La Palabra de Dios es viva
¿Qué significa para nosotros la muerte de Jesús?
DESPUÉS que Jesucristo murió, los viajeros Cleopas y su amigo se detuvieron en el camino “con rostros tristes” (Lucas 24:17). La muerte es un enemigo, de modo que es natural que cause tristeza. Sin embargo, estos hombres podían realmente alegrarse de que Jesús hubiera muerto, y también nosotros. ¿Sabe usted por qué?
La Biblia explica: “Cristo murió por nuestros pecados”. “El murió por nosotros, para que [...] vivamos” (1 Corintios 15:3; 1 Tesalonicenses 5:10). Sí, Jesús fue enviado a la Tierra para salvarnos. El mismo dijo: “El Hijo del hombre [...] vino [...] para dar su alma [o vida] en rescate en cambio por muchos” (Mateo 20:28). Pero ¿qué significa el que Jesús diera su vida “en rescate”? ¿Qué es un rescate?
La palabra “rescate” suele usarse cuando ocurre un secuestro. Después que el secuestrador captura a alguien, puede que diga que pondrá en libertad a la víctima si se le paga cierta cantidad de dinero como rescate. De manera que un rescate es algo que resulta en la liberación de alguien que se halla en cautiverio. Es algo que se paga para que dicha persona no pierda la vida. Jesús dio su vida humana perfecta para librar a la humanidad del cautiverio al pecado y la muerte (1 Pedro 1:18, 19; Efesios 1:7). ¿Por qué se necesitaba tal liberación?
Se necesitaba porque Adán, nuestro antepasado, se rebeló contra Dios (Génesis 2:17; 3:11, 12). Así, el acto de desafuero de él lo convirtió en pecador, puesto que la Biblia explica que “el pecado es desafuero” (1 Juan 3:4; 5:17). El resultado de esto fue que Adán no mereció recibir la dádiva divina de vida eterna (Romanos 6:23). De modo que Adán perdió para sí la vida humana en perfección en una Tierra paradisíaca. También hizo que todos los hijos que él tendría perdieran esa maravillosa perspectiva. ‘¿Pero por qué —usted quizás pregunte— tenían que morir todos sus hijos, si quien pecó fue Adán?’
Esto se debe a que Adán, cuando se hizo pecador, pasó el pecado y la muerte a sus hijos, incluso a todos los humanos que vivimos hoy (Job 14:4; Romanos 5:12). Así que los humanos han estado muriendo debido al pecado que han heredado de Adán. Entonces, ¿cómo era posible que la muerte de Jesús librara a toda persona del cautiverio al pecado y la muerte?
En esto está envuelto un principio legal que se halla en la ley que Dios dio a la nación de Israel. Este declara que ‘se debe dar vida por vida’ (Exodo 21:23). Por su desobediencia, el hombre perfecto Adán perdió para sí y todos sus hijos la vida perfecta en una Tierra paradisíaca. Jesucristo dio su propia vida perfecta para volver a recomprar lo que Adán había perdido. Según lo explica la Biblia, Jesús “se dio a sí mismo como rescate correspondiente por todos”. (1 Timoteo 2:5, 6.)
¡Tan solo piense en lo que esto significa para nosotros! Significa que Jesús derramó su sangre vital al morir para que pudiéramos tener la oportunidad de vivir para siempre bajo la gobernación del Reino de Dios. ¿Muestra usted su gratitud por medio de utilizar su vida para servir a Dios y a su Hijo celestial, Jesucristo? (2 Corintios 5:14, 15.)
[Ilustración en la página 8]
¿Cómo nos ayuda a entender el rescate de Jesús el ‘dinero que se paga en rescate’?
[Ilustraciones en la página 9]
¿En qué resultó la desobediencia de Adán para sí y para toda la raza humana?
Puesto que Jesús era el equivalente del hombre perfecto Adán, ¿qué significa eso para nosotros?