BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • w61 1/6 págs. 323-324
  • “Cristianos de arroz” no son cristianos

No hay ningún video disponible para este elemento seleccionado.

Lo sentimos, hubo un error al cargar el video.

  • “Cristianos de arroz” no son cristianos
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1961
  • Información relacionada
  • ¿Servimos arroz hoy?
    ¡Despertad! 1974
  • ¿Cómo prefiere el arroz: cocido, o crudo?
    ¡Despertad! 1995
  • Arroz... del arrozal a la olla
    ¡Despertad! 1979
  • Deleite su paladar al modo japonés
    ¡Despertad! 1974
Ver más
La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1961
w61 1/6 págs. 323-324

“Cristianos de arroz” no son cristianos

“LOS cristianos de arroz” han desaparecido del continente chino. Por lo menos eso es lo que declaró el Dr. Tracey K. Jones, hijo, en una reunión reciente de la Junta Metodista de Misiones, según The Christian Century del 20 de febrero de 1960.

¿Qué es un “cristiano de arroz”? Es uno a quien se ha logrado hacer profesar una de las religiones de la cristiandad por medio de suministrarle arroz u otro alimento. Dado que el alimentar el estómago no resulta de por sí en convicciones firmes, no sorprende que la presión comunista en China causara que estos “cristianos de arroz” abandonaran su llamado cristianismo.

Aunque el comunismo haya puesto fin a los “cristianos de arroz” en el continente chino, seguirán medrando en otras partes mientras las organizaciones religiosas usen la misma táctica. Por lo tanto el semanario religioso supracitado dijo en un número anterior: “Nuevas iglesias católicas romanas que fueron construidas en lugares [en Formosa] donde no había población católica fueron equipadas para almacenamiento y distribución de suministro de auxilio. . . . Los sacerdotes usaban los artículos de consumo excedentes de los EE. UU., que les llegaban tan baratos, como cebo para conversos y para inducirlos a quedarse.”

Muy pertinente por lo tanto fue la pregunta núm. 5 en una serie de once preguntas enviadas por el Concilio Mundial de Iglesias a sus miembros. Preguntó: “¿Podemos convenir en repudiar cualquier acción eclesiástica por medio de la cual ventajas materiales o sociales se ofrecen para influir en los individuos para que se afilien a la Iglesia, o para hacer que se apliquen presiones indebidas en la gente cuando está en tiempos de impotencia o dificultad?”

Esto no significa que los “cristianos de arroz” se limitan a los países de Asia donde el arroz ocupa un lugar prominente. De ninguna manera. Toda la cristiandad está infectada de este virus egoísta de afirmar adorar a Dios, pero haciéndolo por motivos ulteriores. A causa de esto en ciertos países hay gran aumento en el número de miembros de las iglesias, en la observancia de fiestas religiosas, en la venta de artículos religiosos y en la construcción de nuevos edificios eclesiásticos. Se hace patente que toda esta actividad aumentada no representa al cristianismo sincero, ya que en estos mismos países han aumentado el crimen, la delincuencia y la inmoralidad.

Concerniente a tales “cristianos de arroz,” el apóstol Pablo dijo que eran “hombres corrompidos de mente y despojados de la verdad, que piensan que la devoción piadosa es un medio de ganancia.” Y al predecir “que en los últimos días se presentarán tiempos críticos y difíciles de manejar,” Pablo describe las diversas clases de delincuencia que existen hoy día, y luego declara que los hombres serían “amantes de placeres más bien que amantes de Dios, teniendo una forma de devoción piadosa pero mostrándose falsos a su poder; y de éstos aléjate.”—1 Tim. 6:5; 2 Tim. 3:1-5.

Hablando con exactitud, no puede haber tales personas como cristianos de arroz. Puede haber metodistas de arroz, presbiterianos de arroz y católicos de arroz, pero no cristianos de arroz, porque Jesucristo no estableció tal precedente. Él recalcó lo espiritual por encima de lo físico, diciendo: “El hombre ha de vivir, no solo de pan, sino de toda declaración que procede de la boca de Jehová.” Él llamó felices a los que “están conscientes de su necesidad espiritual, puesto que el reino de los cielos pertenece a ellos. Felices son los que tienen hambre y sed [no de arroz y de vino, sino] de justicia, puesto que serán saciados.”—Mat. 4:4; 5:3, 6.

Cierto, cuando las muchedumbres habían continuado con él durante días y se les acabó la comida, en vez de verlos caer muertos de hambre por el camino, Jesús les proveyó milagrosamente alimento material, haciendo que unos cuantos panes y pescados alimentaran a muchos miles por lo menos en dos ocasiones. Pero cuando algunos le siguieron solo a causa de haber sido alimentados así, los reprendió, diciendo: “Muy verdaderamente les digo: Ustedes me están buscando, pero no porque vieron señales [pruebas de que él era profeta de Dios], sino porque comieron de los panes y quedaron satisfechos. Trabajen, no por el alimento que perece, sino por el alimento que permanece para vida eterna, que el Hijo del hombre les dará, porque sobre éste el Padre, sí, Dios, ha puesto su sello de aprobación.”—Juan 6:25-27.

El cristianismo verdadero no es asunto de egoísmo sino de altruismo o amor: “Tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente y con todas tus fuerzas,” y, “Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo.” Jesús también dijo que “el Hijo del hombre vino, no para ser servido, sino para servir y para dar su alma como rescate en cambio por muchos.” Por su proceder Jesús demostró que apreciaba que “hay más felicidad en dar que la que hay en recibir.”—Mar. 12:30, 31; Mat. 20:28; Hech. 20:35.

¿Podemos tomar las enseñanzas de Jesús de modo literal hoy día? Con tanto egoísmo por todas partes, ¿es posible aplicar estos principios cristianos? Sí; y la sociedad del nuevo mundo de testigos de Jehová da amplia prueba de ello. Por mucho la mayoría de ellos ha salido de las religiones populares del mundo, del paganismo y de la cristiandad. ¿Cuál ha sido la causa persuasiva para que se hicieran testigos cristianos de Jehová? Nada de índole material. Ha sido el amor a la verdad, el amor a Dios, el amor al prójimo. Lo que ha atraído a muchos también ha sido los elevados principios y el celo de los que les traen este mensaje, y, en particular, la esperanza gloriosa del reino de Dios y las bendiciones que traerá en un nuevo mundo de justicia.

¿Cuán práctico ha sido todo esto? Que sin la ayuda de ningún “arroz” en absoluto el número de ministros que predican regularmente cada mes ha aumentado más de tres veces y media en doce años, de 230,532 en 1948 a 851,378 en 1960. Y éstos han desechado todo prejuicio racial, político, nacional y cultural y trabajan como conjunto armonioso en 179 países e islas del mar. ¡El cristianismo verdadero no necesita “arroz” para producir cristianos!

    Publicaciones en español (1950-2025)
    Cerrar sesión
    Iniciar sesión
    • español
    • Compartir
    • Configuración
    • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
    • Condiciones de uso
    • Política de privacidad
    • Configuración de privacidad
    • JW.ORG
    • Iniciar sesión
    Compartir