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¿Está aplazando Dios su juicio?La Atalaya 1985 | 1 de mayo
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palabras que Jehová su Dios les ha hablado ha fallado. Todas se han realizado para ustedes. Ni una sola palabra de ellas ha fallado”. (Josué 23:14.)
“Respecto al cumplimiento de la profecía, parece natural que nosotros, y toda la humanidad, nos impacientemos y esperemos que las cosas se hagan más rápidamente de lo usual.” Eso fue lo que dijo The Watch Tower en el número del 1 de mayo de 1910, y agregó: “Ésta es una tardanza o retraso en lo que tiene que ver con nuestras expectativas, pero podemos estar seguros de que en el asunto no hay retraso alguno en lo que tiene que ver con la intención divina [...] No tenemos duda alguna de que se conseguirán los resultados a su debido tiempo... el tiempo de Dios”.
Al echar una mirada retrospectiva, los cristianos fieles que viven hoy pueden ver que hay razones válidas para que el juicio de Dios no se haya ejecutado todavía. De hecho se regocijan de que no haya llegado aún. En nuestro próximo artículo se explica por qué.
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Por qué Dios no ha ejecutado aún su juicioLa Atalaya 1985 | 1 de mayo
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Por qué Dios no ha ejecutado aún su juicio
APROXIMADAMENTE dos décadas después de la muerte de Jesús, algunos cristianos ya estaban esperando que “llegara” Jehová para ejecutar su juicio. Esto impulsó al apóstol Pablo a escribirles, diciendo: “El día de Jehová [...] no vendrá a menos que primero venga la apostasía y el hombre de desafuero quede revelado, el hijo de la destrucción”. Aunque Pablo admitió que “el misterio de este desafuero” ‘ya estaba obrando’ en su día, era obvio que aún no estaba obrando al grado necesario para que pudiera llegar el juicio divino. (2 Tesalonicenses 2:2, 3, 7, 8.)
Un recogimiento doble
La apostasía, aunque era seguro que vendría, no impediría que se llevara a cabo el propósito de Dios de escoger a 144.000 cristianos fieles para que fueran cogobernantes con su Hijo, Jesús, en el cielo. (Véase Revelación 14:1-5.) La ejecución del juicio de Dios solo podría llevarse a cabo después que se hubiera completado el número de ellos y que hubieran sido finalmente sellados por Dios. Revelación 7:2, 3 explica: “A los cuatro ángeles [se les dijo]: ‘No hagan daño a la tierra ni al mar ni a los árboles [al traer los vientos destructivos del juicio de Dios contra las naciones], hasta después que hayamos sellado a los esclavos de nuestro Dios en sus frentes’”. Como sabemos ahora, esta obra aún no se había completado en 1914 cuando fue establecido el Reino.
Por eso, aunque algunos tenían la esperanza de que la ejecución del juicio de Dios se llevara a cabo entonces, ésta no podía venir en aquel tiempo. El número de la revista The Watch Tower del 1 de enero de 1914 dejó abierta la posibilidad de este desenvolvimiento al declarar que aunque “el Año 1914 es el último de lo que la Biblia llama los ‘tiempos de los gentiles’ [...] no estamos de manera alguna seguros de que en este año, 1914, sucedan cambios de administración tan radicales y rápidos como habíamos esperado”. Con todo, como pasó a explicar el artículo, los cristianos agradecían que la cronología bíblica les hubiera ayudado a estar conscientes de lo inminente del juicio divino. El artículo dijo: “Creemos que la cronología es una bendición. Si nos despierta unos cuantos minutos o unas cuantas horas más temprano en la madrugada de lo que de otro modo nos hubiéramos despertado, ¡eso es bueno! Son los que están despiertos los que reciben la bendición”.
También entre los que recibieran la bendición figurarían aquellos a quienes la Biblia describe como “una grande muchedumbre, que ningún hombre podía contar, de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas”. No fue sino hasta 1935 que se comprendió plenamente que esta “grande muchedumbre” estaría compuesta de personas “que salen de la grande tribulación”, es decir, las que abandonan la organización de Satanás y se ponen a favor de Dios, a fin de sobrevivir a la ejecución del juicio de Dios. Hace ya cinco décadas aproximadamente que la obra de reunir a esta “grande muchedumbre” ha estado llevándose a cabo conforme al propósito de Jehová. Podemos regocijarnos de que el juicio divino no se ejecute sino hasta que se haya completado esta obra salvavidas. (Revelación 7:9, 14.)
Acontecimientos políticos
Se predijo además que ocurrirían ciertos acontecimientos políticos antes que se ejecutara el juicio de Dios. Ahora puede verse claramente que el cumplimiento de la profecía de Daniel acerca de “dos reyes” (Da capítulo 11) está aproximándose a su conclusióna. Durante la culminación del cumplimiento de esta profecía, Dios ejecutará su juicio. (Compárese con Daniel 2:44.)
Aunque se oponen uno al otro, las superpotencias y sus respectivos bloques —“el rey del sur” y “el rey del norte”— están ambos representados en la organización global política que hoy hace que las personas ‘se maravillen con admiración’. ¡Qué descripción más apta de la Sociedad de Naciones, que se formó después de la I Guerra Mundial, y de su sucesora, la Organización de las Naciones Unidas, que se formó después de la II Guerra Mundial! (Daniel 11:40; Revelación 17:8.)
Estos “dos reyes”, que están divididos ideológica y políticamente, pero al mismo tiempo están “unidos”, tienen mucho que decir en cuanto a mantener la “paz y seguridad” mundial. Esto también es significativo, pues la profecía bíblica dice que “cuando sea que ellos estén diciendo: ‘¡Paz y seguridad!’, entonces destrucción repentina ha de sobrevenirles instantáneamente”. Actualmente no sabemos hasta qué grado estos “dos reyes”, por separado y conjuntamente con la Organización de las Naciones Unidas, podrán resolver los problemas políticos, económicos, ambientales y sociales del mundo como para que les parezca que están justificados a dejar oír dicho clamor. (1 Tesalonicenses 5:2, 3.)
No obstante, lo que sí sabemos es que en algún momento durante su gobernación la Organización de las Naciones Unidas, junto con todas sus naciones miembros —incluso,
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