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  • Están obrando en armonía con lo aprendido

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  • Están obrando en armonía con lo aprendido
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1969
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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1969
w69 15/10 págs. 634-637

Están obrando en armonía con lo aprendido

“¡SEIS meses! ¿Qué hay si el fin de sistema viene en tres?” Esto es lo que un padre de cuatro hijos pequeños de Florida preguntó en serio cuando los testigos de Jehová le hablaron acerca de su curso gratis de estudio bíblico de casa de seis meses. La esposa de este señor había obtenido de ellos el libro La verdad que lleva a vida eterna. Tanto él como su esposa se habían mantenido despiertos hasta tarde cada noche examinando su contenido.

Por eso, cuando los Testigos volvieron a visitar su hogar y ofrecieron ayudarles a aprender el mensaje de la Biblia, el matrimonio pidió estudiar dos veces a la semana. Se hizo este arreglo, y cada estudio duró varias horas debido a su deseo de aprender. ¡Y este señor anteriormente se había opuesto a los Testigos y no les había permitido entrar en su hogar!

En Tennessee una señora comenzó a estudiar la Biblia con los testigos de Jehová, usando el libro La verdad, y se emocionó por lo que estaba aprendiendo acerca de Dios. Durante sus estudios decía: “¡Esto es absolutamente maravilloso! Cualquiera podría entender esto.” Su gozo fue tan grande que un día durante su estudio llamó a su esposo y le dijo: “Queridito, me gustaría que entraras y te sentaras con nosotros en este estudio. Jamás he aprendido tanto en toda mi vida.”

Una madre de Iowa le dijo a la Testigo que la estaba ayudando lo que le sucedió una mañana: “Mi esposo estaba en el baño afeitándose cuando yo estudiaba mi lección. En intervalos de unos cuantos minutos yo corría al baño para leerle partes de la lección. Finalmente tuvo que desconectar su afeitadora eléctrica para escuchar.” Ella le dijo a su esposo que estaba adelantándose en la lectura del libro La verdad. ¿Con qué motivo? “¡Tengo que averiguar lo que me va a suceder a mí!”

Sí, muchos millares de personas sinceras están regocijándose a causa de las cosas excelentes que están aprendiendo de la Biblia por medio del libro La verdad. “¡He hallado la verdad!” es lo que muchos han dicho después de un corto período de estudio. Han llegado a comprender que solo la verdad de la Biblia puede llevar a vida eterna. Aun más asombrosa es la rapidez con la que la verdad de la Biblia está afectando la vida de muchas de estas personas.

CAMBIANDO VIDAS

A medida que los de corazón sincero y honrado aprenden los requisitos de Jehová para la vida, rápidamente hacen los ajustes necesarios en su vida para amoldarse a Su voluntad. A menudo esto exige algunos cambios drásticos en su modo de pensar y hábitos.

Al explicar por qué le gustaba estudiar la Biblia con el libro La verdad, un señor de Texas dijo que apreciaba la manera en que le mostró los cambios que tenía que hacer en su vida. ¿Respondió e hizo esos cambios? Sí, pues dijo: “Dejé de fumar y empecé a usar lenguaje más limpio.”

En Carolina del Sur una maestra estaba estudiando para obtener su título. Cuando comenzó a estudiar la Biblia con los testigos de Jehová, comprendió que su iglesia no le estaba enseñando lo que enseña la Biblia. Puesto que quería hacer la voluntad de Dios, oficialmente notificó a su pastor que ella estaba rompiendo todos sus vínculos con la iglesia. También decidió renunciar a buscar su título, pues dijo que realmente no iba a servirle de nada. Decidió conocer a fondo el conocimiento que podía llevarla a vida eterna. Todo esto a pesar de la oposición de su esposo.

Aún personas que habían estudiado la Biblia con los Testigos por años sin obrar en armonía con lo que aprendían ahora están adoptando una posición decisiva para servir a Jehová. Una familia del sur de los Estados Unidos que había estudiado con los Testigos durante tres años había hecho muy poco tocante a lo que había aprendido. Pero cuando se les habló acerca del nuevo arreglo de estudio bíblico de seis meses, pudo verse que esto los conmovió. Ahora por primera vez produjo en ellos un verdadero sentido de urgencia. No podían soportar la idea de tener que cortar toda conexión con el pueblo de Jehová. De modo que enviaron una carta de retiro a la iglesia bautista porque sabían que no se les estaba enseñando la verdad de la Biblia allí. Comenzaron a asistir a todas las reuniones bíblicas de los testigos de Jehová y a compartir con otros las cosas que aprendían.

Certísimamente, las verdades de Dios, que estas personas están aprendiendo, las están impeliendo a transformar su vida para amoldarse a la voluntad divina.—Rom. 12:2.

