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Cristianos evitan embajadores políticosLa Atalaya 1952 | 15 de mayo
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naciones inicuas pronto llegará a su fin, lo cual significará la destrucción de ellas; y que después de esa destrucción Dios establecerá el nuevo mundo compuesto de nuevos cielos y una tierra nueva en los cuales habitará la justicia. Si fué necesario que Cristo Jesús y sus seguidores primitivos se mantuviesen separados del mundo en aquel entonces, ¿cuánto más importante es que los cristianos de hoy día se mantengan separados del mundo en vista de su destrucción inminente? Y si era importante el predicar las buenas nuevas acerca de Jehová Dios, Cristo Jesús y el Reino en ese entonces, ¿cuánto más urgente es hacerlo ahora? Ahora, cuando “estas buenas nuevas del reino [tienen que predicarse] en toda la tierra habitada con el propósito de dar un testimonio a todas las naciones”, antes que venga el fin consumado.—Sal. 2; Mat. 24; 2 Ped. 3:13; Apo. 19:5, 6, NM.
El punto de vista bíblico es claro. Los cristianos no tienen nada en común con las naciones inicuas y condenadas del mundo. Por eso ellos evitarán el tener embajadores políticos. Limitarán sus actividades a dar a conocer los propósitos de Dios, e, igual al apóstol Pablo, serán embajadores enviados por Dios y por Cristo a los hombres de buena voluntad, mostrándoles de qué manera pueden ser reconciliados con Dios.—2 Cor. 5:20.
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Preguntas de los lectoresLa Atalaya 1952 | 15 de mayo
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Preguntas de los lectores
● Según el artículo “Odiados por Su nombre” de la Watchtower del 1 de septiembre de 1951, cientos de miles de cristianos murieron en las “diez persecuciones” comenzando en la época de Nerón, 144,000 muriendo tan sólo en Egipto durante una de las persecuciones. ¿Cómo puede armonizarse esto con el hecho de que 144,000 es el límite bíblico para el número que formará el cuerpo de Cristo, teniendo presente que ese puesto fué el único abierto para los cristianos durante esos siglos?—J. A., República Dominicana
El artículo no clasificó con ninguna finalidad los individuos que murieron durante esas persecuciones, sólo habló de los resultados de un modo general. Note que una cualidad clave se especificó en el caso mencionado en la pregunta: “Sólo en la provincia de Egipto, 144,000 de tales cristianos profesos murieron por violencia en el curso de esta persecución, además de otros 700,000 que murieron como resultado de fatigas encontradas en la proscripción o bajo obras públicas obligatorias.” Las víctimas son identificadas como “cristianos profesos”, no cristianos de hecho. Muchas de esas personas pueden haber sido cogidas en la ola de persecución, pero quizás nunca predicaron realmente la verdad o siguieron las pisadas de Jesús, siendo sólo cristianos profesos. Sabían que el mundo en que vivían era corrupto y estaban escuchando el mensaje de los cristianos y anuentes a morir por él aun cuando no estaban en línea para la llamada celestial en Cristo Jesús. Hoy muchos cristianos profesos pueden estar anuentes a morir por su fe, pero a pesar de eso no son seguidores de las pisadas de Jesús ni llenan los requisitos bíblicos para ser tales.
● Ya que Juan el Bautista había visto el espíritu descender del cielo como paloma y permanecer sobre Cristo Jesús, de acuerdo con la señal que Jehová le había dicho que esperara para identificar al Mesías (Juan 1:32-34), ¿por qué envió después a sus discípulos para preguntarle a Jesús si Él era El que había de venir?—E. P., Bolivia.
Mateo 11:2-6 (NM) declara: “Juan, habiendo oído en la cárcel acerca de las obras del Cristo, envió por medio de sus propios discípulos y le dijo: ‘¿Es usted El que viene o hemos de esperar a otro diferente?’ En respuesta Jesús les dijo: ‘Vayan por su camino e informen a Juan tocante a lo que están oyendo y viendo: Los ciegos están viendo otra vez, y los cojos están andando, los leprosos están siendo limpiados y los sordos están oyendo, y los muertos están siendo levantados, y a los pobres se les está declarando las buenas nuevas; y feliz es el que no halla motivo para tropezarse en mí.’”
Juan pidió este reporte, no porque dudara que Jesús era el Mesías, sino porque quería verificación. Él sabía que las profecías habían predicho ciertas obras que el Mesías haría, y el obtener el informe de que estas cosas estaban efectuándose,
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