorado —Birmania, Tailandia y Laos— han colmado de opio, morfina y heroína el mercado ilegal mundial. Los países de Europa occidental se tambalean por los efectos, como dice el documento: “La heroína se obtiene con facilidad [...] los precios han bajado, y la cantidad de toxicómanos es considerable”.
Si no existiera la compra ilegal de drogas, la fuente y el abuso de éstas pronto desaparecerían. Sin embargo, puesto que muchos han llegado a ser “amadores de placeres más bien que amadores de Dios”, el abuso de las drogas ha prosperado y se ha convertido en un negocio de grandes proporciones... otra prueba de que vivimos en “tiempos críticos” que marcan los “últimos días” de la injusticia. (2 Timoteo 3:1, 4.)