ESTÁN DESEOSOS DE APRENDER MÁS

Las personas que principian a estudiar la Biblia con los Testigos también dedican tiempo a leer otras publicaciones que proveen los Testigos. Sin embargo, hay algunas que están tan deseosas de aprender que leen mucho. Tales personas comprenden que, aunque el libro La verdad les da un conocimiento básico de las enseñanzas de la Biblia, hay mucho más que aprender acerca de los propósitos de Jehová.

Una Testigo de California escribe acerca de estos estudiantes tan dispuestos a leer: “Ciertamente puedo decir que jamás había visto a alguien con tanta hambre y con tanta sed de la Palabra de Dios como esta muchacha. Después de estudiar solo unos cuantos capítulos del libro La verdad, pudo ver que los testigos de Jehová tenían mucha verdad, y, además de nuestro estudio, quería leer todo lo que pudiera obtener para entender mejor la Biblia. Acabó por leer casi todo lo que está en mi biblioteca, incluso la mayor parte de mis tomos encuadernados [de las revistas La Atalaya y ¡Despertad!] de unos diez años.”

Otra Testigo de Alabama escribe acerca de una madre a quien estaba ayudando: “Cada semana regresaba para celebrar el estudio y dejaba el número más reciente de las revistas La Atalaya y ¡Despertad! Debo decir que jamás he visto a alguien leer tanto. Leía cada revista y luego quería que le trajera otra literatura. Si veía un libro anunciado en la parte de atrás de las revistas, lo quería. Pude discernir que verdaderamente quería conocimiento de la Biblia.”

Una señora de Nueva York que comenzó a estudiar la Biblia con los testigos de Jehová no estaba particularmente interesada al principio. Pero pronto tuvo un gran deseo de leer todo lo que publicaba la Sociedad Watch Tower. La Testigo que la visitaba informa que si no le traía a esta señora un libro cada semana, ella volvía a leer los que ya tenía, muchos de ellos dos o tres veces.

Es obvio que estas personas no están contentas con solo un conocimiento básico de Dios. Están deseosas de aprender tanto como puedan a fin de pasar adelante a la madurez espiritual.—Heb. 6:1.

ASISTIENDO A LAS REUNIONES DE LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ

Cuando las personas que aman a Dios comienzan a estudiar la Biblia con Sus testigos en poco tiempo desean acompañarlos a sus reuniones. Esto ha sido especialmente cierto acerca de muchos de los que se han aprovechado del arreglo de estudios bíblicos de casa de seis meses.

Considere al policía de Oregón que al principio se oponía a que su esposa estudiara con los Testigos y fuera a sus reuniones. Cuando él y su familia se mudaron a otra población permitió que los Testigos vinieran y consideraran la Biblia con él. Después de enterarse del libro La verdad y el valor del curso de estudio que se le ofrecía, así como de las maravillosas bendiciones que estaban delante de él, dijo que “quisiera recibir lecciones de la Biblia.”

Al concluir su primer estudio bíblico, preguntó qué hacían en el Salón del Reino. El Testigo lo invitó a ir. Contestó: “¡Pues, tengo pensado hacerlo, este domingo!” El y su familia fueron y solo han faltado a una reunión en más de tres meses.

El anterior opositor de Florida que se mencionó al principio de este artículo comenzó a asistir a algunas reuniones con su esposa y sus cuatro hijitos dos semanas después de su primer estudio de la Biblia en casa. Hicieron esto a pesar de oposición de parte de sus vecinos. Después de haber terminado siete capítulos del libro La verdad, decidieron arreglar sus asuntos para asistir a todas las reuniones, preparándose para ellas y también participando en ellas.

En cuanto a la madre de Alabama que leía todas las revistas y quería los libros que se anunciaban en la parte de atrás de ellas, también comenzó a asistir a las reuniones en poco tiempo. Durante su cuarto estudio, le preguntó a la Testigo que la estaba ayudando acerca de las reuniones. La Testigo se las explicó y la invitó a ir. El siguiente domingo fue y llevó a su esposo y dos hijos. Hasta entonces su esposo no había participado en el estudio de su esposa, pero ahora se despertó el interés de él. Se hicieron arreglos para incluirlo en el estudio bíblico de familia.

Un maestro de cocina de un restaurante neoyorquino había estado familiarizado con la verdad bíblica por unos dieciocho años pero no había hecho nada acerca de ella. Su trabajo también le impedía asistir a las reuniones los domingos. Sin embargo, cuando comenzó a estudiar el libro La verdad, empezó a darse cuenta de que quería hacer algo acerca de lo que sabía que era la verdad de Dios. Ahora tuvo el valor de pedir a sus patronos que le dieran libres los domingos. Si no podían concederle eso, tendría que dejar el trabajo. Al principio no hicieron caso de su petición, pero luego comprendieron que lo decía en serio. Sabiendo que ellos serían los perdedores si él dejaba el trabajo, accedieron. Sí, su determinación de servir a Dios ganó.

Verdaderamente, los millares de personas que están comenzando a asociarse con los siervos de Dios en sus reuniones están recibiendo bendiciones. Están experimentando el amor y la unidad que Jesús dijo que identificarían a sus seguidores.—Juan 13:35.

DICIENDO A OTROS LO QUE ESTÁN APRENDIENDO

Las personas que aprecian las buenas nuevas de la Biblia no pueden retenerlas solo para sí. Se ponen a hablar a otros acerca de ellas. Esto ha sucedido con millares de individuos que estudian la Biblia con la ayuda del libro La verdad.

En Oregón una Testigo comenzó a estudiar el libro La verdad con una compañera escolar. Después del segundo estudio la muchacha le preguntó a la Testigo si podía acompañarla en la predicación. Ha salido cada semana desde entonces. En realidad, hasta hizo arreglos para salir desde la escuela cada semana para participar en esta obra. Se había inscrito en una clase que requería que hiciera servicio social. Así que le dijo a su maestro que iría de casa en casa y hablaría acerca del reino de Dios. No solo se le concede tiempo por la tarde para hacer este trabajo, sino que también recibe crédito por ello. Ha expresado su deseo de emprender la predicación de tiempo cabal en vez de ir al colegio de enseñanza superior.

Un padre de tres hijos de California no se retuvo de hablar a otros acerca de Jehová. Cuando el Testigo le habló acerca de los requisitos que hay que satisfacer para predicar, insistió en que no se le pusieran trabas, ya que sentía la urgencia y obligación a Jehová de hablar a otros acerca de lo que estaba aprendiendo en su estudio bíblico. Satisfizo los requisitos bíblicos y entonces, después de haber recibido siete estudios, salió a la predicación y disfrutó de ella.

Una maestra de escuela dominical metodista de Tennessee claramente discernió la necesidad de ser testigo a otros, pero su iglesia no tenía programa para efectuar esto. Comenzó a estudiar la Biblia con los Testigos. Después de terminar el primer capítulo del libro La verdad, su respuesta a la pregunta de repaso acerca de lo que tenemos que hacer para agradar a Dios fue: “Tenemos que llevar conocimiento exacto a hombres de toda clase.” Esta señora sincera ha sido dirigida a donde puede satisfacer el deseo de su corazón.

Otros han hablado o escrito a sus parientes. Sus palabras han despertado el interés de muchos otros en la Biblia. Disciernen la necesidad de hablar acerca de las cosas magníficas de Dios.

BAUTISMO... UN PASO QUE HAN DADO GOZOSAMENTE

Muchos de los individuos que comenzaron a estudiar la Biblia con el libro La verdad pronto reconocieron que el bautismo es un requisito divino para agradar a Dios. En realidad, hubo algunos que deseaban bautizarse sin conocer plenamente las responsabilidades concomitantes. Todo lo que sabían era que Dios requiere esto, y deseaban agradarle. Se les animó a esperar hasta que aprendieran más, y se bautizaron tan pronto como llenaron los requisitos.

Considere lo que escribió la Testigo de California acerca de la señora ya mencionada que leyó casi todos los volúmenes encuadernados de diez años atrás: “No habían pasado tres meses desde nuestro primer estudio bíblico, y se acercaba el tiempo de una asamblea. A la señora le pareció que debería bautizarse para simbolizar su dedicación que ella ya había hecho. Pensé: ‘¡Tres meses, eso es demasiado pronto!’ Pero luego pensé: ‘Ella ha leído el libro La verdad así como la otra literatura; va de casa en casa y está conduciendo estudios bíblicos. Está asistiendo a todas las reuniones, pero todavía tres meses no es mucho tiempo.’ El ministro presidente de nuestra congregación le hizo un repaso de los requisitos básicos, y no solo sabía las respuestas, sino que también sabía los textos de las respuestas. Bueno, inútil decirlo, se bautizó.”

¡Cuán conmovedor es ver a tantas personas de disposición de oveja obrar en armonía con lo que están aprendiendo de la Santa Palabra de Dios! ¡Qué gozo debe darle a Jehová ver a tantos que responden a su invitación de aprender acerca de él y servirle para siempre en felicidad!

¿Está usted estudiando la Biblia con los testigos de Jehová? Si no, quisiéramos animarlo a que lo haga. Si está estudiando, ¿está usted obrando en armonía con lo que está aprendiendo que es la verdad de Dios? Piense en lo que una señora escribió a la Sociedad Watch Tower acerca de los testigos de Jehová: “Me agrada el que haya personas que estén dispuestas a ayudar a enseñar a otros a aprender la Biblia. Sí, que siempre estén listas a ayudar a otros a contestar sus preguntas que les son tan importantes a ellos. El mundo necesita más personas como éstas.”

¿Ayudará usted a satisfacer esta necesidad participando en la obra más importante de educación bíblica? ¡Si lo hace, usted encontrará la gran felicidad que proviene de obrar en armonía con lo que usted está aprendiendo!

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